—Informe especial—
Una apuesta del Plan de Desarrollo “Bogotá Humana” aprobado por el Concejo Distrital (Acuerdo 489 de 2012) es “generar trabajo decente y digno como el principal mecanismo para que la población bogotana pueda gozar con autonomía sus derechos”. En otras palabras, y ateniéndonos a lo que la OIT entiende por Trabajo Decente”: un marco político para la gestión por el empleo de calidad, remunerado con dignidad, con garantías de seguridad social y el respeto pleno a los derechos de los trabajadores, incluido el de asociación sindical.
Una vez el Concejo Distrital aprobó el Plan de Desarrollo, se inició el proceso de deliberación pública y de diálogo social para avanzar en la formulación de la política pública de Trabajo Decente para Bogotá, política que busca encontrar espacios y acciones que, de manera concertada entre empresarios, trabajadores y gobierno, permitan profundizar la tendencia a la mejoría de la cantidad y calidad del trabajo.
La Secretaría Distrital de Desarrollo Económico es la entidad encargada de regir este proceso, para el cual ha estado acompañada por la OIT, el Concejo de Bogotá, la Universidad del Rosario, la Universidad de los Andes, la Escuela Nacional Sindical y otros expertos en trabajo y comunicación.
Un hecho de destacar es que se da en momentos de buenas noticias para la ciudad en materia de empleo. El boletín de Mercado Laboral del Observatorio de Desarrollo Económico, elaborado con cifras del DANE, nos informa que en el trimestre noviembre 2012 y enero 2013 el desempleo en Bogotá fue de un dígito: 9,5%, menor que el del país (10,3%) y que el de la ciudad durante el mismo periodo del año anterior (9,8%), lo que la ubica como la tercera ciudad con más baja tasa de desempleo después de Barranquilla y Bucaramanga. En este trimestre Bogotá generó 113.600 nuevos puestos de trabajo, la mayoría de ellos: 31,8%, por el sector de ´actividades inmobiliarias’; ‘comercio, hoteles y restaurantes’ aportó el 31,4%; y la ‘industria manufacturera’ el 26%.
Pero más importante que la caída en la tasa de desempleo, es la mejora en la calidad del empleo generado. En el trimestre considerado el trabajo asalariado (que está relacionado con puestos de trabajo de calidad) se incrementó en 9,8%, en tanto que el trabajo no asalariado decreció en 5%. En otras palabras: el 67% de los empleos generados en el trimestre fueron formales, con el componente de TD.
En el comparativo nacional, mientras que en Bogotá el 57% de los trabajadores tiene un empleo de calidad, en el agregado país esta cifra se ubicó en 39,9%. Es la primera vez en cuatro años que en la capital se observa un incremento en este indicador, ya que desde el 2008 hubo disminución en cantidad de asalariados frente al total de ocupados.
Sobre los avances en la política pública de Trabajo Decente para Bogotá, consultamos la opinión de Alfredo Bateman, Subsecretario de Desarrollo Económico; Manuel Riaño, director de estudios socioeconómicos de la Secretaria de Desarrollo Económico; Sergio Chaparro, economista integrante del equipo asesor de la ENS; y el concejal Yesid García, principal impulsor de esta iniciativa en el Concejo Distrital.
Avances en la política de Trabajo Decente
“Lo concreto en Bogotá es que en la alcaldía de Gustavo Petro, pese a un entorno nacional en el que la actividad económica se desacelera e incluso disminuye, el empleo ha crecido, y el que más creció es el formal, el trabajo decente. Se invirtió la tendencia, lo que quiere decir que Bogotá va por el camino adecuado”, dijo el concejal Yesid García.
Para este edil la política de subsidios implementada por el gobierno local, como el mínimo vital de agua, la rebaja en las tarifas del transporte público, la gratuidad de la educación, las labores de la Secretaría de Integración Social, están dinamizando la demanda agregada de los sectores más pobres de la población, que ahora cuentan con un remanente monetario que antes no tenían. “Es un fenómeno importante que se traduce en mayor crecimiento económico de la ciudad y mayor empleo”, conceptuó, y anunció que en los próximos días presentará el proyecto de acuerdo que crea el Consejo Distrital del Trabajo Decente.
“Será un organismo tripartito cuyo propósito es darle un carácter deliberativo a la política distrital de TD, y avanzar en la cultura de la cooperación y diálogo como el principal mecanismo de solución de conflictos laborales. Será el organismo que adopte políticas de desarrollo económico, de empleo, de competitividad, productividad, y de relaciones labores más armónicas en el marco del TD.”, acotó.
Por su parte Alfredo Bateman, funcionario que está al frente de la subsecretaría que se ocupa de la implementación de la política de T.D para la capital, ratificó el compromiso que la administración del alcalde Petro tiene con la ciudad en la mejora de la calidad del empleo, no simplemente empleabilidad de cualquier tipo. “Esperamos lograr un gran acuerdo con todos los actores de la ciudad para formular una política de TD, que este año deberá ser lista y avanzada en los instrumentos de su implementación”, dijo.
Y Manuel Riaño, director del área de estudios socioeconómicos de la Secretaria de Desarrollo Económico, señaló que es un tema difícil de arrancar pero que hay buenas perspectivas. “Vamos por buen camino, la dificultad mayor es el tiempo”, acotó, al tiempo que destacó que la calidad del empleo haya empezado a mejorar. “Los datos dan cuenta de empleos mayoritariamente asalariados, pesa a que la producción industrial bajó en el país. Asimismo disminuyó el número de trabajadores cuenta propia, ligados a la economía informal. El sector servicios es el que está jalonando el crecimiento del empleo.
Dónde generar Trabajo Decente
En el sector privado, el gran volumen de empleo en Bogotá está en el rubro servicios y comercio, pero los sectores industriales también tienen un potencial para generar TD. El gran reto está en los servicios de bajo valor agregado, servicios personales, dice el subsecretario Alfredo Bateman. Mencionó como ejemplo el caso de la transformación del modelo de recolección de basuras, que implicó la formalización laboral y TD para cientos de personas. Los operadores privados están obligados por decreto a contratar bajo los principios del TD.
En cuanto al sector público, la posibilidad mayor la ve en la transformación del transporte masivo en torno al nuevo sistema integrado de transporte, con una flota de buses más moderna integrada a Transmilenio, y posteriormente a los metros liviano y pesado.
Con esta apreciación coincide el economista Sergio Chaparro, del equipo asesor de la ENS, quien señaló que la unificación del sistema de transporte implica la contratación de 26 mil personas, entre conductores, gente de mantenimiento y limpieza, parqueaderos, etc. “Hay oportunidad para que ese empleo sea decente, con condiciones laborales justas y dignas”, dijo.
Mencionó otros grandes proyectos de infraestructura para la movilidad que se van a iniciar y a generar T.D, como la troncal de Transmilenio por la avenida Boyacá y La 68, que se espera esté terminada antes de tres años; el metro ligero por la carrera 7ª, y otros proyectos que quedarán adelantados, como el metro pesado y varios metrocables como los de Medellín. Eso generará trabajo para personas con bajos niveles de calificación, que constituyen el grueso de los desempleados. El programa de “vivienda gratis” del gobierno nacional y el de vivienda de interés prioritario del alcalde Petro, son proyectos que tendrán el componente del TD.
El ejemplo empieza por casa
“El plan de desarrollo de Bogotá es el único que ha incluido un programa de dignificación del empleo público, que básicamente consiste en cumplir la sentencia de la Corte Constitucional 614 de 2009, que obliga a que las tareas misionales tengan que cumplirse con contratos laborales no con Órdenes de Prestación de Servicios (OPS) y otras formas de tercerización”, dice Sergio Chaparro.
“El ejemplo tiene que empezar por casa. Por eso toda la propuesta de la formalización del empleo en la administración distrital es una apuesta por el TD, y tenemos que pensar las herramientas e instrumentos para que ello sea posible”, señaló por su parte Alfredo Bateman. Dijo que todas las secretarías y entidades distritales están adelantando un trabajo de análisis de la cargas laborales, manual de funciones, preparan propuestas de reforma administrativa para que los contratistas que realicen labores misionales se vinculen a la planta distrital.
Sobre este punto, Manuel Riaño recordó que el aparato burocrático estatal se comprimió mucho en la alcaldía de Mockus. Las administraciones posteriores lo que hicieron fue suplir esos faltantes con funcionarios contratados por OPS y supernumerarios. Se calcula que en el Distrito hay más de 30 mil funcionarios por OPS, y de ellos unos 20 mil entraron en la administración de Samuel Moreno.
Las secretarías de Hacienda y de Planeación han sido las primeras en incorporar a su planta a los contratistas por OPS y supernumerarios, con el visto bueno del Departamento del Servicio Civil. Se espera que al final de este año estén los estudios terminados y solo falte que el Concejo apruebe la reestructuración y defina el presupuesto para eso.
Empresas contratistas también generan TD
En el plan de desarrollo está planteada la visión de que toda empresa contratista del distrito debe acogerse a los postulados del T.D. Es un enunciado programático.
Un avance y un antecedente importante en ese sentido —considera Sergio Chaparro— es el decreto que la Alcaldía Distrital expidió para cambiar el modelo de recolección de basuras. Es la primera vez que una norma distrital establece la implementación de TD como condición para los operadores privados, en este caso del aseo. Como también consideró importante que la Secretaría de Desarrollo Económico está revisando el régimen de contratación del distrito para tratar de incorporar en él una visión de T.D, con todos sus mecanismos de verificación y control.
La economía popular
Con respecto a las posibilidades de TD en el sector productivo acuñado con el nombre de Economía Popular: microempresas, famiempresas, trabajo cuenta propia, Chaparro opina que tiene un problema estructural, y es que las unidades productivas carecen de capacidad financiera para asumir los costos de la formalización, por sus bajos ingresos.
Precisamente lo que el Distrito se propone hacer es apoyar el fortalecimiento empresarial de esas unidades productivas de economía popular, con ayuda técnica y financiera, de mercados, apoyo que las unidades productivas retribuirán con el compromiso de tener un piso mínimo de trabajo decente y condiciones laborales para sus trabajadores.
“El mensaje que quiere dar la Administración —dice Alfredo Bateman— es que el problema de la formalización laboral no es de costos. No se trata de seguir precarizando las condiciones del empleo formal. De lo que se trata es de aumentar la productividad de la economía popular. El TD no se genera en esta economía, no porque sea costoso, sino porque la productividad de esas unidades económicas es baja, y su capacidad de generar ingresos también”, señaló.
Reveló que hay proyectos importantes en ese sentido, como el de potenciar zonas de aglomeración de economía popular. “El tema es cómo aprovechamos que esos empresarios están juntos y unidos en un territorio, cómo hacer alianzas para aumentar su productividad, y cómo llevarles servicios para que puedan crecer: crédito, conocimiento, espacio, tecnología. Este programa está arrancando. La primera aglomeración a intervenir será la del barrio Restrepo, con la idea de potenciar a los pequeños empresarios y trabajadores del calzado y la marroquinería para que mejoren sus ingresos.