Intervención de Julio Roberto Gómez, Presidente de la CGT

Debate en OIT sobre incumplimiento de Colombia del Convenio 81 

Hemos escuchado con el debido respeto la intervención del Señor representante del Gobierno de Colombia, a propósito del Convenio 81 y si bien no desconocemos algunos avances en materia de Inspección en el Trabajo, debemos manifestar con toda franqueza que aún estamos lejos de tener un verdadero programa de Inspección Laboral que propicie el debido respeto de los derechos de la clase trabajadora. La inspección en el trabajo es fundamental para el trabajo decente.

La Inspección es un instrumento fundamental en la perspectiva de la paz laboral, en Colombia o en cualquier país del mundo, de ahí la importancia en garantizar la idoneidad, la independencia y la transparencia de los inspectores e inspectoras del trabajo, garantizándoles la justa y debida remuneración, así como el marco de facilidades para que puedan ejercer como corresponde sus actividades, que no vayan en el carro del empleador y tampoco del sindicato.

Tal como lo contempló la Comisión de Expertos en el Informe que reposa en nuestro poder, es indispensable que el Gobierno informe con precisión acerca de las visitas de carácter preventivo en todos los controles de trabajo, poniendo especial énfasis en aquellos lugares donde se presume existen más violaciones a la libertad sindicales, así como a los derechos de los trabajadores, respecto de los horarios de trabajo, salarios precarios, violaciones a las normas en salud, seguridad e higiene en los centros de trabajo, no sabemos sobre visitas aleatorias para proteger los derechos de la clase trabajadora.

Tal como lo manifestamos al inicio de nuestra intervención, si bien reconocemos un incremento importante en el número de inspectores de trabajo, es indispensable elevar aún más éste número, siempre en la perspectiva de proteger los derechos de los trabajadores y trabajadoras más vulnerables. Seamos sinceros: un país con extensión de 1´142.000 kilómetros cuadrados, requiere del Gobierno para garantizar los derechos laborales de todas y todos.

La precariedad laboral, la intermediación en materia de empleo, las conductas antisindicales por parte de ciertos empresarios, así como las violaciones constantes a los Convenios y Recomendaciones de la OIT, nos conducen necesariamente a demandar del Gobierno el acompañamiento y el máximo de compromiso

La precariedad laboral, la intermediación en materia de empleo, las conductas antisindicales por parte de ciertos empresarios, así como las violaciones constantes a los Convenios y Recomendaciones de la OIT, nos conducen necesariamente a demandar del Gobierno el acompañamiento y el máximo de compromiso para dotar al país del mejor sistema de inspección del trabajo, realizando la debida consulta a los interlocutores sociales respecto a la contratación de los nuevos inspectores de trabajo, teniendo en cuenta la equidad de género, así como el perfil de cada uno de ellos, impidiendo que solo sean abogados y proponiendo la vinculación también de trabajadores sociales, expertos en salud e higiene en el trabajo, así sucesivamente.

Vale la pena aclarar la intervención del Señor Viceministro del Trabajo, ya que la CGT Colombia en ningún momento estuvo de acuerdo con la derogatoria del Decreto 2798, sobre las funciones de inspección especialmente para el tema de intermediación laboral, ya que reconocemos que este instrumento normativo en vez de perjudicar beneficiaba a la clase trabajadora del país.

Finalmente Señora Presidenta, solo queremos dejar dos reflexiones finales: hagamos de la inspección del trabajo el camino más idóneo que nos permita prevenir el ahondamiento de los conflictos, y dos, que la Oficina de la OIT propicie una evaluación de las recomendaciones de la Misión de Alto Nivel de la OIT, que visitó nuestro país en el 2011.

 

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