Multinacional Bundy se negó a concertar con sus trabajadores y les suspendió los contratos

La multinacional Bundy tienes su sede en Mosquera (Cundinamarca). Esta empresa se dedica a la fabricación de autopartes para vehículos nuevos. Es una de las muchas industrias que está en cuarentena obligatoria hasta el 11 de mayo. Pero teniendo el suficiente músculo financiero ha decidido suspender los contratos a sus obreros.

Se trata de 62 trabajadores que el domingo recibieron una carta. Allí les informaban que los contratos serían suspendidos por tiempo indefinido.

Las razones que da la multinacional Bundy para suspenderles el contrato a sus trabajadores es que están ante una fuerza mayor. Argumentan que los decretos expedidos por el gobierno impiden que desarrollen su trabajo y que por lo tanto no pueden pagarles sus salarios.

La multinacional Bundy promete a sus trabajadores un auxilio, no constitutivo de salario, de 800 mil pesos sobre el cual no da claridad. No dice como se los pagará y agrega que podrá revisar este auxilio.

El periodo de vacaciones, al que habían salido los trabajadores al inicio de la cuarentena, ya se les vencía y debían retornar el 27 a laborar. Durante los últimos días, Sintrametal y Sintralbundy las dos organizaciones sindicales hermanas que hacen presencia en la empresa, trataron de concertar salidas que no implicarán la vulneración flagrante de los derechos de los trabajadores. Sin embargo, la multinacional Bundy no los tuvo en cuenta y unilateralmente, suspendió los contratos.

En la sede de la multinacional Bundy en Colombia laboran cerca de 80 personas, incluidos los administrativos. A estos últimos no se les terminó el contrato, solo a los de producción.

Esta empresa hace parte de la multinacional Ti Fluid Systems que tiene presencia en 28 países con 108 fábricas. Sus oficinas centrales están en Inglaterra y en Estados Unidos y su accionista principal es la banca de Inversión Bain Capital, una firma norteamericana fundada por Mitt Romney, un reconocido senador de este país.

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Lo que piensan los trabajadores de la multinacional Bundy 

Los trabajadores de la multinacional Bundy tienen una larga lista de luchas sindicales. La organización Sintrametal es mayoritaria dentro de la empresa. En el 2016 realizaron una huelga que terminó con la firma de una convención colectiva donde impidieron que la empresa les recortara derechos adquiridos desde hace muchos años.

Esta larga lucha del sindicato no hace que no tengan vocación de diálogo. Al contrario, la organización sindical sabe que hablando se solucionan los problemas, más en una crisis como la actual, producto de la pandemia del Covid-19.

Sintrametal y su sindicato hermano Sintralbundy se reunieron con la Multinacional Bundy de manera virtual desde el 2 de abril. Los trabajadores han querido buscarle salidas concertadas a las dificultades que atraviesa la empresa. Durante varias sesiones virtuales, los sindicatos le propusieron a la empresa diversas salidas.

Diego Andrés Méndez, presidente de Sintralbundy dice que en las tres reuniones virtuales que tuvieron con la empresa estuvieron prestos a llegar a acuerdos. “Pedimos que nos adelantaran vacaciones, que nos redujeran el salario hasta 7% y nos lo pagaran después, que nos pagarán la prima en septiembre, entre otras propuestas”, dice el dirigente.

Pero la multinacional Bundy no estuvo de acuerdo con ninguna de esas propuestas.  Argumentó que lo único que le servía era una reducción del 25% del salario para todos los trabajadores, medida con la cual no estuvieron de acuerdo quienes laboran en la empresa.

“Las directivas de la empresa, que dan ordenes desde Brasil, dijeron que todas las plantas en el mundo habían aceptado, que la única que faltaba era Colombia.” Dice el presidente de Sintralbundy.  La multinacional Bundy les dijo a sus trabajadores, en la última reunión del jueves 23 de marzo, que si no aceptaban esa reducción se atuvieran a las consecuencias. Y las consecuencias llegaron el domingo con la noticia de la suspensión de los contratos.

Pero los trabajadores y sus organizaciones sindicales no se han quedado quietas. Han emprendido acciones judiciales con el fin de reestablecer los derechos de los sindicatos y de sus afiliados. De la misma manera le han solicitado al Ministerio de Trabajo que fiscalice rigurosamente a la Multinacional Bundy. También acordaron crear una mesa de trabajo en la que la personería de Mosquera e integrantes del Concejo municipal harán presencia. Se busca que allí este el representante legal de la empresa

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Un concepto legal


Ana María Amado, la directora operativa encargada de los Centros de Atención Laboral de la ENS, se refirió a la carta recibida por los trabajadores. Haciendo un análisis jurídico general dijo que la medida tomada por la Multinacional Bundy está mal.


“Se ha establecido que el Covid-19 no es una causal para suspender los contratos de trabajo por fuerza mayor, porque la fuerza mayor es una situación externa, irresistible e imprevisible, condiciones que no cumple el coronavirus que lleva varios meses en el mundo, a su vez, a través de la Circular 22 de 2020 el Ministerio dijo que, aplicando el principio de responsabilidad social y solidaridad, las empresas deben implementar las opciones alternativas planteadas en la Circular 21, por tanto, medidas regresivas como la suspensión serían indebidas”, dice la abogada.


Argumenta que ni el gobierno (a través de los Decretos Ley emitidos durante la emergencia) ni los empleadores pueden declarar la fuerza mayor y que si los trabajadores y la empresa no se ponen de acuerdo, será un juez quien determine esto.
Agrega Ana María Amado, que en la Multinacional Bundy no aplicaría la causal que dice el Código Sustantivo del Trabajo en el numeral primero del artículo 51, que es argumentada por la empresa para suspender los contratos.

“La multinacional Bundy tendría que aplicar las circulares 21 y 33 del Ministerio de trabajo y antes de suspender los contratos, buscar, en concertación con los trabajadores, las salidas que en ellas se proponen”. dice Amado. La empresa tendría que analizar si implementa licencias remuneradas, salario sin prestación del servicio, jornadas laborales flexibles, teletrabajo, trabajo en casa, entre otras medidas permitidas por el gobierno.

Los trabajadores de la multinacional Bundy seguirán reclamando sus derechos. Consideran que las medidas tomadas por la empresa fueron arbitrarias y que no tuvieron en cuenta la voluntad de dialogo de los trabajadores y la necesidad de buscar soluciones que beneficiaran a las partes.

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