Por Héctor Vásquez Fernández. Analista ENS
Un buen indicador del trabajo formal, de la calidad del ingreso y del impacto que este tiene en el crecimiento de la economía y en la distribución del ingreso, se obtiene a partir de la información que la Superintendencia Financiera entrega todos los años sobre el depósito de cesantías que las empresas hicieron en el mes de febrero. El cuadro que sigue ilustra las variables a tener en cuenta:
2015 | 2016 | Var.% 2015/2016 | 2017 | Var.% 2016/2017 | |
Total recaudo cesantías (miles de millones) (1+2) | 6.183 | 6.788 | 9,79 | 7.330 |
7,99 |
1. Fondos privados
(miles de millones) |
4.506 | 4.960 | 10,08 | 5.557 |
12,04 |
2. FNA (miles de millones): | 1.677 | 1.828 | 9,00 | 1.773 | -3,01 |
Total afiliados dependientes (3+4) | 7.736.841 | 8.355.416 | 8,00 | 8.918.332 |
6,74 |
3. Fondos privados | 6.559.220 | 6.964.181 | 6,17 | 7.336.641 | 5,35 |
4. Afiliados FNA | 1.177.621 | 1.391.235 | 18,14 | 1.581.691 | 13,69 |
Salario mensual promedio nacional | 799.163 | 812.407 | 1,66 | 821.902 | 1,17 |
Salario mensual promedio fondos privados | 686.972 | 712.216 |
3,68 |
757.431 |
6,35 |
Salario mensual promedio FNA | 1,424,057 | 1,313,940 | -7.7 | 1,120,952 |
-14.7 |
Fuente: Superfinanciera, FNA.
Según la ley laboral, las cesantías equivalen a un mes de salario y se calculan mediante la fórmula: días laborados x salario/360 días, incluyendo en el salario el auxilio de transporte, los recargos por el trabajo nocturno, dominical y las horas extras. Así que esta prestación legal es un buen indicador del ingreso mensual promedio que tuvieron los trabajadores formales en el año inmediatamente anterior, proporcional al tiempo efectivamente trabajado.
Según el reporte de la Superfinanciera, en 2017 los trabajadores con contrato de trabajo, o vinculados como empleados en la administración pública, sumaron 8´918,332, o sea el 39,8% de la población ocupada: 22´383.000. En total, las empresas y entidades públicas depositaron $7.33 billones en cesantías: $5,55 billones en fondos privados y $1.77 billones en el Fondo Nacional del Ahorro, FNA.
Aplicando una división simple entre pesos recaudados y número de afiliados, el salario promedio mensual que devengaron estos trabajadores durante 2017 fue de $821.790, que equivalen a 1,11 salarios mínimos. Este promedio se eleva porque incluye a los empleados públicos, que tienen en promedio un ingreso mayor: $1.120.952. Aunque entre los afiliados al FNA hay trabajadores del sector privado, mayoritariamente profesionales. Por su parte, el salario promedio mes de los trabajadores del sector privado afiliados a los fondos de cesantías fue apenas de $757.431, muy semejante al salario mínimo de ese año: $737.717.
Si este es el ingreso promedio mensual de los trabajadores formales de este país, que se supone son los que tienen mejores condiciones laborales, calculen cuál puede ser la situación de los trabajadores informales, que en Colombia son la mayoría. Es el caso de los trabajadores por cuenta propia, que el año pasado sumaron 9´644.120, el 80% de ellos informales; y los trabajadores asalariados del campo, que laboran como peones o jornaleros en fincas ganaderas, recolección de cosechas y cultivos transitorios, sin contrato de trabajo, sin afiliación a la protección social, trabajando al destajo, es decir, sólo les pagan el día laborado.
Un PIB engañoso
Según la CEPAL, en 2016 el PIB per cápita de Colombia equivalía a 5.806 dólares anuales (Ver anuario estadístico 2017 ) . En comparación con los países de América Latina, estamos muy lejos de Uruguay (15.226 dólares), Argentina (12.479), Chile (13.516), Costa Rica (11.734), México (8.530) y Brasil, (8.561). En ese orden, nuestro nivel de desarrollo es similar al de países como Ecuador (5.969) y Perú (6.031), y solo estamos por encima de Bolivia, Paraguay, Guatemala, Honduras y El Salvador. Lo que no quiere decir, en ningún sentido, que tengamos niveles de calidad de vida superiores a los de estos países. Para el mismo año el PIB per cápita de los países de la OCDE fue de $37.430 dólares, Estados Unidos fue de $57.814 dólares, Reino Unido, 39.072; Alemania, 43.845; Francia, 37.851; Japón, 39.031, España, 27.750. Hay que aclarar que este indicador lo que mide es cuánta riqueza por habitante genera cada sociedad, no cómo se distribuye esta riqueza.
El PIB per cápita es un indicador engañoso, pues esa suma no es la que efectivamente recibe cada persona, sino que indica el resultado de dividir el PIB total por el conjunto de la población. En la realidad solo reciben ingresos las personas que tienen un empleo remunerado, o que están pensionadas, o que perciben rentas. Por ejemplo, el ingreso promedio de los trabajadores formales que indicamos en el cuadro 1 equivale al 64,4% del ingreso per cápita colombiano, y el de los trabajadores del sector privado, el 56,5%. Y de cada 100% de PIB, las remuneraciones de los trabajadores representan sólo el 33,5%, en tanto que la remuneración o ganancia de los empleadores representa el 55,8%.
Impacto sobre el crecimiento económico
¿Qué impactos tienen los ingresos en el crecimiento económico? En 2017 la economía creció apenas 1,8% con respecto a 2016. Desde la oferta, las actividades con mayor crecimiento fueron: agricultura, jalonada principalmente por los cultivos permanentes destinados principalmente para la exportación; intermediación financiera; y actividades de servicios sociales, comunales y personales, jalonada principalmente por el gasto del gobierno en defensa, seguridad social y educación.
Por otra parte, las actividades que registraron las mayores caídas fueron explotación de minas y canteras: -3,6%, la industria manufacturera: -1% (de las 24 divisiones que tiene la industria, 16 presentaron un resultado negativo); y el comercio sin hotelería y turismo creció apenas 0.9%.
El producto interno bruto no sólo es el agregado de toda la riqueza que se produce en cada una de las distintas actividades, empresas y unidades productivas, que en su conjunto conforman la economía del país. Toda empresa se crea con la expectativa de vender el servicio o el bien que produce. En este sentido, el PIB se construye también desde la demanda que por esos bienes y servicios se hace desde los mercados interno y externo.
Colombia exporta muy poco: de cada 100% de PIB en 2017 exportamos el 15%, principalmente productos mineros (54,2%), más bananos, flores, café en grano. 50 productos representan el 85% del valor total de lo que exportamos, y 5 de ellos representan 69,3% del total. Los productos manufactureros que exportamos representan apenas el 20% del total exportado, y están concentrados en muy pocos productos, principalmente de la industria química y de las ensambladoras de vehículos.
Así que el mercado interno es clave para el crecimiento de la economía, para que las empresas puedan mantenerse y prosperar, y para que los emprendimientos se puedan mantener en el tiempo. En Colombia del 100% de PIB el consumo de los hogares representa el 68,87%, pero con estos ingresos, el mercado interno resulta muy pequeño, tanto que el principal problema de las empresas y del comercio es la demanda (34,7% en la opinión de las empresas), por encima de los problemas de tipo de cambio: 23,1%, competencia: 18,2%, costo y suministro de materias primas: 17,4%, incertidumbre tributaria: 13,2%, contrabando: 11,6%, infraestructura y costos logísticos_ 9,9%, y capital de trabajo: 5,8% (Ver encuesta de opinión conjunta de la Andi)
Pero las élites empresariales y gubernamentales, así digan lo contrario, no le han apostado a solucionar el problema de la demanda mediante el fortalecimiento del mercado interno, como se demuestra cada vez que se discute el incremento del salario mínimo. La estrategia que adoptaron desde la apertura económica fue hacer competitivo al país a partir de los bajos costos laborales, no desde la innovación, el desarrollo de la ciencia, la tecnología y la educación; ni desde el desarrollo y modernización de la infraestructura, ni tampoco desde el fortalecimiento del mercado interno. Y esa misma política se la ofrecieron también a las empresas transnacionales: inviertan aquí que les damos todas las gabelas, entre ellas exenciones tributarias y bajos costos laborales.