La Escuela Nacional Sindical tiene director encargado desde el 1 de noviembre

Desde el pasado 1 de noviembre la Escuela Nacional Sindical tiene a Carlos Julio Díaz Lotero como Director Encargado. La designación se realizó en la última asamblea de socios realizada el 24 de octubre. En ella se decidió encargar a Díaz Lotero hasta que se surta un nuevo proceso eleccionario en la ENS, posiblemente en marzo o junio del año entrante.

Carlos Julio Díaz es Contador Público de la Universidad de Medellín. Especialista en Planeación urbano regional de la Universidad Nacional. Fue presidente de la CUT Antioquia y también estuvo cómo director de la ENS. Díaz Lotero se venía desempeñando como analista y profesional de la institución que ahora está a su cargo.

La Agencia de Información Laboral conversó con él sobre los retos que tiene la ENS y lo qué hará para enfrentarlos. Por un lado, están los temas de país en los que espera que la institución siga incidiendo oportunamente cómo lo ha venido haciendo y, por otro lado, está el tema del conflicto con los trabajadores, del cual él espera sacar una ENS fortalecida.

¿Cuáles son los retos de la Escuela Nacional Sindical?

En este momento la ENS tiene dos grandes retos: el primero es un reto externo, de tal manera que la organización continúe incidiendo en políticas públicas, en debates de país como lo hemos hecho este año en renta básica universal, por ejemplo, en temas de empleo y de hacerle sombra a la mesa de empleo gubernamental. Creo que hemos hecho un gran ejercicio académico, de unir muchas voces sociales y desde la crítica, el mundo académico y la economía alternativa. Hay que seguir trabajando en esa línea externa.

El segundo reto es interno. Creo que la institución atraviesa un momento bastante complejo por la diversidad de conflictos que hemos tenido que no se han tramitado de manera adecuada. El gran reto que tenemos los trabajadores, los socios, la dirección de la Escuela, es volver a encontrar sinergias en medio de la diversidad de intereses que tenemos. Debemos entender que este es un proyecto político y es necesario que entre todos podamos encontrar puntos comunes.

Me parece que esos son los dos retos fundamentales, tratar de encontrar ese punto de sinergia interna y seguir teniendo una gran capacidad externa de incidencia en los temas de la macro política; temas de empleo, el ingreso de la gente y propuestas de cómo reactivamos la economía para generar empleo de calidad.

¿Cómo resolver el conflicto que hay a nivel interno?

Esta es una institución que ha demostrado a lo largo de la historia que se ha reinventado, que ha superado dificultades internas y creo que hay una gran conciencia de los trabajadores, de los socios, y del cuerpo directivo de la Escuela de que es importante buscar ese punto de encuentro para tener mayor capacidad de incidencia externa y creo que lo vamos a lograr. Yo percibo una gran responsabilidad en los trabajadores y trabajadoras, en la idea de que los proyectos deben seguir adelante, lo han hecho en el marco de las protestas en que han expresado la inconformidad por algunos temas internos.  Creo que eso hace parte de la democracia, esto muestra que la Escuela respeta las libertades sindicales y con este ejercicio democrático vamos a crecer todos. Estoy convencido de que todos vamos a salir fortalecidos.

¿Cuál será el aporte para resolver el conflicto?

Yo vengo de un mundo en donde el conflicto es permanente, y he logrado demostrar que con una actitud democrática y dialógica superamos los problemas. Soy una persona por principio conciliadora.  El conflicto no me asusta, creo que el conflicto hace parte de la vida, de la convivencia humana y el conflicto bien tramitado nos hace crecer.  Creo que, a lo largo de mi historia, de mi vida personal, por donde he transitado he logrado dejar buenos recuerdos porque hemos manejado las cosas con mucho respeto, con mucha tranquilidad y entendiendo que los derechos se ejercen y no implica una actitud de deslealtad con la institución. Considero que si la Escuela predica hacia lo externo las libertades democráticas, debe entender que esas son realidades y derechos que se deben ejercer también dentro de la Escuela. De hecho, el sindicato que hoy tenemos en la Escuela, SINTRAONGS, fue un sindicato promovido por la misma institución. Lo promovimos en el mundo de las ONGs, en el mundo social, y a veces fuimos incomprendidos, incluso por el mismo sindicalismo que a veces entendió mal el ejercicio sindical dentro de los sindicatos y dentro del mundo de las ONGs. La Escuela Nacional Sindical ha sido coherente en eso y creo que lo que hoy pasa en la institución no es motivo de preocupación sino una demostración de la coherencia que tenemos entre lo que decimos y lo que practicamos.

En lo que tiene que ver con la incidencia de la Escuela Nacional Sindical. ¿Cómo hacer para fortalecerla?

Yo creo que el reto número uno que tenemos cómo país es el empleo, las cifras de desocupados han llegado a niveles aterradores. Todo agravado por la pandemia, pero la tendencia ya venía. Hoy la apuesta del gobierno en la Misión de Empleo es seguir promoviendo el empleo con una política que ya ha fracasado: precarizar al trabajador, empobrecer al trabajador para generar empleo haciendo reformas laborales y sociales regresivas. Nuestro reto es tratar de desvirtuar esas políticas, tratar de promover un gran debate de país.  Estamos ad portas también, menos de dos años, de un debate electoral para elegir nuevo presidente, creo que estamos en el mejor momento para que este país se movilice con ideas diferentes.

Las ideas que nos han gobernado en los últimos 30 años en Colombia fracasaron. No podemos seguir haciendo lo que ya fracasó para generar empleo. El gran reto que tenemos es cómo reactivamos la economía del país, como transformamos el aparato productivo, como recuperamos el agro, cómo promovemos la manufactura que agregue valor, que genere empleo de calidad, e ingresos decentes para la gente. Este es el reto más importante de país que tenemos, y en ese contexto las libertades sindicales, la negociación colectiva, la importancia de que los trabajadores sean reconocidos como un actor fundamental en la democracia se hacen necesarios para el logro del Trabajo Decente. Esas son las apuestas que tenemos como Escuela Nacional Sindical y vamos a contribuir para que en lo que viene del 2021 y del 2022 tengamos un rol central en la transformación de nuestro país, para que sea más equitativo,  incluyente, democrático, solidario y humano. La política económica y social debe restablecer la centralidad de las personas en la democracia y del trabajo en la sociedad.

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