El 10 de diciembre es una fecha conmemorativa en la historia de los derechos humanos, desde el año 1948 que es adoptada la Declaración Universal de los Derechos Humanos por parte de la Asamblea General de las Naciones Unidas. Si bien, este hito histórico representa un logro de las luchas sociales y populares por la dignidad humana y, la importancia de los mecanismos formales de protección, resulta fundamental, ante todo, reivindicar el papel que millones de hombres y mujeres en el mundo desempeñan por la defensa de los derechos humanos.
De manera particular, en Colombia, las personas defensoras de derechos humanos presentes en contextos urbanos y rurales, han forjado legados e invaluables aportes en la búsqueda de una sociedad más democrática y justa. No obstante, sus liderazgos y proyectos colectivos han sido fuertemente golpeados por la persecución y el exterminio, como fenómenos históricos y persistentes. Según Indepaz (2023), en lo corrido del presente año han sido asesinados en Colombia 157 líderes sociales y defensores de derechos humanos, así como 33 firmantes de paz.
En medio de este contexto, el sindicalismo hace parte de ese sujeto diverso y plural dedicado a la defensa de los derechos humanos en Colombia. Así fue reconocido recientemente por la Comisión de la Verdad como un sujeto resistente y sobreviviente que enfrentó más de 15.000 hechos victimizantes contra afiliados/as de base, líderes, dirigentes y asesores/as sindicales ocurridos en el marco del conflicto armado por su labor sindical, social y sus apuestas políticas entre la década de los 80 y el año 2022. Según esta entidad del Sistema Integral de Paz, esta violencia se asentó en: i) el cuestionamiento de la acción sindical, las demandas laborales y la huelga, ii) el ataque a sindicalistas por su participación política, iii) la imposición de cambios legislativos y políticas económicas, y iv) desconocer su ejercicio de liderazgo y movilización social (Comisión de la Verdad, 2022).
Como parte de una historia compartida, pese a la existencia de mecanismos de protección nacionales e internacionales para el ejercicio de la libertad sindical, el sindicalismo colombiano ha sido perseguido y exterminado en medio de la más sistemática y letal violencia antisindical que se haya vivido en el mundo. Según el Sistema de Información de Derechos Humanos, Sinderh, entre el 01 de enero de 1971 y el 12 de diciembre de 2023 se han registrado al menos 15.844 violaciones a la vida, la libertad y la integridad cometidas contra sindicalistas en Colombia, de las cuales 3.328 han sido homicidios. 12.281 hechos se han cometido contra hombres, mientras que, en 3.563 casos las víctimas han sido mujeres. 6.756 casos se han focalizado en la dirigencia sindical (Sinderh, ENS, reporte con corte a 12 de diciembre de 2023).
La violencia antisindical persiste pese a la llegada de un gobierno alternativo y progresista que ha manifestado su voluntad por el respeto y la garantía de los derechos humanos. Asimismo, resulta grave que este tipo de violencia no logre ser erradicada, pasada más de una década de la existencia de recomendaciones para la superación de la violencia antisindical y la impunidad; entre ellas, las derivadas de la Misión de Alto Nivel de la OIT (2011), el informe del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) “Reconocer el pasado, construir el futuro (2011)”, el Plan de Acción Laboral firmado entre los gobiernos de Obama y Santos (2011), la Hoja de Ruta en Derechos Humanos y Laborales firmada entre el gobierno colombiano y el Parlamento Europeo (2012), las medidas sugeridas por el Comité de Empleo, Trabajo y Asuntos Sociales de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE, 2016), los encargos realizados por los Sistemas Universal e Interamericano de Derechos Humanos, y recientemente, y las recomendaciones que hacen parte del Informe Final de la Comisión de la Verdad (2022a).
En el último año, se han documentado 66 casos de violaciones a la vida, la libertad y la integridad contra sindicalistas en Colombia, 14 sindicalistas han perdido la vida entre enero y diciembre de 2023. Hoy, en el marco de la reactivación del proceso de reparación al movimiento sindical, resulta imperante fortalecer la incidencia, la exigibilidad de acciones de no repetición, orientadas a la superación de la cultura antisindical, la violencia antisindical y la impunidad.
Presentamos las siguientes infografías con datos relevantes actualizados sobre la violencia antisindical en nuestro país.
Referencias bibliográficas
Comisión para el Esclarecimiento de la Verdad, la Convivencia y la No Repetición (2022). “Verdades inaplazables: violencia antisindical en el marco del conflicto armado colombiano”, En: https://www.comisiondelaverdad.co/caso-sindicalismo
Comisión para el Esclarecimiento de la Verdad, la Convivencia y la No Repetición (2022a). “Recomendaciones del Informe Final”, En: https://www.comisiondelaverdad.co/hallazgos-y-recomendaciones/recomendaciones-if#
Observatorio de Derechos, Conflictividades y Paz (2023), “Líderes sociales, defensores de derechos humanos y firmantes del Acuerdo asesinados en 2023”, Bogotá, Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz.En: https://indepaz.org.co/lideres-sociales-defensores-de-dd-hh-y-firmantes-de-acuerdo-asesinados-en-2023/
Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), en su informe de 2015, “Recomendaciones de políticas para Colombia” (Naciones Unida, 25 de junio de 2013)
Organización Internacional del Trabajo (2011). Misión de Alto Nivel de la OIT en febrero de 2011.
Plan de Acción Laboral (Acuerdo Obama-Santos) del 7 de abril del 2011.
Resolución 2628, “Hoja de Ruta en derechos humanos y laborales” del Parlamento Europeo, del 13 de junio de 2012.
Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (2012). Reconocer el pasado, construir el futuro. Informe sobre violencia contra sindicalistas y trabajadores sindicalizados, 1984- 2011. Bogotá, PNUD.
Sistema de Información de Derechos Humanos, Sinderh, de la Escuela Nacional Sindical (reporte realizado con corte a diciembre 12 de 2023)
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