-Dice Fabio Arias, ejecutivo de CUT, recién nombrado en junta directiva de la EEB-
Hace un mes el alcalde Gustavo Petro sorprendió con el cambio de más de la mitad de los miembros principales y suplentes de su junta directiva de la Empresa de Energía de Bogotá (EEB), en virtud de que el Distrito tiene el control mayoritario de las acciones de la empresa, el 77%.
De la Junta de la EEB se retiraron el ex ministro de hacienda, Guillermo Perry, y consultores y expertos del sector energético como Germán Corredor, Gabriel Mauricio Cabrera, Saúl Kattan y Alberto Merlano. En sus reemplazos llegaron el secretario de hacienda de Bogotá, Ricardo Bonilla; el ex secretario de salud y gobierno, Guillermo Alfonso Jaramillo; José Orlando Rodríguez, abogado y asesor del sector sindical, antes suplente; y Fabio Arias Giraldo, ingeniero químico y reconocido dirigente sindical, actual Secretario General de la CUT. Así que es la primera vez que alguien procedente de la dirigencia sindical llega a la junta directiva de la entidad.
Para ahondar un poco más en el tema, esta agencia conversó con Fabio Arias, y esto fue lo que dijo:
¿Cómo y por qué se dio su nombramiento en la EEB?
Porque el alcalde Petro necesitaba retomar el control sobre la junta directiva de la entidad, toda vez que el ex ministro Rafael Pardo, en el corto tiempo que estuvo encargado de la alcaldía de Bogotá, cambió toda la junta directiva. Al alcalde le corresponde nombrar directamente a 6 miembros, más uno de los llamados independientes, que son 3. Ese fui yo. Creo que también tuvo en cuenta nuestra coherencia política, refiriéndome al sector del movimiento Progresistas al que pertenezco, que siempre ha respaldado al gobierno de Petro, especialmente por lo que ha hecho nuestro concejal Yesid García. En resumen: es un reconocimiento a los trabajadores, al movimiento sindical y a la lucha política que he desarrollado a lo largo de mi vida. Así entiendo mi nombramiento.
¿Qué condiciones debe reunir una persona para pertenecer a la junta directiva de EEB?
Ninguna en especial. Ser ciudadano colombiano, común y corriente, no hay exigencias académicas ni profesionales. Se necesita que sirva a los intereses de la empresa, que en este caso es pública, de propiedad del Distrito. Y nosotros siempre hemos defendido el patrimonio público. De manera que vamos a defender el patrimonio de los bogotanos en la EEB, que además es una empresa supremamente rentable, y que preferiríamos que fuera 100% estatal. Antanas Mockus fue el que tomó la decisión de privatizarla en parte, y le entregó el manejo de la comercialización de la energía a una empresa extranjera, de la cual, a pesar de que el Distrito es mayoritario, no tiene el control, lo que constituye una aberración de la soberanía económica de cualquier empresa estatal. Reversar eso no es fácil, pero sí vamos a estar vigilantes de que, por lo menos, lo que hay se mantenga como patrimonio público y que funcione bien para los bogotanos.
¿Cree que su nombramiento tiene algún significado especial para el movimiento sindical, más en su caso, como Secretario General de la CUT?
Yo aspiro a que podamos darles una buena representación a los trabajadores en la junta de EEB, y demostrar que evidentemente los sindicalistas estamos calificados y somos competentes para defender lo público, que es en el fondo lo que estamos haciendo en la dirección de la EEB. Creo que el movimiento sindical va a estar atento de lo que yo haga y deje de hacer allá, cosa que no me preocupa. Además para eso son las representaciones, y las personas que ocupan cargos públicos, como es el caso mío ahora, tienen que estar preparadas para el escrutinio de la gente.
¿Su cargo en la EEB no entra en interferencia con su cargo en la CUT?
Para nada. No hay ninguna incompatibilidad. Cualquier actividad que uno asuma en la vida algún tiempo le quita, pero redoblaré esfuerzos para poder atender en la debida forma lo de la CUT y lo de la EEB.
¿Cuáles son exactamente las funciones de la junta directiva?
Nombrar el presidente del Grupo, aprobar las plantas de personal, hacer los ejercicios administrativos, financieros… Esas son las funciones centrales, y que la EEB haga bien las inversiones y mantenga su ejercicio económico de manera que le permita fortalecer la empresa como parte del patrimonio público de los bogotanos.
¿Puede la junta interceder en el tema de las tarifas?
Esa es una discusión de fondo, que ya hemos avanzado con los miembros progresistas que hay en la junta, para ver hasta dónde somos capaces de llegar. Porque, como producto de su buena situación económica, la EEB está en capacidad de dar subsidios a los estratos uno y dos, pero no puede hacerlo porque la CREG le niega esa posibilidad. El esquema neoliberal es muy inteligente y le quitó el manejo de las tarifas a las empresas que prestan servicios públicos. Creó un mecanismo muy tecnocrático para su manejo, que en Colombia es la CREG. Ahí tenemos pues esa dificultad. Habría que pensar en algo que pueda servir especialmente a los sectores sociales más vulnerables de Bogotá.
¿Y usted cómo encajó las críticas que en su momento se le dio a su nombramiento?
Las críticas las hicieron básicamente los medios de comunicación, que creen que las únicas personas que pueden estar en la junta directiva de EEB son los grandes gurúes de la tecnocracia neoliberal, y que personas simples y sencillas, como somos los trabajadores, no podemos tener una acción y un ejercicio al servicio del Distrito de Bogotá. Creo que ahí lo que hay es una subvaloración y menosprecio por parte de los medios de comunicación, lo que desdice mucho de ellos.
El suyo es un cargo público ad honrem, ¿o le pagan por desempeñarlo?
Le pagan a uno un emolumento por la participación en las reuniones de la junta directiva.
Por cuánto tiempo estará, ¿hay fijado un período?
Estaré hasta que el alcalde tome la decisión de nombrar a otro. Puede decir: ese señor se me va de ahí, y me voy.