Entrevista con Edwin Castaño, dirigente de la USO
El mayor campo de producción petrolera del país: Campo Rubiales, pasará este 1º de julio a ser operado directamente por Ecopetrol, en razón a que en esta fecha termina el contrato con la multinacional canadiense Pacific Rubiales. Lo que significa que a manos de Ecopetrol pasará, no ya el 57% sino el 100% de los 164.000 barriles diarios que produce este campo.
Asimismo, a partir del 4 de julio toda la producción de Cusiana, en Casanare, será también para Ecopetrol (hoy recibe el 51%), tras el fin del contrato que desde 1986 firmó con la British Petroleum. Este campo, que en los últimos años ha operado Equión, hoy está en declive, produce cerca de 10 mil barriles diarios, cuando en sus mejores tiempos llegó a producir 434 mil. Su mayor reserva es de gas natural, producto con el que surte el centro y accidente del país.
Con la decisión de asumir en solitario la operación de estos dos importantes campos petroleros, Ecopetrol queda con el 90% de la producción total del país. El solo campo Rubiales aporta el 21%.
La USO, como sindicato líder de la industria petrolera, históricamente vinculado a la lucha por la soberanía nacional sobre los recursos naturales, celebró el que ahora Ecopetrol retome el control total de estos dos campos, hecho que reclama con un triunfo para el país y para la USO misma, pues fue una de las organizaciones sociales que más se movió para que el Gobierno no le renovara el contrato a la multinacional canadiense.
Por otra parte, la USO tiene el reto de ganar para su cauda a los trabajadores de este campo, pues con la terminación de la operación de Pacific el sindicato que allí funciona, la Uten, no será reconocido por Ecopetrol, según lo anunció. La USO pedirá que su convención colectiva se extienda a los trabajadores de Campo Rubiales ahora que éste será operado por Ecopetrol.
Con el slogan: “Hoy estamos de fiesta”, la USO realizó este miércoles un acto simbólico en la plazoleta de Ecopetrol en Bogotá, al que invitó a congresistas, amigos y personas que le han acompañado en su lucha por Campo Rubiales. Y el viernes 1º de julio hará presencia allí para realizar un acto con los trabajadores y las comunidades, que han sido golpeadas por la operación de la Pacific en esta región del Meta. Y el 4 de julio estará en Casanare por lo de Cusiana.
Para conversar sobre el tema, la Agencia de Información entrevistó a Edwin Castaño, ex presidente actual director de comunicaciones de de la USO, quien también se refiere al proceso de paz con las FARC, a la anunciada venta de Propilco, a la frustrada modernización de la refinería de Barrancabermeja, entre otros temas:
- ¿Cuál es la importancia estratégica de Campo Rubiales para Ecopetrol?
Para Ecopetrol, y para todos los colombianos, es importante la terminación de los contratos con Pacific en Rubiales y Cusiana, toda vez que el 100% de la producción de estos dos campos queda en sus manos, con los beneficios que eso tiene para el país en términos de recursos petroleros para la inversión social. No fue un proceso fácil, porque Pacific se la jugó toda para ver si podía explotar más años este campo, haciendo un intenso trabajo de lobby y de publicidad mediática, diciendo que Pacific era Colombia.
- ¿Qué papel jugó la USO en el proceso que termina esta semana con el control estatal de Campo Rubiales?
El proceso para la USO arranca cuando decidimos tener presencia allí, con el propósito de hacer trabajo sindical, más que todo por las pésimas condiciones de explotación y humillación de los trabajadores, y su feroz política antisindical. Eso fue en 2011 y 2012, pero nos estigmatizaron y nos sacaron de allá con intimidaciones, con la fuerza pública y con los paramilitares de esa zona. Hasta el senador Alexander López, que nos acompañó a una visita como miembro de la Comisión de Derechos Humanos del Senado, comprobó el poder de Pacific en la región. No le permitieron ingresar, la empresa tenía el control de todas las vías públicas, casi hasta el Vichada.
- ¿Y cuando empezaron la lucha para que Ecopetrol terminara el contrato con Pacific y asumiera el 100% de la operación?
En el 2014 tomamos la decisión de iniciar un proceso social y político para lograr ese fin, porque hubo un momento en que pensamos que se le entregaría de nuevo el campo a Pacific. Hicimos foros en las universidades, debates en el congreso con la participación de congresistas como Jorge Robledo, Alexander López, Albero Castilla. En Puerto Gaitán y regiones del Meta también hicimos eventos con la comunidad en busca de apoyos. Finalmente, el Gobierno decidió recibir el campo para operarlo, algo que los colombianos debemos celebrar como un logro porque fue también fruto de la acción de movimientos sociales, políticos y sindicales, que jalonaron y presionaron para que Rubiales retornara a manos de los colombianos.
Este retorno de Campo Rubiales coincide con otro hecho histórico de envergadura: el acuerdo del fin de la guerra con las FARC. La USO ha sido una de las organizaciones más comprometidas con el proceso de paz, sobre todo en las regiones donde hace presencia. En el campo de la paz, ¿qué sigue para el sindicato?
Saludamos el proceso de La Habana y lo acompañamos. Vamos a buscar que los recursos minero-energéticos se pongan en clave de paz. La USO seguirá promoviendo el lema “Territorios con energía y desarrollo para la paz”. Vamos a estar en las regiones de explotación de recursos minero-energéticos; y no solo la USO, las demás organizaciones sindicales del sector también deben estar. Además, porque son territorios con mucha riqueza mineral pero también con mucha miseria social y abandono del Estado. Pero una paz sin los otros grupos armados queda incompleta. Por eso le hemos pedido al Gobierno Nacional que se siente de forma inmediata con el ELN y el EPL.
- ¿La USO promoverá el sí a la refrendación de los acuerdos de La Habana?
Claro que sí, pero sin entregarle un cheque en blanco a Santos.
En noviembre la USO realizó la 2ª Asamblea por la Paz, que fue una gran movilización de organizaciones y voluntades en torno al proceso de La Habana, con más de 15 asambleas regionales y una nacional. Este año se reunieron con el Presidente Santos para entregarle las conclusiones de esas asambleas. ¿Qué ha pasado con eso?
La planteamos al Presidente Santos nuestra propuesta de una ley orgánica de hidrocarburos que vaya de la mano con el tema de la paz.
Para que no se regale el petróleo, para que no sigamos abrimos las manos a la inversión extranjera bajo la ley del embudo: para ellos el 70%, y para el país solo el 30%. Eso hay que cambiarlo. El Presidente quedó de hacer su trabajo en lo concerniente a Ecopetrol, pero vemos que eso fue un canto a la bandera. Hace 15 días en un Consejo de Ministros aprobó la venta de Propilco, que es un desacierto de su gobierno.
- ¿Por qué es un desacierto?
Porque es una empresa rentable, vende $1.3 billones y genera en utilidades netas $124 mil millones. Es la primera empresa petroquímica del país, con más de mil clientes en 30 países del mundo. En América es la tercera empresa en suministro de resinas, propileno y polipropileno. Fue comprada por 690 millones de dólares y hoy la quieren entregar por mucho menos de ese dinero. Se dice que los mismos que la vendieron hoy quieren comprarla. Y también Ecopetrol acaba de anunciar que va a entregar 20 campos menores a manos privados, campos maduros que tienen poca producción, pero en la situación de la empresa cada barril suma. Por eso la USO pasará una cuenta de cobro, porque si bien le apostamos a la paz, no estamos de acuerdo con esa política.
- ¿Cuál es la razón del Gobierno para vender a Propilco?
No hay razón válida. Si bien Ecopetrol pasó por una difícil situación financiera por el bajo precio del barril, hoy no tiene esa premura. Pero vamos a hacer todos los esfuerzos para impedirlo. Estamos trabajando de la mano con los mismos parlamentarios que nos acompañaron en lo de la terminación del contrato con Pacific, los senadores Robledo, Alexander López, Alberto Castilla, Jorge Prieto, Sofía Gaviria, Daira Galvis, entre otros. También con personas influentes de la academia, con organizaciones sociales y sindicatos vamos a dar el debate por la no venta de Propilco.
- Qué sigue ahora con los trabajadores de Campo Rubiales y Cusiana. ¿Pasan a la USO? ¿Hay algún compromiso al respecto?
Ya solicitamos que la convención colectiva de la USO se haga extensiva a esos trabajadores. Ecopetrol ha dicho que por ahora no define nada al respecto porque aún no ha recibido el campo. Tal vez es una estrategia para dilatar el tema y no darnos entrada. Pero nosotros vamos a ganar nuestra entrada a fuerza y a pulso como siempre. Esteremos el 1º de julio en las puertas con la bandera de la USO y de Colombia. Realizaremos un mitin con los trabajadores.
- ¿Han sondeado las expectativas y el ánimo de estos trabajadores, ahora que ya no serán de Pacific ni del sindicato Uten?
Hay muy buen ambiente. Los trabajadores saben que hay una convención colectiva, y que para la USO es muy importante romper las fronteras invisibles que allí existen. Poco a poco tenemos que llegarle también a la comunidad y las autoridades de la región, que de alguna forma en el pasado se pusieron del lado de Pacific. Deben entender que Pacific es cosa del pasado, que ahora estaremos nosotros en la lucha y el acompañamiento de las comunidades y los trabajadores.
- Cambiando de tema, ¿qué opinión tiene la USO sobre la utilización en Colombia de la técnica del fracking, que anunció Ecopetrol?
La USO ha tomado una decisión política, y también de responsabilidad con el medio ambiente, y es no permitir la aplicación de esta técnica en ningún bloque en Colombia. Nosotros como sindicato no le jalamos a esa técnica, que es agresiva con el medio ambiente, con los acuíferos y los ríos porque necesita altos volúmenes de arena y agua, y elementos químicos que generan problemas. En Estados Unidos se ha comprobado que genera cáncer a las personas que viven en inmediaciones de las explotaciones.
- ¿En qué va el proyecto de modernización de la refinería de Barrancabermeja?, que es otra de las luchas de la USO.
Es lamentable que el Gobierno Nacional y Ecopetrol hayan tomado la decisión de paralizar este proyecto, en el que ya ha invertido más de $400 millones de dólares en equipos, que están guardados y sin usar en la refinería de Cartagena. Es un error esta parálisis porque, según las proyecciones de la Unidad de Planeación Minero-energética, ya estamos desabastecidos en 16 mil barriles diarios de diésel. Y para el 2025 el desabastecimiento va a ser de 30 mil barriles. Y para satisfacer esa demanda se abrirá el proyecto al capital privado extranjero, lo que atentará contra nuestra soberanía energética.