Se llama Sintraetmva, lo crearon el pasado 5 de marzo 25 trabajadores, y hoy, dos semanas después, ya tiene 200 afiliados de los 1.300 vinculados directos que tiene el Metro de Medellín, una de las empresas más queridas y emblemáticas de los antioqueños, y en la que, en los 18 años que lleva funcionando, sus empleados nunca habían estado organizados ni han negociado sus condiciones laborales.
Lo curioso es que la principal motivación que tuvieron los trabajadores para fundar a Sintraetmva, organización que el movimiento sindical saluda y celebra, no es tanto la mejora de las condiciones salariales y prestacionales, sino el reclamo un trato más digno y respetuoso en las relaciones entre los empelados y los directivos de la empresa, especialmente los mandos medios.
El Metro de Medellín es una empresa industrial y comercial del Estado de propiedad del Departamento de Antioquia y el Municipio de Medellín, que en la última década ha experimentado un alto crecimiento en virtud de la entrada en operación de los metrocables, el Metroplus y la expansión de líneas hacia el sur del Valle de Aburrá. Y en la misma medida ha adecuado y crecido su planta de personal, pero, según el sindicato, no lo suficiente, pues hay mucha sobrecarga laboral, otro motivo de insatisfacción de los y las empeladas.
El tema laboral en el Metro
Actualmente el Metro funciona con cerca de 3 mil empleados, 1.300 de ellos vinculados a la nómina, en su mayoría tecnólogos y profesionales, pero también bachilleres que despachan en las taquillas de ventas de tiquetes.
Son trabajadores oficiales de libre nombramiento y remoción, a quienes cada seis meses se les renueva el contrato, y en esas condiciones hay personas trabajando desde hace 18 años. El resto, casi 1.600 trabajadores, están vinculados por empresas contratistas, tercerizados. Precisamente lograr la vinculación directa de este personal será una de las luchas que tendrá que librar el naciente sindicato.
Los salarios básicos para los vinculados de nómina oscilan según sean las funciones que desempeñan y el rango al que pertenezcan: profesionales, técnicos y bachilleres. La escala salarial más baja es $1´100.00 (vendedores de taquillas, obreros de vía, etc.) y las más alta $2´900.00 (los profesionales), todos con las debidas prestaciones de ley y dos primas extralegales. Obviamente las condiciones laborales de los tercerizados son más precarias.
Entre los trabajadores(as) tercerizados están los conductores de trenes y buses, los primeros mediante la Fundación Universitaria de Antioquia y los segundos por la Fundación Pascual Bravo; los que hacen maniobras en patios, los del servicio de aseo (mediante la cooperativa Recuperar), los del mantenimiento de trenes y de vías y señalización (mediante Sitexa), los vigilantes (mediante Segurcol), los de servicios generales y mantenimiento de las instalaciones físicas (Precod). Además está en proyecto la tercerización de la venta de tiquetes.
Las razones del sindicato
Rubén Darío Cataño es el presidente de Sintraemtva. Lleva laborando en el Metro todo el tiempo que éste tiene funcionando: 18 años, y pertenece a la subgerencia de operaciones, la que cuenta con más personal y a la que pertenecen la mayoría de los 200 sindicalizados, por ser el área en la que están más afectados en sus derechos y padecen más maltrato laboral.
“Asumimos la creación del sindicato como respuesta a las necesidades y las inconsistencias que se presentan. Además porque vemos que el sindicalismo ha cambiado mucho, no es como antes que era sinónimo de violencia y detrimento del patrimonio de las empresas. Por el contrario, queremos que el Metro crezca, pero que igualmente crezcan sus empleados en derechos y bienestar. Porque si el empelado labora con buena remuneración y en condiciones de respeto, la empresa va a crecer. Y somos los más antiguos los que lo estamos liderando porque somos del área de control, tenemos más estabilidad y conocimiento, pero experiencia sindical si no tenemos ninguna”, explicó Cataño.
De ahí que los doce integrantes del comité ejecutivo de Sintraemtva ya iniciaron un proceso de capacitación en la ENS, al que también están invitando a todos los afiliados que lo quieran.
Por su parte Luis Carlos Mejía, vicepresidente del sindicato, también con 18 años de trabajo en el Metro, reconoce que éste es buen patrón y es una buena empresa, pero fallan los mandos medios por la mala manera como manejan el personal, hasta con actitudes humillantes.
“Se nos castiga el descanso porque hace falta personal, pero si un trabajador cansado dice que no puede cubrir un reemplazo o hacer horas extras, lo amenazan con tenérselo en cuenta para rebajarle la evaluación de desempeño. Y aparte de eso, las capacitaciones las programan en el tiempo del trabajador. Por eso lo salarial es lo que menos nos jalona. Lo que más nos interesa es la dignidad de los trabajadores, que la están pisoteado en unas áreas más que en otras. Es común que la gente labore hasta 30 días seguidos sin descanso, o se les retengan las vacaciones, y eso hay que acabarlo”, señaló Mejía.
Los retos inmediatos
Una de las primeras actividades del nuevo sindicato será realizar una encuesta para conocer las necesidades y problemas de los trabajadores en cada área, y con base en esa información, y otra que ya posee, preparar un pliego de peticiones y buscar la firma de una convención colectiva, que sería la primera en la historia del Metro de Medellín.
La otra tarea urgente es crecer la membrecía del sindicato, para la cual están haciendo una campaña de información y afiliación de nuevos trabajadores. De hecho esta campaña ya está dando sus buenos resultados: desde el 5 de mayo a la fecha se han afiliado 175 trabajadores más. “Si los compañeros se está afiliando es porque están viendo la necesidad”, concluye Cataño.
Para la empresa Metro la creación del sindicato fue toda una sorpresa, sin embargo preliminarmente sus directivas manifestaron que esperaban tener con éste una buena mesa de diálogo. Por lo pronto se ha notado que en las dos semanas que lleva el sindicato se suavizó el maltrato de los mandos medios, a los trabajadores les están dando información que antes no les daban, están yendo a los puestos de trabajo a preguntar por las condiciones laborales, entre otras acciones que denotan que la existencia de un sindicato siempre juega a favor de los trabajadores.
Dese hace 8 días Sintraetmva solicitó una reunión con el gerente general del Metro, Ramiro Márquez, para presentarle oficialmente la organización, pero ésta no se ha podido dar. También solicitarán otra reunión con la Junta Directiva del Metro.
“El recurso humano del Metro es muy bueno, hay mucho sentido de pertenencia y la gente quiere a la empresa, y es lo que explica la buena imagen de ésta y su eficiencia en el servicio a los usuarios. Por eso va a luchar también el sindicato: por la permanencia de la empresa en el tiempo”, recalca Luis Carlos Mejía.
Afirmación que Rubén Darío Cataño complementa: “El sindicato no es para acabar con la empresa, y así queremos que se entienda. Tenemos la visión de trabajar por la dignidad de las personas, y que la empresa no nos vea como una amenaza sino como una fortaleza y una oportunidad de cerrar las brechas y las anomalías que hay entre trabajador y empleador. La empresa no tiene experiencia en la parte sindical, es una cultura nueva que tiene que asumir, y que esperamos se agregue a la Cultura Metro. De la mano de nosotros,
Opina la ENS
Por su parte Luciano Sanín, director de la Escuela Nacional Sindical, opinó que siempre será una buena noticia que se cree un sindicato en la principal empresa pública de transporte masivo más importante de Colombia, como lo es el Metro de Medellín.
Lo otro que resaltó Sanín es que Sintraemtva se forme, no tanto con una vocación gremial y económica, sino con un concepto de dignificación de los trabajadores y el mejoramiento de las relaciones y el trato digno al interior de la empresa. Además en la perspectiva del mejoramiento del servicio a los usuarios.
“Representa una gran oportunidad para transformar las relaciones laborales en una empresa que ha generado una cultura y una gestión eficiente; eficiencia que ha sido posible porque hay unos trabajadores que se comprometen con ella, y que creen que para seguir profundizando ese proceso se requiere un sindicato”, puntualizó Luciano Sanín.
También es una muestra de que, a diferencia del pasado, se consolida la tendencia que señala que ya no es tan escasa la noticia de la creación de un sindicato, y en sectores donde nunca ha habido organizaciones de este tipo.