El fútbol femenino en Colombia, cercado por el COVID-19 y la discriminación laboral

Imagen de Referencia por Diana SANCHEZ / AFP

El fútbol femenino, al igual que muchos otros sectores en Colombia, está sufriendo con la crisis del COVID-19

Como una determinación discriminatoria que vulnera la condición de personas y trabajadoras del plantel femenino del Independiente Santa Fe, calificó en su último comunicado la Asociación Colombiana del Fútbol Profesional, Acolfutpro, la medida que tomó este club en el sentido de suspender los contratos de las mujeres mientras se reanuda la liga. Además, cuestiona su anuncio de que fue resultado de un “mutuo acuerdo”.

A estas trabajadoras se les debe reconocer y respetar los mismos derechos de los futbolistas, dice la Asociación, por lo que las determinaciones adoptadas por el club Santa Fe serán denunciadas ante las autoridades de inspección, vigilancia y control del Ministerio del Trabajo y la Superintendencia de Sociedades, para que éstas adopten las medidas sancionatorias a que haya lugar.

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“Mandaron a las mujeres a la casa en cuarentena sin contrato ni seguridad social. El club Santa Fe no puede suspender un contrato de trabajo y decir que no les va a pagar. El mes de marzo lo debe pagar porque ya está causado”, dijo Carlos González Puche, presidente de Acolfutpro.

Dijo conocer mensajes en redes sociales que le informan que lo del “mutuo acuerdo” no es exacto. Más bien fue un chantaje, porque a las futbolistas les dijeron que, si no firmaban el acuerdo, el contrato no se suspendería sino que se terminaría.

“Es una conducta discriminatoria porque usted no puede discriminar los trabajadores de una empresa entre hombres y mujeres. ¿Por qué no les suspenden los contratos a los hombres? El solo hecho de buscar el mutuo acuerdo ya es discriminatorio”, aseguró González Puche, quien para mayor ilustración sobre el tema remitió al link del estudio elaborado por la Asociación en torno a la condición laboral de las mujeres futbolistas en Colombia.

De este informe se deduce que las mujeres en Colombia, en las condiciones y las normas actuales, no se pueden dedicar profesionalmente a jugar fútbol, señaló el directivo sindical. Les toca rebuscarse en otras actividades. Por ello han debido salir a buscar mejor surte fuera del país. En el último año salieron 28 mujeres a trabajar en clubes de España y México, especialmente.

El 64% de las mujeres no tiene contrato firmado, y si lo tienen es de dos meses en su mayoría, porque ese es el tiempo que dura la liga femenina en Colombia. En 2019 participaron 20 equipos, que se dividieron en 5 grupos de 4 equipos para jugar por subregiones (6 partidos por grupo) y ahorrar así costos de desplazamiento.

El meollo del asunto es que el fútbol femenino –dicen los dirigentes– no genera ingresos. Y ahora con la crisis provocada por la pandemia del COVID-19, las condiciones laborales para las mujeres que hacen parte del balompié nacional se ponen más complejas. Nadie responde por sus contratos y, por ende, por un ingreso que les permita sobrellevar la cuarentena.

El caso es que la mayoría de los clubes no firmaron contratos con las jugadoras para este año. Significa que la gran mayoría de las futbolistas iniciaron sus actividades en sus respectivos clubes sin ninguna remuneración ni seguridad social. A excepción del América, Nacional y Santa Fe, que acordaron pagar el 50% del salario durante la pretemporada. Aunque Santa Fe ya rompió ese trato.

González Puche se refirió a la necesidad de que las soluciones y ayudas que la Dimayor ha pedido al Gobierno Nacional para solventar la crisis, tenga en cuenta el salvavidas para las mujeres que hacen parte de los clubes de la liga femenina. Porque según fuentes consultadas, dijo Puche, los clubes tendrían la intención de inscribir a la mayoría como amateurs, es decir, sin formalización de contratos de trabajo.

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Acolfutpro asimismo cuestiona y denuncia las que llamó “conductas abusivas” del club Santa Fe para presionar la rebaja de los salarios de los jugadores profesionales. Presiones que comenzaron desde el 24 de marzo. Ese día convocó a una encuesta con sus hinchas contra los intereses de los futbolistas, denunciada en su momento ante el Ministerio del Trabajo.

Una semana después, como no logró su objetivo mediante ese mecanismo, el presidente Luis Eduardo Méndez amenazó a los futbolistas profesionales con pedir autorización al Ministerio del Trabajo para suspender sus contratos.

Conscientes de su situación, el 4 abril el plantel de futbolistas formalizó una nueva propuesta aceptando la reducción del 50% de su salario en abril, mayo y hasta que se normalicen las actividades de la Liga, siempre y cuando la suma descontada a cada uno se pagara antes de diciembre del 2020.

De ahí que el comunicado del club del pasado lunes 6 de abril Acolfutpro lo considere ilegal. Porque el salario de marzo ya se causó y debe ser cancelado en su totalidad, conforme a lo pactado en los contratos individuales.

Asimismo, Santa Fe está incurso en un proceso de reestructuración empresarial. (Ley 1116 del 2006) Este lo obliga a pagarle a sus acreedores los compromisos adquiridos de manera preferente por ser gastos pos acuerdo.

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