Así trata el gobierno a los banqueros. Análisis del Decreto 558 de 2020

Imagen de referencia tomada de El Tiempo

El gobierno expidió el decreto 558 del 2020 el cual traslada a Colpensiones los pensionados de los fondos privados.

Por Héctor Vásquez Fernández. Analista ENS

Los banqueros se ganaron el año pasado $19 billones en utilidades netas. Está claro que con ganancias así, que todos los años son semejantes, este sector, en vez de ayudas, debería estarse metiendo la mano en el bolsillo para ayudar de verdad en esta crisis. Pero otra vez, este gobierno mete la mano en los bolsillos de todos los colombianos para trasladarle renta a los banqueros. Lo acaba de hacer a través del decreto 558 del 15 de abril de 2020, que disminuye por dos meses las cotizaciones al régimen pensional del 16% al 3%, y traslada a Colpensiones los pensionados de los fondos privados que están bajo la modalidad de “retiro programado”, que hoy están en riesgo de que la plata de los ahorros que les manejan los banqueros y con el cual se pagan sus mesadas pensionales, se hayan disminuido por causa de la crisis económica global.

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¿Cuál es la razón por la cual el Gobierno disminuye por dos meses la cotización a pensiones del 16% al 3%? El propio decreto 558 la aclara: este 3% no va para la cuenta del trabajador, sino que está destinado a “financiar los gastos de administración del sistema y la cobertura de los riesgos de invalidez y sobrevivencia”.

El decreto 558, pues, les asegura a los banqueros que, aunque el trabajador deje de ahorrar en su cuenta individual el 13% de sus aportes por dos meses, de todas maneras, los banqueros seguirán recibiendo su respectivo 3% para cubrir sus gastos de funcionamiento. En 2019, ese 3% sumó aproximadamente $2.9 billones para todo el año, un valor semejante al gasto que tuvieron estas empresas bajo la forma de “gastos de operaciones”: $2.8 billones, y 6 veces el valor de los costos laborales totales que estas empresas pagaron a sus trabajadores bajo la forma de “beneficios a los empleados”, equivalente a $456 mil millones.

El año pasado, los banqueros que manejan los fondos privados de pensiones obtuvieron utilidades netas por $1.2 billones, el 93.3% concentradas en las empresas Porvenir y Protección. Estas utilidades son el resultado de un negocio que los banqueros no tenían hasta antes de la ley 100 de 1993, y que hoy son el resultado de manejar recursos por un valor de $280.4 billones, que es el valor de los fondos que contienen los ahorros de 6´354.675 de afiliados cotizantes y de 187.552 pensionados.

¿Dónde está invertido este dinero? Un poco más de la mitad en bonos o títulos respaldados por el Estado colombiano, mayoritariamente a nombre del Ministerio de Hacienda. El resto en títulos de deuda “cuyo emisor, garante, aceptante u originador” sean bancos del exterior, comerciales o de inversión, o entidades del exterior diferentes a bancos; o participaciones en fondos representativos de índices de renta fija, en fondos mutuos o de inversión internacionales, o en esquemas de inversión; o participaciones en fondos representativos de índices de commodities, de acciones; o en acciones emitidas por entidades del exterior, o certificados de depósitos negociables representativos de dichas acciones, entre otros.

Como se puede apreciar, casi la mitad del valor de los fondos está invertido en actividades especulativas, cuyos rendimientos dependen de la salud y del buen funcionamiento de las economías y de las empresas. Por lo que cotizantes y pensionados corren siempre el riesgo de que sus cuentas disminuyan, o hasta puedan resultar negativas, que es lo que hoy puede estar ocurriendo como consecuencia de la parálisis económica provocada por la pandemia.

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¿Para que servirá el decreto 558?

La decisión que toma el Gobierno en este decreto, es que las mesadas pensionales de todos los pensionados “en la modalidad de retiro programado cuyos saldos ya no resultan suficientes para continuar recibiendo una mesada de un salario mínimo (…) seguirá pagándose a través Colpensiones, y tendrán las mismas una renta vitalicia, es decir, el pensionado recibirá el pago de su mesada de salario mínimo hasta su fallecimiento y el pago de pensiones de sobrevivientes en favor de sus beneficiarios por el tiempo al que ellos tengan derecho. A cambio, los banqueros le entregaran al Gobierno una suma que todavía no se ha definido, que algunos calculan entre 4 y 5 billones, suma que el gobierno espera utilizar como caja menor en esta coyuntura en que, por causa de la última reforma tributaria, se ha quedado sin recursos para atender de manera efectiva la pandemia.

La iniciativa del decreto 558 muy seguramente fue de los propios fondos privados de pensiones, que a través de esta maniobra, le descargan al Estado la obligación de cubrirle las pensiones que hoy ellos no pueden cubrir, o no les resulta rentable cubrirlas, pues parte de los recursos que manejan los fondos de pensiones están invertidos en negocios especulativos, negocios que en este crisis, en vez de rentar, están dando pérdidas. Además, debido a que los capitales ahorrados por este segmento de pensionados son relativamente bajos, no les resulta rentable para nada a las compañías aseguradoras, respaldar estas pensiones con una renta vitalicia, por lo que la mejor alternativa para ellos es endosarle estos pensionados al Estado, como lo han logrado a través de este decreto.

Y es que el negocio de los fondos no está en el manejo de los ahorros que han acumulado los pensionados: además de que estos ya no cotizan al sistema, sus ahorros se van disminuyendo en la misma medida en que van retirando sus respectivas mesadas, ahorros que amenazan venirse al suelo cada vez que hay una crisis económica como la actual. El negocio de los fondos está es en el manejo de los cotizantes activos al sistema, sobre todo de los afiliados más jóvenes, a los que todavía les faltan muchos años para que empiecen a retirar sus respectivas mesadas, y de estos afiliados no quieren desprenderse para nada los banqueros, al contrario, en la reforma pensional que proponen, su objetivo es acabar con el sistema público de pensiones, y dejar a Colpensiones administrando los programas “Colombia mayor” y BEPS. En esta coyuntura, Colpensiones les sirve para endosarles aquellos pensionados que no les están reportando ninguna utilidad.

Esta medida nos da la razón a quienes promovemos una reforma pensional que, primero, le quite este negocio a los banqueros, y, segundo, que sea una reforma para garantizarle a todas las personas trabajadoras, al final de su vida laboral, o una pensión digna, ajustada a su nivel de ingresos y de semanas cotizadas, pensiones que no las aseguran los fondos privados de pensiones, sino únicamente el régimen de prima media, o en todo caso, por lo menos el “mínimo vital”, a todas aquellas personas que no han cotizado nunca, o no alcanzan el número de semanas mínimas para acceder al derecho a la pensión.  

Héctor Vásquez Fernández

Héctor Vásquez Fernández es Socio y fundador de la ENS. Exmiembro del Comité Ejecutivo de la Cut Antioquia. Docente, investigador y asesor de la ENS. Experto en temas sindicales y laborales

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