El Municipio de Medellín le apuesta a construir una política pública de Trabajo Decente

Como un interesante y promisorio avance se puede catalogar la decisión que recientemente tomó el Consejo Municipal de Empleo y Productividad de Medellín (entidad que preside el alcalde Alonso Salazar) en torno a la construcción de una política pública de Trabajo Decente para esta capital, con lo cual sería la primera ciudad del país en dar un paso de tal envergadura.

La voluntad de avanzar en la ruta del Trabajo Decente para Medellín, fue ratificada por la Administración Municipal en el marco de un debate que sobre empleo y productividad se realizó la semana anterior en el recinto del Concejo Municipal.

Lo otro es que en el diseño y orientación de esta política pública de Trabajo Decente para Medellín, el movimiento sindical, a través de la CUT Antioquia y la Escuela Nacional Sindical, aspira a jugar un papel activo. Estas dos organizaciones fueron incluidas por decreto como miembros en propiedad del Consejo Municipal de Empleo y Productividad (CMEP).

Qué es el Consejo Municipal de Empleo y Productividad

Es un ente nuevo en Medellín, apenas tiene un año de operación. Inició su vida jurídica el 11 de septiembre de 2009 mediante el Decreto 1126 de la Alcaldía de Medellín, que lo creó como una instancia de apoyo y seguimiento de las agendas que desarrollan los diferentes actores del sector público y privado en relación con políticas de promoción de empleo, productividad y competitividad en la ciudad.

Entre sus objetivos está el de ser un espacio de análisis y estructuración de recomendaciones y adopción de políticas, programas y proyectos en materia de empleo y productividad. Define cuáles son estos proyectos, quién los debe ejecutar, cuáles son de la órbita de la administración pública y cuáles del sector privado; promueve programas de capacitación que respondan a la demanda del mercado laboral de la ciudad; orientar investigaciones y estudios para mantener actualizados los medidores de competitividad; así como también analizar modelos y experiencias exitosas que se dan en la ciudad o en otros lugares y que pueden ser replicadas por otros actores, entre otras funciones más. Una de ellas muy importante: liderar y orientar una política pública de trabajo decente para la ciudad.

Medellín, al lado de Bucaramanga, son las únicas dos ciudades del país que han creado entes de apoyo, seguimiento y promoción del empleo y la productividad. Este de Medellín, a juzgar por su composición, es bastante plural, pues en él tienen asiento diversos actores de la vida administrativa (varias secretarías de la Alcaldía), del sector económico (Cámara de Comercio de Medellín para Antioquia, gremios económicos y Cajas de Compensación familiar) y de sectores sociales y académicos de la ciudad.

Por su parte, Juan Bernardo Rosado, coordinador de la Campaña Nacional por Trabajo Decente, y uno de los autores de la propuesta de política pública de trabajo decente que ha presentado la ENS a la discusión del CMEP, señaló al respecto:

“El Concejo Municipal y la Administración de Medellín nos han encargado la construcción de una propuesta en el marco del Consejo Municipal de Empleo y Productividad, con lo cual reconocen que es muy importante que la ciudad cuente con una política local de Trabajo Decente. Es entonces de esperar que hacia el final de la alcaldía de Alonso Salazar, Medellín cuente con una política pública de Trabajo Decente. La idea es llegar a ella a través de un proceso de participación ciudadana y deliberación pública en torno al problema del empleo formal en Medellín”.

Otra de las entidades incluidas en el seno del CMAP, fue el Área Metropolitana, esto porque, en concepto de Carlos Julio Díaz, presidente de la CUT Antioquia, el tema del empleo, la productividad y competitividad tiene que volverse una política metropolitana.

“Es difícil avanzar en la solución del problema si Medellín hace bien las cosas pero no las hace Bello, Envigado, Itagüí y demás municipios vecinos. Medellín es el epicentro, afectado por todo lo que suceda en su entorno. Sabemos que un 40% de las personas empleadas que viven en Envigado y Bello, tienen su empleo en Medellín. En el municipio de Caldas ese porcentaje es mayor, es prácticamente una ciudad dormitorio”, señaló el dirigente sindical.

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