Los trabajadores de la palma de aceite y la pandemia

Imagen de referencia tomada de acis.org.co

Las condiciones de salud para los trabajadores de la palma en Colombia han cambiado con la pandemia. En esta ocasión vamos a hablar sobre las medidas que han implementado las empresas que tienen que ver con la palma de aceite. Conversamos con los integrantes de Sintraimagra Ciénaga y Villavicencio. De la misma manera, hablamos con los directivos de Sintraproaceites Sábana de Torres.

Los trabajadores de estas empresas han recurrido al diálogo social, pero también a la protesta para que se implementen mejores medidas en sus puestos de trabajo. Por el momento, esas medidas han dado resultados y no se han presentado casos de Covid-19 entre los trabajadores.

Desde inicios de la pandemia las organizaciones sindicales han estado al frente del tema. Han exigido implementar protocolos a las empresas y han ayudado a que los trabajadores entiendan la importancia de acatar las medidas determinadas por el gobierno y sus patronos. Han entendido que es una dificultad de índole mayor y que necesita del compromiso de todos para salir adelante y por eso le han exigido mucho más a sus empleadores.

Según el Observatorio Laboral del Coronavirus, la mayoría de empresas de palma de aceite han tratado de mantener las condiciones para sus trabajadores. No como en otros sectores de la economía, donde ha predominado los despidos y las suspensiones de los contratos. Hay que tener en cuenta que, desde el principio de la pandemia, el sector palmicultor, por pertenecer a la agricultura, quedó exento de las restricciones y sus trabajadores pudieron seguir laborando.

En el sexto boletín, publicado el 15 de mayo, el observatorio dice: “Las empresas palmeras en la región del Magdalena Medio Santandereano y Cesarense, al menos han adoptado medidas para salvaguardar los empleos o ingresos de los trabajadores, evitando figuras como la suspensión o terminación de contratos laborales y, optando en cambio por la aplicación de vacaciones adelantadas o licencias remuneradas”

Sobre las medidas de bioseguridad, el mismo boletín del Observatorio habla de un “análisis riguroso” realizado a 14 empresas del sector de la palma de aceite. “En la mayoría de los casos, las empresas palmeras presentan graves falencias a la hora de suministrar a sus trabajadores implementos de protección personal contra el Covid-19”, asegura el informe.

También se reconoce la importancia de las organizaciones sindicales. Dice el observatorio laboral que estás han sido esenciales a la hora de implementar las medidas sanitarias para que los trabajadores de la palma puedan defenderse del Coronavirus.

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Así ha sido la situación en Ciénaga con los trabajadores de la palma

Sintraimagra Ciénaga hace presencia en una planta extractora que tiene su sede en este municipio. Los temores de los trabajadores han aumentado desde que se sabe que en Pueblo Viejo, un municipio cercano, es uno de los que más casos presenta en el departamento del Magdalena. Dicen que muchos de los trabajadores de la planta viven o tienen familiares cercanos en el casco urbano de esta población. Temen también los trabajadores que por eso se puedan contagiar más fácilmente.

Cuando hablamos con Silfredo López, presidente de la organización sindical, no dijo que le habían pedido a la empresa que implementara una ruta de transporte para los trabajadores del municipio de Pueblo Viejo, para que ellos evitaran el contacto al máximo con quienes pudieran estar infectados. Normalmente, los trabajadores en esta zona se desplazaban en sus propias motos o bicicletas, pero el riesgo es inminente y necesitaban que la empresa les proporcionara este servicio mediante buses.  

López asegura que estaban preocupados porque en Pueblo Viejo las condiciones de saneamiento son precarias. Recordó que no hay acueducto ni alcantarillado.

“La empresa colocó una buseta para transportar al personal, pero no había ninguna clase de protocolo, todo mundo agarraba y alguno se montaba sin tapabocas” dice López, a raíz de eso, el sindicato hizo un reclamo a la empresa para que se implementaran medidas biosanitarias antes de ingresar al transporte. La empresa siguió las recomendaciones y empezó a echar alcohol y a medir la temperatura antes de subirse al bus.

El recorrido del transporte dura aproximadamente 25 minutos de la planta hasta el casco urbano de Pueblo Viejo.

En la planta son alrededor de 330 trabajadores muchos de los cuales fueron enviados a vacaciones cuando comenzó el aislamiento. Solo 4 trabajadores fueron despedidos en ese entonces y ya dos de ellos han retornado a sus labores.

El presidente de la seccional de Sintraimagra dice que ningún trabajador ha tenido el virus y son pocos los que se han tenido que someter a aislamiento por cercanía con personas que tuvieron el coronavirus.

La organización sindical envió comunicados a las directivas de la empresa, sin embargo, no recibieron ninguna respuesta por este medio. A pesar de ese silencio, en la planta se implementaron medidas de bioseguirdad, hay medición de temperatura y cámara de desinfección. También se ha socializado alguna información sobre la pandemia, aunque el sindicato reclama que son pocas las charlas que se dan sobre el tema.

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En la extractora Oro Rojo hicieron huelga

José Daniel Pérez, de Sintraproaceites Sábana de Torres nos contó la lucha que tuvo que dar su organización sindical para que la empresa implementara los protocolos. Una de estas fue el cese de actividades que duró medio día y a raíz del cual la empresa hizo lo que tenía que hacer.

Al inicio del aislamiento los trabajadores le enviaron una comunicación a la empresa para que les diera garantías. Solicitaron tapabocas, gel y la contratación de un nuevo bus para el transporte. La empresa dijo en un principio que eso no era posible, pero a raíz de la protesta, accedió. Los trabajadores lograron que les dieran tapabocas y gel para todos. Se realizaron mejoras en los baños y se acogió el distanciamiento social en el casino. Se contrató un nuevo bus y adicionalmente se puso en marcha un control a la entrada de la empresa.

La implementación de esos protocolos se ha hecho en parte a la presión ejercida por la organización sindical, dice José Daniel. La lucha de los trabajadores dio resultados y la empresa entendió que era necesario tomar medidas. “Nosotros siempre argumentamos que no tenía sentido estar enfermos para cuidarnos, que había que evitar que el virus llegara a la empresa” expresó el dirigente sindical.

Sintraproaceites también ha emprendido un trabajo de concientización entre sus afiliados para que pongan en práctica las medidas en la empresa y en la casa. En la Extractora Oro Rojo laboran un total de 72 trabajadores, la mayoría de los cuales están afiliados a la organización sindical. Hasta el momento ninguno de los trabajadores ha sido aislado por sospechas de contagio.

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Aceites Manuelita se ha acercado al sindicato Sintraimagra

De los tres casos que conocimos en esta nota, podríamos decir que a los trabajadores afiliados a Sintraimagra Villavicencio es a los que mejor les ha ido. El diálogo social ha aumentado entre empresa y sindicato y la membresía de la organización también ha crecido.

Aceites Manuelita ha implementado los protocolos de bioseguridad exigidos por el Gobierno y ha tenido muy en cuenta las peticiones y sugerencias de la organización sindical. A pesar de las dificultades de comunicación que se habían presentado anteriormente, esta vez es diferente.

Nelson Jiménez, presidente de la organización dice que como sindicato han presionado para que se dé el cumplimiento de los protocolos por parte de la empresa. Ahora se han implementado las rutas dobles, fumigación en los campamentos, fumigación de los vehículos, entrega de tapabocas y de geles glicerinados.

La empresa se empezó a reunir con el sindicato por videoconferencia, nos pidieron que les ayudáramos para que la gente fuera consciente de la pandemia. “La empresa no nos ha negado los permisos, he estado visitando los lotes de cosecha y esto ha ayudado a que crezca el sindicato, como unas 30 afiliaciones. Ya tenemos unos 300 afiliados en Manuelita” dice Jiménez.

En la empresa no ha pasado nada. No han despedido a ninguno de los trabajadores. A los que tienen enfermedades preexistentes los enviaron a vacaciones y aún siguen en las casas. “La gerencia está muy pendiente con todos los trabajadores” dice Jiménez.

Las relaciones entre sindicato y empresa han mejorado durante la pandemia. Hay comunicación constante entre la gerencia y el presidente del sindicato. Y los trabajadores también han visto el liderazgo que ha tenido la organización sindical en este sentido.

Pese a las dificultades que por la pandemia enfrentan los trabajadores del campo, estas tres organizaciones sindicales no tienen despidos que lamentar. Las empresas les han pagado puntualmente los salarios y no ha habido mayores problemas. Otra de las ventajas es que tampoco se han reportado casos positivos por parte de los trabajadores. Por el momento no son tan malas las noticias.

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