Por Carmen E. Pico
Responsable tema Salud en el Trabajo, ENS.
El Sistema de Seguridad Social en Riesgos Laborales de Colombia fue diseñado en 1994 con el criterio de aseguramiento e intermediación a cargo del sector privado, y con un modelo de competencia regulada por el mercado de los seguros de vida y financieros. Se eliminó así el monopolio del estado, lo que trajo como consecuencia la concentración del aseguramiento en el sector privado.
Hoy, transcurridos 20 años, podemos decir que el sistema no ha cumplido los objetivos por el cual fue diseñado, puesto que los problemas estructurales de salud y trabajo continúan aumentando. A diciembre de 2013 solo el 38,2% de los y las trabajadoras del país estaba afiliado a una Administradora de Riesgos Laborales (ARL), o sea 8´269.950 personas.
Los propósitos importantes, como la prevención y la promoción de la salud laboral, no se han cumplido, lo mismo que no ha cedido la precarización de las condiciones de trabajo ni ha mejorado la calidad del empleo, dando como consecuencia un preocupante aumento de las muertes por el trabajo y de los accidentes y enfermedades laborales.
Una de las razones de este fracaso es que, para su viabilidad financiera y la prestación de servicios, el modelo de aseguramiento fue diseñado con base en el contrato de trabajo. Pero como el empleo que se ha generado en el país es básicamente precario, carece de contrato directo y tiene altos índices de informalidad y tercerización que no garantizan los mínimos derechos laborales para las y los trabajadores, la consecuencia es que más del 61.8% de la población ocupada, es decir 12´800.000 trabajadores, no tiene ninguna posibilidad del acceso a la afiliación en riesgos laborales.
Hoy el Sistema de Seguridad Social en Riesgos Laborales es administrado por 10 ARL, 9 de ellas con capital privado y una pública, que es la ARL Positiva. Pero al analizar los afiliados a las ARL en relación con el porcentaje de las empresas, se observa que Positiva, la ARL pública, aunque tiene el menor número de afiliados (36,1%) cuenta con el mayor número de empresas: el 77%. Es decir, las ARL del sector privado tienen la mayoría de los trabajadores afiliados, con un 63.9% en tan solo el 33% de las empresas, lo que significa que estas ARL concentran las empresas más grandes y formalizadas.
El promedio de afiliados por empresa a la ARL Positiva es de 6,4 de trabajadores, es decir, solo afilia las pequeñas y medianas empresas. Mientras que el sector privado tiene un promedio de 38 trabajadores por empresa.
En relación con la cobertura por regiones, los datos son preocupantes. Existen departamentos donde prácticamente no hay afiliados, como si allí no existiera población trabajadora, casos Guaviare, Guainía y Vaupés. La afiliación se concentra en 3 departamentos: Bogotá-Cundinamarca, Antioquia y Valle, que agrupan el 69.4%, en contraste con los otros 28 departamentos, que tienen coberturas muy bajas, en algunos inexistentes, como se ve en siguiente cuadro:
Cobertura de riesgos laborales por departamentos. Año 2013.
DEPARTAMENTO | TOTAL TRABAJADORES | % TOTAL TRABAJADORES |
Bogotá | 3´222.650 | 38,97 |
Antioquia | 1´294.495 | 15,65 |
Valle | 915.815 | 11,07 |
Atlántico | 436.078 | 5,27 |
Santander | 357.937 | 4,33 |
Cundinamarca | 306.116 | 3,70 |
Bolivar | 228.215 | 2,76 |
Risaralda | 155.527 | 1,88 |
Meta | 143.106 | 1,73 |
Vichada | 1.370 | 1,66 |
Caldas | 122.465 | 1,48 |
Tolima | 119.342 | 1,44 |
Norte de Santander | 115.070 | 1,39 |
Boyacá | 99.011 | 1,20 |
Huila | 97.994 | 1,18 |
Magdalena | 90.096 | 1,09 |
Córdoba | 73.992 | 0,89 |
Cauca | 73.489 | 0,89 |
Nariño | 71.659 | 0,87 |
Cesar | 71.109 | 0,86 |
Quindío | 68.889 | 0,83 |
Casanare | 56.492 | 0,68 |
La Guajira | 35.720 | 0,43 |
Sucrer | 33.992 | 0,41 |
Caquetá | 18.715 | 0,23 |
Arauca | 15.304 | 0,19 |
Chocó | 12.641 | 0,15 |
Putymayo | 12.361 | 0,15 |
San Andrés | 11.976 | 0,14 |
Amazonas | 3.424 | 0,04 |
Guaviare | 2.957 | 0,04 |
Guainía | 1.142 | 0,01 |
Vaupés | 805 | 0,01 |
Total | 8.269.954 | 100 |
Medida la afiliación a riesgos laborales por actividad económica, las actividades con más peso son las agrupadas en el sector inmobiliario: 2´142.241 trabajadores (corresponde al 27.0%) en 2013. En este sector se agrupan las llamadas actividades de obtención y suministro personal, que incluye agencias de empleo, las cooperativas de trabajo asociado, los servicios de intermediación laboral, la seguridad privada entre otras. La segunda es la industria manufacturera (11.31%) con 898.493 afiliados. Sin embargo, la industria ha venido perdiendo importancia respecto al resto de sectores en número de trabajadores afiliados, pues en 2010 representaba el 11.91% del total de afiliaciones, y en 2013 el 10.93%.
El sector construcción ha aumentado su participación. Pasó de representar el 8.83% en 2010, al 11.33% en lo que va de 2014. El promedio de trabajadores de la construcción afiliados a ARL en los últimos 4 años fue de 879.115.
La enfermedad y accidentalidad laboral no se detiene
Desde que se inició la cobertura del sistema de riesgos profesionales en el país, los indicadores de enfermedad y accidentalidad laboral no han parado de crecer.
Algunos explican este incremento como la consecuencia del número de afiliados al sistema, es decir, hay más trabajadores en riesgo de accidentarse y enfermarse. Pero si se hace un comparativo entre la afiliación y el porcentaje del aumento de los indicadores de accidentes y enfermedad laboral, según el Min-Trabajo y Fasecolda, la tasa de accidentalidad es dos veces más alta que la de afiliación, y la de enfermedad es 3 veces mayor. La tasa de accidentalidad pasó de 3,78% a 11,06% en 20 años, con un porcentaje promedio de variación de 10,5, mientras que la variación de la tasa de afiliación fue en promedio de solo el 5%.
En 2013 se reconocieron 542.406 accidente laborales, es decir, más de un accidente cada minuto. Pero ojo: esa cifra no representa los accidentes ocurridos sino los calificados, puesto que existe una diferencia de alrededor del 4,8% entre los accidentes ocurridos y los calificados por las ARL. En otras palabras, no se reconocen ni pagan, y por tanto no se previenen, 28.829 accidentes promedio año.
El sector económico donde la accidentalidad es más frecuente, es el inmobiliario con un 24.51% (133.096 accidentes), que es a la vez el sector con mayor número de trabajadores afiliados: 2´142.241 promedio anual. La segunda actividad es la industria manufacturera con el 16.63% (90.213 accidentes), que también ocupa el segundo lugar en cuanto a afiliados: 898.493. La tercero es la construcción con el 14.21% (77.083), cuarta actividad en número de afiliados: 879.115. Le sigue la agricultura con el 8.50% de los accidentes (46.097), transporte, almacenamiento y comunicaciones, servicios comunitarios, sociales y personales, hoteles y restaurantes y minería.
La enfermedad laboral
Continúa en aumento la incidencia y prevalencia de las enfermedades laborales. Diariamente se reconocen 27 enfermedades por trabajo, es decir, más de un enfermo cada hora. En total en el 2013 se reconocieron 10.189 enfermedades laborales.
Y son las y los trabajadores de la industria manufacturera quienes más sufren de enfermedad laboral. Entre 2010-2013 la media anual en este sector fue de 2.577 trabajadores enfermos, con una tendencia creciente año a año. La tasa de enfermedad laboral se incrementó del 39,49 por cada 100.000 afiliados en el año 2010, a 45,35 en el 2012, llegando al 48,52 por 100.000 en 2013.
En este mismo periodo 1.513 trabajadores(as) del sector inmobiliario sufrieron algún tipo de enfermedad laboral, haciendo de éste el segundo sector de mayor incidencia. En tercer lugar está el sector agricultura, ganadería, caza y silvicultura, que presentó anualmente una media de 1.039 trabajadores con enfermedad calificada como laboral, que representan el 10.89% sobre el total de casos.
Las actividades relacionadas con la administración pública y defensa, y la actividad del comercio, ocupan respectivamente el cuarto y quinto puesto de las actividades con mayor frecuencia de enfermedades laborales. Entre 2010-2013 las primeras presentaron como promedio anual 708 trabajadores con enfermedad laboral, o sea una media del 7.61% sobre el total de casos calificados. Y las actividades del comercio representan el 7.48% del total de casos calificados, y un promedio anual de 670 trabajadores con enfermedad laborales.
Mortalidad laboral
Este es un indicador claro de precariedad del trabajo, y entre 2011 y 2013 aumentó en forma alarmante: se duplicó, pasando de 379 muertes. Es decir se pasó de una muerte diaria por motivos del trabajo, a 753 (dos muertes diarias).
Clasificada por actividad económica, el sector inmobiliario, en el que clasifican las actividades de agencias de empleo y suministro de personal temporal, agencias de intermediación laboral como las CTA, las actividades de investigación, seguridad privada, conserjería, conductores de autos particulares, etc., es el que presenta mayor incidencia de muerte en el trabajo. Y en segundo lugar están actividades de alto riesgos como la construcción y la minería.
Ante el anterior panorama, es urgente y necesario que la sociedad y el movimiento sindical defina una política de acción en salud laboral, que contenga la propuesta de un debate público y de control político a los actores responsables del sistema de riesgos laborales, en particular a las ARL y a las empresas, puesto que el cumplimiento de los objetivos y propósitos que la ley vigente (decreto 1295 del 1994) les exige, no se han cumplido.
Es urgente también que el Estado y el gobierno desarrollen la política pública a partir de un Plan Nacional de Salud Laboral, que entre muchas acciones contemple que la inspección del trabajo no solo aumente sus acciones de control y vigilancia, sino que se especialice en los temas de salud laboral, y que las acciones de educación e investigación se cumplan como lo estable la ley.