Trabajadores de Homecenter crean sindicato y desde hoy negocian convención colectiva

 —Informe especial—

Debido a las malas condiciones salariales y a los múltiples problemas laborales y de bienestar en el lugar de trabajo, y ante la renuencia de la administración de Homecenter-Sodimac a ofrecerles mejores condiciones, 27 trabajadores de esta multinacional chileno-colombiana, todos empleados del almacén norte de Bogotá, decidieron organizarse en un sindicato con alcance nacional.

Así nació el Sindicato Nacional de Trabajadores de Sodimac Colombia, Sintrasodimac, que hoy, un mes después de creado, ya tiene más de 100 afiliados y se apresta a negociar convención colectiva. Las comisiones negociadoras de empresa y sindicato se reúnen hoy jueves para iniciar la negociación del pliego de peticiones presentado desde el 7 de febrero.

Una negociación que sin duda no será nada fácil, dadas la resistencia y las trabas de todo tipo que —como se verá— Sodimac Colombia ha interpuesto desde el mismo momento en que fue notificada de la creación del sindicato. Les impuso a los trabajadores una especie de pacto colectivo paralelo con el fin de hacerlos desistir de su afiliación al sindicato, aparte de otros hostigamientos.

En los 19 años que lleva Sodimac en Colombia (su primer almacén Homecenter lo abrió en 1994 en Bogotá) es la primera vez que cuenta con un sindicato y negocia convención colectiva, lo cual habla de la dimensión del reto que enfrenta Sintrasodimac; un reto del mismo tamaño de la empresa, una de las gigantes del comercio en Colombia, sector éste que tradicionalmente mantiene en condiciones precarias a sus trabajadores.

“A mí me nació esto viendo la necesidad de la gente, tanta injusticia que se comete contra los trabajadores y sin espacios para expresar la inconformidad que hay. Decidimos arriesgarnos a que nos echaran si no éramos capaces de formar el sindicato”, dice Fernando Ramírez Acosta, presidente de Sintrasodimac, empleado del almacén del norte de Bogotá y persona completamente nueva en los gajes sindicales.

Aparte de la negociación del pliego de peticiones con la empresa, Ramírez Acosta ve como el mayor de la naciente organización tratar de afiliar a ella a la mayoría de los 5.766 trabajadores directos que operan en los 30 almacenes Homecenter de 13 ciudades del país, gente joven casi toda, entre 20 y 35 años.

 

Fernando Ramírez A. Presidente de Sintrasodimac

Un gigante del comercio en Colombia

Dentro del grupo de las cadenas de almacenes de grandes superficies, Sodimac Colombia S.A. ocupa el cuarto lugar en activos y el mismo lugar en ingresos, pero sorprendentemente es el segundo en utilidades, por encima de Carrefour y Olímpica. Sus propietarios son la Organización Corona, de Colombia, con el 51% de las acciones; e Inversiones Falabella, de capital chileno, con el 49% de participación.

Es pues una empresa exitosa. En el 2011 obtuvo ingresos por $2 billones, sus activos fueron $1,2 billones y sus utilidades $99.000 millones. Sin embargo, no se destaca por el buen trato a sus trabajadores ni por la buena condición de los salarios, que oscilan entre $630.000 y $1´060.000, y que, según el sindicato, están por debajo de lo que se paga en el sector de los grandes almacenes. Además están descuadrados: hay personas con 8 años en la empresa ganando menos que otras que llevan dos o tres años.

Otras quejas sentidas, según el sindicato, son: exceso de carga de trabajo por jornada; llamados a descargos de manera indiscriminada; enfermedades laborales ocasionadas por funciones repetitivas y levantamiento de cargas pesadas; sanciones y despidos sin un debido proceso y sin posibilidad de defensa; malla de turnos inflexibles que impide que los trabajadores puedan armonizar su vida laboral con la familiar y educativa; débil política de bonificaciones y estímulos; inexistente interlocución entre el trabajador y el empleador.

De ahí que como puntos destacados en el pliego de peticiones presentado, están: incrementos salariales, espacios para el diálogo con la empresa, procedimiento disciplinario claro y con etapas, una política de salud ocupacional, tablas de indemnización por despido sin justa causa, alimentación para los trabajadores, fondo rotatorio de vivienda y auxilios escolares.

La empresa reacciona con la “doble”

Tan pronto fue notificada de la creación del sindicato, la empresa dio muestras de apertura. Ese día el gerente general de los Homecenter, Miguel Pardo Brigard, emitió un comunicado en el que, palabras más palabras menos, reconocía la creación del sindicato y recordaba que la empresa es respetuosa de la ley y el derecho de asociación de sus trabajadores.

“Reiteramos que Sodimac Colombia tiene y seguirá construyendo espacios de confianza con sus colaboradores para que nuestra empresa siga siendo el mejor lugar para trabajar”, se lee en el comunicado. Lo que hizo pensar que el proceso se encarrilaría por el mismo camino de Carrefour, multinacional ésta que el año pasado reconoció su sindicato y negoció convención colectiva.

Sin embargo, a juzgar por los hechos ocurridos después, tal comunicado fue más un elemento distractor que un saludo al sindicato. La empresa jugó con la “doble”. A través de su equipo jurídico empezó a hacer reuniones consultivas en todas las tiendas, preguntándoles a los trabajadores cuáles problemas los aquejaban y qué beneficios querían. Preguntas que a todos sorprendieron porque en sus 19 años de existencia la empresa nunca les había consultado nada. Se pensó que era información que necesitaba para preparar la negociación con el sindicato.

Pero no. La empresa se preparaba para montar un pacto colectivo con un fin completamente contrario: desestimular la afiliación al sindicato. Y simultáneamente empezó una campaña de señalamientos y comentarios disuasivos por parte de mandos medios de la empresa, con el fin de que los trabajadores no se organizaran en sindicato. Eran frases como: “si te afilias puedes perder tu trabajo y no vas a conseguir otro en ningún lado; si te afilias no vas a ascender, se te daña la hoja de vida; si te afilias la empresa se va a quebrar; con el sindicato vas a perder los derechos adquiridos”.

Además se incrementó la vigilancia sobre los trabajadores. Incluso se han presentado situaciones que podrían caracterizarse como inquisitorias. Fue lo que ocurrió en la tienda de Palmira el 18 de febrero, donde un jefe de área destruyó la publicidad que estaba distribuyendo el sindicato, en la que les informaba a los trabajadores sobre los contenidos del pliego peticiones.

 Un pacto colectivo paralelo

Tan pronto la empresa recibió el pliego de peticiones a todos los trabajadores les hizo firmar un plan de beneficios denominado “Sodimac Conmigo”. Varios puntos de este plan tienden a contrarrestar, o copiar, las peticiones del sindicato en temas como salud ocupacional, beneficios económicos y permisos. Además incluye préstamos para vivienda y compra de vehículo.

Cabe recordar que la Corte Constitucional en diferentes fallos ha conceptuado que los planes de beneficios y los pactos colectivos son la misma cosa. Con el agravante de que el proceso de promulgación del plan de beneficios “Sodimac Conmigo” no surtió los trámites establecidos en el artículo 481 del Código Sustantivo del Trabajo, toda vez que no hubo comisión negociadora, no se efectuó asamblea de aprobación, no existen actas. En conclusión, es un pacto colectivo impuesto por la compañía para destruir el sindicato.

Y por si eso fuera poco, la empresa contrató una firma de abogados y demandó a Sintrasodimac ante el Juzgado 22 del Circuito Laboral en Bogotá, pidiendo la cancelación de su registro sindical y de los fueros de los integrantes de su junta Directiva Nacional. Es decir, está solicitando la declaratoria de ilegalidad de la organización sindical, diciendo tener pruebas de que tres de los trabajadores fundadores del sindicato firmaron una carta ante notaria renunciando a éste y aduciendo que fueron obligados a fundarlo, lo que según el sindicato no es cierto.

El sindicato hace lo suyo

Frente a las presiones de la empresa, Sintrasodimac hace lo que a toda organización naciente le corresponde: difundir sus principios y propósitos. Lanzó una campaña nacional de difusión del pliego de peticiones, que empezó el 17 de febrero y ya ha recorrido los almacenes de Medellín Cali, Bogotá, Palmira, Bucaramanga y Barranquilla.  En algunas de ellas la empresa envío integrantes del equipo de seguridad para impedir la distribución de las cartillas y boletines sindicales. Incluso solicitó el apoyo de la Policía Nacional, argumentando que Sintrasodimac turbaba el orden público distribuyendo sus papeles.

“Esas actuaciones tienen un carácter disuasivo. El mensaje que transmiten a los trabajadores es: sindicalizarse te puede acarrear consecuencias de tipo policivo y represivo, con lo cual la empresa quiere transformar un problema laboral y sindical en un tema de orden público”, denuncia el presidente de Sintrasodimac.

Sin embargo, y pese a todas las dificultades, este dirigente es optimista. “No sé si por las ganas que tenemos de fortalecer este sindicato y la oportunidad que tenemos de llevar el mensaje a todos los trabajadores de los Homecenter del país”, dice.

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