En mayo pasado, hace 5 meses, el gobierno y Fecode firmaron un acuerdo que puso fin al paro que la totalidad del magisterio colombiano adelantó durante dos semanas para demandar del gobierno nacional soluciones a su problemática.
Óver Dorado fue presidente de Adida en Antioquia y hoy está encargado de los asuntos intergremiales y cooperativos de Fecode, federación de la que también fue vicepresidente. Es pues un dirigente con “espuela” en el sindicalismo del magisterio, y demás en su blog es un activo comentarista de los sucesos magisteriales. Recientemente estuvo de visita en la ENS y aprovechamos para conversar con él sobre lo ocurrido en estos 5 meses y sobre los avances y dificultades en los acuerdos firmados.
5 meses después de firmados los acuerdos, ¿qué balance haría usted en términos generales?
Debemos reconocerle al gobierno su disposición de sentarse a desarrollar estos acuerdos. Pero de ahí a concretarlos todavía hay un buen trecho. Reitero la posición del ejecutivo de Fecode en el sentido de que existen avances en algunos puntos, pero también serias preocupaciones en otros, como el tema del pago de la deuda del gobierno con los maestros, los ascensos en el escalafón y la reubicación, lo del régimen especial de salud, que se sigue deteriorando, lo de la jornada única. Esos son los temas centrales en los que hemos venido trabajando y no hemos descansado desde mayo.
Analicemos esos puntos. Inicialmente lo de la nivelación salarial. ¿Se ha cumplido?
Lo de la nivelación del 12% que se acordó para los salarios, se viene cumpliendo. Aspiramos a que el próximo año, en junio, nos sentemos a revisar lo del porcentaje, para que aumente otros 4 puntos y llegue al 16%, que fue la exigencia de Fecode en el arreglo de mayo pasado.
En qué va lo de los ascensos y reubicación en el escalafón, en los términos en que fueron acordados con el gobierno.
En ese punto nuestra preocupación es la financiación, que podría romper la regla fiscal que se tiene con el Sistema General de Participación. Cerca de 50 mil maestros estarían ascendiendo si pasan las pruebas. ¿Cómo va a hacer el gobierno para pagar esos ascensos? El sistema general de participación no tiene cómo abordarlo.
¿Y qué se ha hablado en cuanto al pago de la deuda histórica que el Estado tiene con el magisterio?
La deuda histórica del Fondo de Prestaciones con el magisterio es enorme. Corresponde a cesantías, intereses, pensiones, factores salariales, actualización del escalafón, etc. Esa deuda a 2012 ascendía a $88.5 billones, y ha venido creciendo desde ese año para acá. Y es grande porque el gobierno no cumple con la ley y su salida es decirle al magisterio: si quiere demande. Hoy se alude la crisis económica como una imposibilidad para pagarla, pero ese es un problema que viene de tiempo atrás. No reconocerla ha sido un comportamiento recurrente de todos los gobiernos.
Y qué hay de la solución a los problemas crónicos del servicio de salud a los maestros, otro tema recurrente…
Necesitamos que los maestros y sus familias tengan un servicio de salud de calidad, pero el régimen especial de salud que tenemos hoy antes que mejorar cada día se deteriora más. Hay un triángulo perverso en términos de que nadie quiere ponerle el cascabel al gato, nadie quiere asumir el problema y tomar las decisiones que haya que tomar. El problema no solo obedece a la actuación de la Fiduprevisora y los ministerios de Educación, Trabajo y Hacienda, sino también de los contratistas que prestan el servicio. Ahora viene un proceso de licitación para escogerlos, y en ese punto, en el marco del acuerdo que se firmó, Fecode plantea varias alternativas. Una, que se nombre el Defensor de la Salud; dos, que el gobierno ajuste jurídicamente los contratos en términos de la calidad del servicio; tres, que el gobierno instituya procedimientos rápidos y efectivos para sancionar a los contratistas que incumplan. Porque no es posible que éstos incumplan y después vuelvan a ganar la licitación. Por todos lados pierde el magisterio.
Y lo de la evaluación de los docentes, otro tema central y álgido en el acuerdo…
Entendemos la evaluación de los maestros como un proceso de carácter diagnóstico-formativo, es decir, distinta a la evaluación de desempeño de carácter técnico conductivista que ha querido darle el Ministerio de Educación. Ahora la evaluación queda más en manos del magisterio, ya que se evalúa algo que el maestro está haciendo en su práctica pedagógica y educativa, su contexto, sus condiciones laborales. En ese sentido ya se emitieron dos actos administrativos, uno que tiene que ver con el universo de los compañeros que por cualquier motivo no han podidos ascender ni reubicarse, cerca de 48 mil, o sea la mitad de los que están vinculados por el Decreto 1278. Ya se hizo para ellos la convocatoria, que empezó su desarrollo el 24 de septiembre y va hasta el 1º de diciembre. Para el resto se hará el año entrante.
Para utilizar un lenguaje futbolero, ¿les han metido goles en ese tema?
Son situaciones complejas. Por ejemplo, el gobierno ha querido meternos goles en el proceso de control ideológico y político de los maestros. La convocatoria es un tema que nos tiene preocupados, porque no pone el énfasis en el contenido de la evaluación sino en aspectos técnicos que debe tener el video que presente el educador. Puede tener un buen contenido el video, pero si tiene algún problema técnico se desecha. Eso es materia de discusión porque para nosotros el énfasis debe ser en el contenido más que el formato técnico.
La actuación de la Ministra Gina Parody fue controvertida por parte del magisterio en el marco del paro que adelantaron. ¿Cómo han seguido las relaciones con ella, quedaron heridas perturbadoras?
Nosotros decimos que hay formas de comportamiento que ayudan, y la ministra Parody tiene formas que no ayudan. Pero lo mismo ha ocurrido con otros ministros que han pasado por esa cartera. Con la ministra Parody el asunto ha sido más complejo, por su estilo. Por fuera de la mesa de negociaciones plantea cosas que difieren de lo que se habla en la mesa, y se están volviendo normas, lo cual genera una situación complicada. Día a día se va llenando el vaso, hasta que se puede derramar.
¿Por ejemplo en qué temas?
El tema de la jornada única, de la infraestructura escolar, de la calidad de la educación… Nosotros no estamos exigiendo cogobernar, sino de concertar con Fecode la política pública de la educación en Colombia. Sobre eso hay diferencias con el Gobierno Nacional. Fecode tiene hoy como banderas estratégicas la dignificación de la profesión y la labor docente, que se enmarca en el nuevo estatuto docente que estamos reclamando y en la política integral salarial de los maestros. Otra bandera son las condiciones laborales dignas en cuanto a infraestructura, dotación y equipamiento de los establecimientos educativos. Eso tiene que ver con política pública adecuada, que la plata se ponga donde se tenga que poner. Es el caso de la jornada única.
¿Acaso la jornada única tal como la concibe el Gobierno choca con los interés del magisterio?
Nosotros estamos de acuerdo con la jornada única, y estamos dispuestos a participar en esa iniciativa, pero la forma y las condiciones en que hoy ésta se plantea no contribuyen a mejorar la calidad de la educación. Porque, ¿qué infraestructura tienen hoy los colegios para responder a la jornada única. ¿Existe restaurante escolar, transporte para los niños? ¿Están dotadas las aulas de clase como tiene que estar? Así las cosas, vemos que lo de la jornada única es una imposición del Gobierno.
Otra de las grandes banderas de Fecode, que incluso viene publicitando en cuñas radiales, es lo de la educación como derecho fundamental de los colombianos. ¿Cómo se inscribe ese tema en las conversaciones que adelantan con el Gobierno?
El desarrollo de este derecho para nosotros pasa por tres criterios fundamentales: qué sea el Estado el que financie y administre la educación pública, y que la plata no se la entregue a entidades privadas, corporaciones, cooperativas y empresas mal llamadas sin ánimo de lucro, porque esa es una forma de privatización. Colombia no podrá ser la más educada, como lo pregona el presidente Santos, si a la educación solo se destina el 4.3 puntos del PIB. Mientras países como Cuba, Brasil, Argentina, Venezuela, Bolivia destinan alrededor de 10 puntos de su PIB. Fecode está pidiendo que a la educación se destine el 7.5 del PIB. Y otra pregunta: ¿cuál es la propuesta que tiene el gobierno para la financiación del sector educativo luego de diciembre de 2016, cuando se termina el Sistema Nacional de Participaciones, al cual están amarrados la ley 715 y el Decreto 1278. Fecode pide que se revise el Sistema de Participaciones y se cambie por un sistema que tienda más al crecimiento de la educación basado en las necesidades y no tanto en la oferta y la demanda, que es como hoy se planifica su financiación.
No todo el magisterio estuvo de acuerdo con el acuerdo que las directivas de Fecode firmaron con el gobierno en mayo. Hubo protestas fuertes en Risaralda, Norte de Santander, entre otros departamentos. ¿Cómo se han resuelto esas fracturas? ¿O no se han resuelto?
En el ejecutivo hay lecturas diferentes de ese tema. Yo personalmente considero que hay que pararle bolas, no pasarlo por alto ni subvalorarlo. La sensibilidad de los educadores con este proceso es grande. Una de las lecturas es que nos equivocamos en algunos aspectos, yo particularmente lo reconozco. No supimos ponderar el movimiento y equilibrarlo en una correlación de fuerzas con el Estado. Fecode no delegó funciones a otros compañeros para hacer lo que tenían que hacer. Hubo un momento en que todo el ejecutivo se enfrascó en la negociación y se descuidó la comunicación con las bases. Nos desbordó la comunicación, sobre todo en los dos últimos días. Mientras el gobierno estaba acertando, nosotros estuvimos en aire. Y también hubo cierto nivel de indisciplina de algunos compañeros en el manejo de la situación. Tal vez por cansancio en el proceso se dieron esas equivocaciones. Pero éstas no pueden quitarle importancia al contenido del acuerdo. Sobre esos temas ya hemos discutido ampliamente al interior del comité ejecutivo.
¿Fecode pudo conseguir más con el paro?
Es posible que sí, como también que se acrecentara una posición más dura del gobierno. Era una situación muy complicada. Sobre los ejecutivos de Fecode había mucha presión por parte de la Procuraduría, el Ministerio del Trabajo, las tutelas de los padres de familia, etc. Además pesaba la amenaza de la declaratoria de ilegalidad del paro. Y teníamos como antecedente lo ocurrido en el paro del 2001, que se puede considerar una derrota, no se logró un acuerdo. Esta vez no salimos derrotados, ganamos cosas muy importantes.
¿Por qué lo dice?
Un ejemplo: en medio de las condiciones económicas tan difíciles que tiene hoy el país, Fecode logra, aparte de un aumento de salarios superior al 5%, una nivelación salarial de 12 puntos, y dos puntos más para el año entrante. Ningún sector logró eso este año, y eso hay que resaltarlo. Fecode no negocia bicocas, estamos negociando para más de 300 mil maestros. Un punto de aumento mueve la economía nacional.
Finalmente, ¿cuál es el nivel de lucha de Fecode hoy?
La federación tiene un ánimo grande para seguir en la lucha. Se está dando un cambio generacional dentro de la organización. Los jóvenes maestros ya están asumiendo roles directivos en los departamentos, y esperamos que dentro del próximo Comité Ejecutivo Nacional haya por lo menos tres compañeros del 1278. También debo decir que tenemos un nivel de unidad importante, que nos ha permitido avanzar, aunque es una federación políticamente muy compleja, hay visiones y miradas del país muy diferentes.