La semana pasada Sintraproaceites realizó una movilización en San Alberto.
El primero de noviembre se cumplió un año de la declaratoria en liquidación de Indupalma. En 2019, la empresa que tiene sede en San Alberto, Cesar y que contaba con cerca de 400 trabajadores directos decidió cerrar su planta de extracción y procesamiento de palma. Ese día les ofrecieron a sus trabajadores un “arreglo” para que renunciarán voluntariamente. Muchos accedieron, pero cerca 72 de ellos decidieron quedarse en el sindicato y hacer respetar la convención colectiva y sus derechos.
Sintraproaceites San Alberto es la organización sindical que afilia a estos trabajadores que aún resisten en Indupalma. No han sido pocas las presiones que han recibido para que acepten el trato de la empresa y renuncien a la convención colectiva, la cual es el fruto de más de 50 años de lucha de los trabajadores y trabajadoras. La empresa los ha estigmatizado y ha regado el cuento de que ellos son los culpables que las labores aún no se reanuden en la planta extractora.
Pero los afiliados a Sintraproaceites, sus familias y gran parte de la comunidad sabe que lo que dice la empresa no se ajusta a la realidad. Saben por ejemplo que los cultivos siguen produciendo y que allí laboran más de 600 trabajadores de dos empresas tercerizadoras, que también perteneces a Indupalma. Los habitantes de la región son testigos del tránsito de tracto mulas que se llevan el fruto de la palma a otras plantas extractoras. Saben que la empresa sigue produciendo y sospechan que la liquidación voluntaria solo es una manera de acabar con la organización sindical Sintraproaceites y con los derechos adquiridos por los trabajadores y trabajadoras.
La protesta de Sintraproaceites para conmemorar el primero de noviembre
Los afiliados que aún resisten en Sintraproaceites, en compañía de organizaciones sindicales de la región realizaron el pasado 3 de noviembre una protesta en San Alberto. Desde antes del amanecer empezaron sus actos de movilización. Mientras unos tapaban el paso en las entradas de las plantaciones, otros se reunían en el sector la Palma. Desde allí partieron en una marcha por tres kilómetros hasta llegar a la entrada de la empresa Indupalma. Los trabajadores permanecieron allí hasta la 1 de la tarde.
Durante toda la mañana se informó del proceso. Los directivos de Sintraproaceites intervinieron para pedirle a la empresa que se reúna con ellos y busquen soluciones conjuntas para poder reiniciar sus labores en la planta extractora. De la misma manera, dirigentes sindicales de las organizaciones de la región expresaron su voz de aliento para los 72 trabajadores que aún resisten y le exigieron a la empresa respeto por ellos y sus derechos.
El espacio fue denominado asamblea informativa y de él hicieron parte organizaciones como Sintraproaceites Nacional, Sintraproaceites la Gloria y Sabana de Torres. También Sintrapalmas seccionales Barrancabermeja y Puerto Wilches. De la misma manera se hicieron presentes Sintrainagro Minas, Sogamoso y San Alberto. El acompañamiento de la CUT Santander también fue visible.
Los integrantes de Sintraproaceites San Alberto fueron enfáticos en rechazar la liquidación de Indupalma. Coinciden en que no es más que una maniobra para acabar con el sindicato y con los derechos que los trabajadores han adquirido a lo largo de décadas de lucha que les ha costado varias víctimas mortales.
De la misma manera, los sindicatos que se solidarizaron con Sintraproaceites San Alberto rechazaron la actitud de la empresa que se ha negado a conversar con el sindicato. Le exigieron que se sienten a negociar directamente y que no engañen a los trabajadores y a las comunidades. También rechazaron la intención de acabar con la organización sindical y con la convención y los beneficios de los trabajadores y de las comunidades.
Los mensajes de los participantes
Arturo Rincón es el presidente de Sintraproaceites San Alberto y quien le ha puesto el pecho a la situación durante este año. Él dice que aún son más de 100 los trabajadores y trabajadoras que se benefician de la convención colectiva. Algunos de la parte administrativa, que no están afiliados a la organización, siguen recibiendo los derechos de la convención.
El mensaje que Rincón le envía a los directivos de Indupalma es claro: “Los trabajadores que aún no nos hemos acogido a ese plan de retiro estamos acá, estamos presentes y tenemos la voluntad de seguir entregando nuestra fuerza de trabajo y sacar una compañía adelante, o en el peor de los casos, continuar con unos nuevos dueños”. Resalta el dirigente que lo harán sin renunciar a los derechos adquiridos a lo largo de todos los años de historia. “Los trabajadores que aún continuamos tenemos la voluntad férrea de defender nuestros derechos, pero también de aportarle a la empleabilidad de la región”, dice.
Finalmente, Arturo le hace un llamado a la empresa: “Qué nos escuchen, porque llevamos un año en el que ellos no han querido sentarse con nosotros con la voluntad necesaria para poder buscarle salidas y alternativas a la empleabilidad de la región”.
En el mismo sentido se refiere Rubén Samacá. Él es afiliado a Sintrainagro Minas y actualmente es el Fiscal de la Central Unitaria de Trabajadores, CUT, Subdirectiva Santander. Samacá asegura que el único fin de la liquidación de Indupalma es acabar con el sindicato. “Desde la CUT Santander acompañamos esta actividad porque los compañeros lo que están pidiendo es que la empresa les permita retornar a sus labores”. Agrega que el futuro de los trabajadores es incierto y que por eso consideran, desde la CUT, que hay que hacer todo lo posible para que los compañeros retornen a sus labores y puedan brindarles un futuro a sus familias.
Sobre el posible fin de la convención colectiva de trabajo que tiene Sintraproaceites en Indupalma, Rubén Samacá dice que esto significaría un retroceso de más de 50 años porque los trabajadores llevan muchos años en la empresa. “A parte de eso sería un retroceso para la región. Sintraproaceites ha sido un símbolo de lucha sindical y la verdad es que no podemos dejar perder un sindicato tan significativo para la región del Magdalena Medio y del Sur del Cesar”, dice Samacá.
El dirigente de la CUT hace un llamado al gobierno nacional para que intervenga en este tema porque la empresa quiere acabar con el sindicato. “Lo que necesitamos es que se respete el derecho a la sindicalización en el trabajo”, finaliza Samacá.
Por su parte, Jorge Castillo, presidente de Sintrainagro San Alberto y quien trabaja actualmente para una de las empresas tercerizadoras de Indupalma dijo que los trabajadores tienen todo el derecho a la protesta en Indupalma. “Hoy estamos diciéndole a la empresa Indupalma que necesitamos a los trabajadores en los puestos de trabajo y por eso protestamos; para que no se acaben los derechos de los trabajadores de Indupalma y de Colombia”, dijo Castillo.
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La voz de una afiliada a Sintraproaceites
Elcida Jaimes Ortega es una de las pocas mujeres del sindicato y de las que aún resiste. Solo quedaron 4. Jaimes Ortega es ahora dirigente de la subdirectiva de Sintraproaceites. En la última asamblea general fue elegida en la junta directiva y actualmente es la secretaria de salud.
Con el empoderamiento que le da el ser dirigente pero además el que siente por ser trabajadora desde hace muchos años de Indupalma, se refirió a la situación. Elcida dice que ella sigue en el sindicato porque es cabeza de familia y porque la empresa le ha permitido sacar adelante a su familia. “La empresa ha sido una fuente de empleo y sustento para muchas familias” y agrega que el estar en el sindicato es un derecho que tiene como trabajadora.
Jaimes Ortega agrega: “Yo no creo que Indupalma de la noche a la mañana diga que está en quiebra o que va a entrar en liquidación porque la actividad no es rentable, eso es una gran mentira. Son estrategias para poder acabar el sindicato y la convención colectiva”.
El discurso de una de las 4 mujeres que aún permanecen en Sintraproaceites San Alberto es de lucha. Dice que está en la resistencia porque hay que defender los derechos adquiridos en tantos años. “Estas palmas nos han visto crecer, han visto crecer a nuestros padres y a nuestros hijos” dice. Además, Jaimes agrega: “Estamos aquí para decirle a la empresa que estamos en pie de lucha, resistiendo y reclamando lo que nos corresponde”.
Finalmente le pide a la empresa que se siente a negociar con los trabajadores y con la organización sindical. “Nosotros estamos abiertos al dialogo. El sindicato no se ha negado nunca. Estamos dispuestos a mirar cómo se puede seguir con el negocio. Podemos trabajar en conjunto”, dice.
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El camino que sigue
Los trabajadores afiliados a Sintraproaceites siguen con la incertidumbre de lo que va a pasar. Sin embargo, han escuchado que hay un inversionista interesado en comprar la empresa. Incluso algunas personas ya se han reunido con ellos y con otras fuerzas vivas del municipio para indagar sobre las condiciones de Indupalma.
Desde los trabajadores consideran que ese puede ser el camino. Saben que la empresa es viable por la cantidad de hectáreas que tienen sembradas en palma, alrededor de 8 mil. Además, dicen estar dispuestos a trabajar con el inversionista que llegue, siempre y cuando les respete sus derechos adquiridos y dialogue con la organización sindical.
Mientras eso pasa, ellos seguirán resistiendo, defendiendo su convención colectiva, convencidos que los derechos adquiridos no son negociables y de que la empresa es rentable económicamente. Argumentan que los beneficios de los trabajadores son una ínfima parte de los gastos en los que incurre la compañía y que es posible que el nuevo inversionista les siga garantizando esos beneficios a ellos y a la comunidad.