Conozca a la nueva secretaria de la ISP en la Región Andina y los retos que tiene

Imagen de cortesía

Desde el pasado primero de julio, la Oficina de la Internacional de Servicios Públicos, ISP en los países andinos tiene nueva secretaria. Se trata de Susana Barria, quien llega desde la India a ocupar el cargo en el que estaba Juan Diego Gómez. Susana estudió relaciones Internacionales en Suiza y desde siempre se ha interesado por los problemas del sur global.  

Susana Barria nació en Colombia. Es hija de madre colombiana y padre chileno al cual le tocó emigrar por la dictadura de Pinochet. Barria creció y estudió en Suiza, pero siempre quiso trabajar en el sur global y esta inquietud la llevó a la India. Hoy está de nuevo en Colombia y confiesa estar feliz de haber regresado en este momento del país. 

Conversamos con Susana sobre su vida, su trabajo, los retos que le esperan y sobre los trabajadores públicos en la Región Andina. La secretaría que dirige opera desde Colombia y tiene a cargo a Aruba, Bolivia, Ecuador, Colombia, Perú y Venezuela.

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Cuéntenos un poco de usted, ¿cómo llegó a la Internacional de Servicios Públicos, ISP

Terminé de estudiar y quise desarrollar una experiencia de trabajo en Asia. Muchas veces, como latinoamericanos no tenemos una comunicación directa con África o con Asia, aunque tengamos muchos temas similares, muchas problemáticas comunes. Estuve en varios países y estuve en la India, donde me integré a trabajar con un proceso más largo y conocí el trabajo de un sindicato que me gustó mucho. Ellos tenían una propuesta de reunir los sindicatos de izquierda o progresistas porque en la India hay mucha atomización sindical.  Siento que fue un espacio donde se pudo tener una propuesta conjunta y facilitar un poco ese proceso de unidad. También me tocó un sindicalismo social que además de los derechos laborales, se interesaba por la vida de los trabajadores y sus comunidades.  

A través de ese trabajo conocí el ente nacional de servicios públicos y por esos procesos me integré a la ISP. A mí siempre me interesó mucho lo que es poder contribuir al movimiento sindical, así que para mí fue un lugar muy natural.  Empecé a trabajar en lo que es la oficina de  Asia de la ISP del sur con proyectos que tiene que ver con los trabajadores comunitarios de la salud y después me integré a lo que es el trabajo sobre justicia  económica a nivel de Asia y a través de ese trabajo también, durante la pandemia, trabajé lo que es la campaña para equidad  en  salud y las demandas para asegurar acceso significativo y acceso digno a las vacunas y a otros insumos y equipo de protección personal ya que era necesario para la respuesta a la salud. Y bueno, esa fue la trayectoria que tuve en la ISP antes de llegar a la oficina Andina.

¿Qué nacionalidad tiene usted y que carrera estudió?

Yo soy de múltiples nacionalidades. Mi mamá es colombiana y yo nací colombiana, esa fue la primera nacionalidad que tuve. Mi papá es chileno y por la dictadura, él fue parte del movimiento que le tocó emigrar y pidió exilio en Suiza. Después, se reconoció que teníamos derecho a la nacionalidad chilena y esta me fue reconocida cuando tenía diez años. También tengo permiso de residir y vivir en la India, porque este país no reconoce nacionalidad a los extranjeros, podría decir que tengo tres nacionalidades y media.

Finalmente, yo estudié relaciones internacionales en Suiza. Allí la educación es uno de los servicios públicos más conservados, es gratuita y de calidad.

¿Ahora hablemos de los retos que tiene usted al frente de esta secretaría de la Región Andina de la ISP?

Yo creo que es un momento muy especial. Es un momento histórico, no solo en Colombia sino en América Latina porque están volviendo los gobiernos progresistas. Pero también hay que tener cuidado, porque puede que las demandas que se ponen no sean tomadas en serio. Hay que tener en cuenta que los gobiernos pueden venir con ciertas intenciones políticas y los parlamentos pueden no estar de acuerdo.

La oficina regional cubre los países Aruba, Bolivia, Ecuador, Colombia, Perú y Venezuela y uno de los retos es la democratización del movimiento sindical. La democratización en el sentido de asegurar que los movimientos sindicales sean representativos, de sus sectores, pero también de los trabajadores que necesitan del apoyo que puedan traer los sindicatos. También es importante asegurar participación, representación, vocería y propuestas desde las mujeres para tener una entrada, desde el sindicato, hacia un desarrollo de las perspectivas de género y de la misma manera estamos apoyando a la comunidad LGBTIQ+ para que puedan desarrollar sus propuestas dentro del movimiento sindical. También está el apoyo a los jóvenes, tenemos ya establecidos procesos para que sean parte de la toma de decisiones.

Otro reto es el fortalecimiento de los sindicatos, como saben, aquí en Colombia fueron estigmatizados. Necesitamos aumentar las tasas de sindicalización. Necesitamos campañas de sindicalización, que se expanda la base. También queremos que las organizaciones sindicales tengan demandas comunes y de esta manera fortalecer el movimiento.

La apropiación de la agenda internacional del movimiento sindical también es otro de los retos. Los sindicatos deben entender que esa agenda sirve para que se fortalezcan. La ISP tiene un plan de acción que es muy ambicioso, tiene muchas tesis de trabajo. Necesitamos fortalecer la manera como las afiliadas de la ISP se empapan de este plan de acción, lo asimilan y contribuyen en el proceso de renovación de ese plan.  Ahora estamos en preparación del congreso que se realizará este mes de octubre.

Usted también es la coordinadora global para la equidad en salud de la ISP. ¿Cuáles son las funciones que desarrolla desde ese cargo?

Esa labor se visibilizó mucho en el periodo de la pandemia con la demanda de los derechos de propiedad intelectual, o sea las patentes, que tienen las compañías farmacéuticas sobre las vacunas para el Covid. Creemos que no tienen el derecho a monopolizar el conocimiento y la producción de las vacunas. Hicimos demandas en ese sentido.

Ahora estamos llevando el tema de la pandemia a otras partes, como el grupo de los 20 países y a la OMS para que, a través de tratados, se cambie el tema del acceso a las vacunas.

También estamos visibilizando los derechos de las y los trabajadores de la salud, por ejemplo, exigiendo el cumplimiento del Convenio 149 sobre enfermería. Estamos utilizando los espacios que se abrieron a nivel internacional por la pandemia para llevar las demandas de equidad en el acceso, pero también las demandas en la mejora de las condiciones de trabajo de quienes están en este sector.

¿Cómo ve las relaciones laborales entre los gobiernos y los trabajadores públicos en los países de la región andina?

Es muy diferente en cada uno de los países y depende la organización. Venezuela tiene una relación difícil, pero ahora mismo hay un proceso de diálogo que es positivo y se espera tener resultados.

En Ecuador estamos en un proceso muy difícil, hay muy pocos espacios de diálogo, se ha reiterado la necesidad de que haya una intervención para que se pueda restaurar los derechos que se le han quitado a los trabajadores de los sectores públicos y a otros trabajadores. Tenemos una misión sindical por estos días para ponerle presión al gobierno y que acepte un diálogo y un contacto con la OIT para organizar la situación de los derechos laborales y restaurarlos porque se han violentado.  

En Perú, están abiertos los espacios de comunicación. Se está desarrollando un proceso de negociación colectiva donde hicimos un acuerdo con el sector salud en el sector público. Son procesos que son positivos y que están creando más espacios de los que habían antes, aunque la implementación está demasiado lenta y toca ponerle presión.

En Bolivia estamos trabajando bastante bien con el gobierno.

Al principio usted comenzaba la conversación hablando de Colombia, ¿cuáles cree que son las perspectivas para las y los trabajadores del sector público en Colombia con el nuevo gobierno?

Nosotros estamos pensando como influir y aportar al Plan Nacional de Desarrollo. Me parece muy positivo que el gobierno haya diseñado un proceso muy participativo desde los territorios para que se pueda aportar insumos. Estamos prestos a aportar desde la perspectiva especifica de los trabajadores de los servicios públicos. El sector salud también va ser otro sector donde queremos aportar. Vemos muy bien la prioridad que se le da a parar la tercerización ilegal y en general de asegurar que se vaya hacia un proceso de formalización de los trabajadores de la salud. También queremos apoyar en lo que es la agenda ambiental porque tenemos bastante trabajo en este ámbito. En los diferentes espacios se ve que el gobierno tiene una intención de diálogo y tiene una intención de apertura.

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