Articular una agenda unitaria y diversas iniciativas para enfrentar el modelo de dominación capitalista neoliberal, y ratificar la lucha por la democracia, fueron las tareas que dejó planteadas el Encuentro Continental por la Democracia y Contra el Neoliberalismo, realizado en Montevideo, Uruguay, entre el 16 al 18 de noviembre.
En el evento participaron diversos movimientos y organizaciones sociales y sindicales de la región, estas últimas convocadas por la Confederación Sindical de las Américas, CSA, cuyo Secretario General, Víctor Báez Mosqueira, estuvo en la mesa principal, en la cual también se destacó la presencia de “Pepe” Mujica, expresidente de Uruguay.
En su declaración final, el Encuentro ratificó los principios del internacionalismo y la solidaridad, lo mismo que el compromiso de seguir luchando por una transformación sistémica contra el capitalismo, el patriarcado, el colonialismo y el racismo, compromiso estos que ya habían sido expresados en la agenda unitaria acordada en el Encuentro de La Habana en 2015.
Ver texto completo de la Declaración Final en: Declaración final del encuentro continental por la democracia y contra el neoliberalismo
Por parte de Colombia asistieron delegados de las centrales sindicales. Por la CTC hizo presencia el presidente de esta confederación, Miguel Morantes. Por la CUT asistieron, entre otros, Diógenes Orjuela y Ligia Inés Alzate, quien así se refirió al espíritu y alcances del Encuentro:
“El movimiento sindical de la región se movió fuertemente alrededor de la convocatoria de la CSA, que es bastante representativa en la región. Se trataron asuntos importantes para los trabajadores en materia de empleo, seguridad social, el tema de la paz en Colombia, que también se abordó. Y hubo un rechazo total a la derechización del mundo, un asunto de mucha preocupación para el mundo sindical”.
En su intervención, Mujica hizo alusión al capitalismo como un sistema con la capacidad de generar una cultura egoísta de la que es muy difícil escapar. Por eso, aún cuando un gobierno al llegar al poder con un proyecto de justicia para todos es posible que no logre satisfacer las demandas generadas por esta cultura capitalista. “El progreso global colectivo de la sociedad es la mayor garantía de felicidad”, expresó, al tiempo que reconoció que la lucha por la soberanía y la independencia son la expresión del viejo grito jacobino por la igualdad.
Apartes de la Declaración Final
El avance del Capital sobre los pueblos y sus territorios, de la mano de la nueva ofensiva del modelo neoliberal, profundizan el acaparamiento y la dominación de territorios, el saqueo de los bienes comunes, la explotación del trabajo y control de los cuerpos, señala la Declaración Final del Encuentro.
La “arquitectura” de esta dominación se expresa en los tratados de libre comercio, el sistema de endeudamiento perpetuo que condiciona el modelo productivo y de expropiación de los recursos públicos y bienes colectivos, al tiempo que profundizan el lucro de las elites locales, cada vez más corruptas y dependientes del sistema financiero internacional.
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Enfatiza el propósito de enfrentar las empresas transnacionales y sus estrategias de captura y sometimiento de las instituciones democráticas, promoviendo acciones concretas para reducir ese espacio que les permite eludir sus responsabilidades.
“Nos movilizaremos para que se establezcan instrumentos nacionales e internacionales que impidan que los derechos de las empresas tengan primacía sobre los derechos humanos y de los pueblos, participando del proceso para la adopción de un Tratado Internacionalmente Vinculante sobre Empresas Trasnacionales y DDHH”, agrega.
Sobre la precarización laboral
La precarización de las relaciones laborales y la eliminación de la negociación colectiva contenidas en las reformas brasileñas y argentinas, así como la ofensiva de la patronal uruguaya contra la negociación colectiva en la OIT, son ejemplos de estrategias de la derecha continental para concretar los propósitos de la dinámica del capital, los cuales deben ser confrontados por las instituciones de la democracia formal y por el ejercicio de los derechos humanos.
De ahí los reiterados ataques de la “derecha” contra organizaciones defensoras de derechos humanos, el desconocimiento de la voluntad popular, la criminalización de los movimientos populares, el asesinato y la desaparición de líderes y lideresas sociales. “La impunidad del terrorismo de estado de ayer se convierte en base fundante de la impunidad de hoy del gran capital”, afirma la Declaración.
Señala que la expresión culminante de la arremetida de las fuerzas de derecha alineadas con el gran capital, fue el golpe parlamentario, jurídico y mediático contra la presidenta Dilma Rousseff y la pretensión de impedir la candidatura del expresidente Lula da Silva en Brasil.
Asimismo, se hizo un fuerte cuestionamiento de la concentración y control de la información y la tecnología por parte de corporaciones mediáticas, con ramificaciones hacia otras ramas de la economía, lo cual atenta contra la democracia.
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“En un mundo globalizado quien controle y distribuya la información, tiene poder incluso por sobre los poderes políticos y la soberanía popular”, de ahí la necesidad de mantener la lucha por la democratización de la comunicación en cada uno de los países, como una forma de limitar el poder mediático en la región.
El Encuentro también abordó el tema de género y la “defensa innegociable de la autonomía y libertad de las mujeres, la lucha para poner fin al feminicidio y todas las violencias machistas, también afirmamos el derecho al aborto legal, público y seguro”.
Sobre la paz de Colombia
Encuentro Continental por la Democracia y Contra el Neoliberalismo en un aparte abordó el tema de la paz en Colombia y el grave incumplimiento de los acuerdos de La Habana, que pone en serio peligro el Proceso de Paz y profundiza la violencia con la ocupación de territorios por parte de fuerzas paramilitares, el recrudecimiento de los asesinatos de líderes sociales populares, y estanca el proceso de diálogo con el ELN por parte del gobierno.
La avanzada imperial de E.U
“Estados Unidos pretende reforzar su influencia imperial en la región y despliega una estrategia de intervencionismo abierto utilizando dispositivos diplomáticos, culturales, económicos y militares”, se lee en la Declaración. Esta estrategia se condensa en la guerra multidimensional contra Venezuela, que tiene momentos de violencia paramilitar, de bloqueo económico, asfixia financiera, sanciones internacionales, criminalización mediática y aislamiento diplomático.
Asimismo, continua el ataque a los gobiernos progresistas y de orientación popular, recrudece el bloqueo contra Cuba, toma medidas contra el gobierno de Nicaragua, impulsa el sabotaje a la gestión del gobierno de El Salvador, y asedia al gobierno de Bolivia.
“El camino de la unidad es condición para trascender los marcos de la economía dominante y plantear otras formas de organizar las relaciones sociales, productivas y reproductivas que, asentadas en la igualdad, la solidaridad y la justicia social y ambiental, construyan la soberanía alimentaria y energética de nuestros pueblos y la vida digna en nuestros territorios”. En tal sentido el Encuentro convocó a la movilización de repudio a la Cumbre Ministerial de la Organización Mundial del Comercio que se realizará en la ciudad de Buenos Aires en diciembre de 2017.
“No puede haber democracia sin participación, sin distribución de la riqueza, sin acceso a la información y la justicia”.