La dependencia alimentaria de Colombia es cada vez más fuerte y se hace evidente con la emergencia sanitaria en la que se encuentra el país. Esta crisis ha sido una oportunidad para que los productores norteamericanos de comida procesada, aumenten sus ventas en Colombia.
Para Oscar Gutiérrez, director Ejecutivo de Dignidad Agropecuaria, en Colombia se acabaron los cultivos de cereales, oleaginosas y de buena parte de las leguminosas. “Hoy tenemos importaciones de leche, de carne, de huevos y de otra serie de productos básicos para la dieta de los colombianos”, dice.
Y es que en Colombia se ha destruido la producción nacional. A pesar que el país está en la capacidad de producir muchos de los alimentos que requerimos, estos deben ser importados debido a la política agraria que se impuso en el país en la década de los 90 y que nos ha llevado a le dependencia alimentaria.
Además, con la firma de tratados de libre comercio, se abrió la puerta a la entrada sin restricciones de cientos de alimentos y productos desde Estados Unidos, China, México, Canadá, Argentina, entre otros. Esto ha llevado a que Colombia sea un país con dependencia alimentaria de esas naciones.
Según Gutiérrez, en 1990 importábamos 400 mil toneladas de alimentos y en 2019, fueron 14 millones de toneladas de productos alimenticios.
Por eso, el 31 de marzo de este año, el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos emitió un informe en el que describe las oportunidades y el potencial que tienen los productores norteamericanos de comida procesada, para aumentar sus ventas en Colombia aprovechando la crisis del Covid-19. Según este informe, los productos alimenticios más demandados durante esta emergencia son verduras congeladas, harina, garbanzos y maíz.
Según el mismo informe, Colombia es el primer destino en Sur América en importar alimentos procesados desde los Estados Unidos.
Puedes leer:
La crisis generada por el Covid-19 no solo es la oportunidad para que Estados Unidos continúe inundando el mercado colombiano con sus productos, sino, además, para que el gobierno siga profundizando la dependencia alimentaria y destruyendo el agro colombiano. El 7 de abril expidió el decreto 523 con el que autorizó la libre importación de maíz amarillo duro, sorgo, soya y torta de soya durante tres meses y sin pagar aranceles.
Para Oscar Gutiérrez, la política de autorización de esos productos sin aranceles, va a golpear fuertemente a los productores nacionales que están preparando las siembras por estos días.
Aunque por el momento no se presenta escasez de alimentos en Colombia, algunos países están restringiendo la exportación para asegurar un suministro suficiente para su propia población.
Esas son algunas de las razones por las cuales la dependencia alimentaria de Colombia, podría costar una hambruna para el país.
*Esta nota fue producida por el equipo de comunicaciones del Sindicato Único de Trabajadores de la Educación del Valle, SUTEV. Periódicamente publicaremos algunos contenidos que ellos realizan.
Otras notas del SUTEV