El pasado 25 de octubre tuvo lugar la sesión de instalación de la Comisión Permanente de Concertación de Políticas Salariales y Laborales (CPCPSL) con miras a definir el incremento del salario mínimo para el 2019, sesión que como hecho destacado –calificado por algunos como “histórico”– contó con la presencia del presidente Iván Duque. Desde 1996, año en que la Comisión se creó por mandato constitucional, nunca un presidente había asistido a alguna de sus sesiones.
La presencia de Duque en la CPCPSL, según él mismo lo explicó, quiso ser un mensaje para significar el interés del gobierno por el diálogo social y la concertación tripartita de los asuntos laborales, y refrendar el llamado “Pacto por el Trabajo Decente”, que lanzó el 9 de octubre; pacto que contiene 16 puntos y fue firmado por los gremios empresariales y las centrales sindicales CGT y CTC. Menos por la CUT, que se abstuvo de firmarlo por considerarlo contradictorio y más retórico que real.
Si bien la sesión de este jueves fue para iniciar la discusión sobre incremento del salario mínimo, de ese tema no se habló, dado el carácter protocolario de la sesión y el poco tiempo disponible. Se acordó que el 22 de noviembre la Comisión se volverá a reunir para presentar el calendario de la discusión y cada uno de los actores plantee sus posiciones en torno al incremento salarial.
En su intervención, el presidente Duque se refirió a generalidades sobre su visión del desarrollo del país y sus expectativas. Hizo énfasis en la necesidad de formalizar el trabajo y superar la enorme informalidad laboral, que en Colombia supera el 50%. Es una condición para que la economía del país aumente su productividad, genere más empleos formales y la clase media se expanda.
Señaló que Colombia debe crecer de manera sostenida en niveles superiores al 4 y 5% del PIB y cambiar sus patrones laborales, pues con una informalidad tan alta, que ocasiona que de los 22 millones de ocupados apenas 8 millones aporten a pensión y menos de 2.5 millones se pensionan, el país no tiene futuro. Y para ello, agregó, es importante que las tres partes con asiento en la Comisión: gobierno, empresariado y trabajadores, logren ponerse de acuerdo.
Asimismo, Invitó a la Comisión de Concertación a acompañar la implementación del Plan de Desarrollo aprobado recientemente por el Congreso; y prometió que cuando se vaya a presentar la propuesta de reforma pensional, ésta primero tenga una discusión en el seno de la CPCPSL.
“Me voy complacido de esta reunión, que no será la última. Estaremos acompañando la deliberación sobre las materias que se abordan en esta Comisión”, señaló el Presidente Duque.
Reacción de la CUT
La Central Unitaria de Trabajadores, como se dijo, no firmó el Pacto por el Trabajo Decente propuesto por el Gobierno Duque, y se mostró pesimista en torno a sus resultados.
Su presidente, Diógenes Orjuela, al final de la sesión entregó declaraciones en las que calificó como contradictorio el paquete de propuestas del gobierno, toda vez que se inscriben en un círculo vicioso: la informalidad en Colombia es enorme porque no hay empleo, y no hay empleo porque fue arruinada la industria, la agricultura y todo lo que genera empleo en el país.
En su opinión, el Gobierno hace apología del Trabajo Decente, pero niega la discusión seria sobre las exigencias que le han hecho a Colombia la OIT y otras instancias internacionales, y que la CUT lleva años demandando, como la eliminación de la tercerización y todas las formas abusivas de empleo.
“Lo que se debe privilegiar es el contrato directo, eliminar los contratos sindicales, las cooperativas de trabajo asociado y demás figuras perversas que se ha inventado el empresariado colombiano”, dijo Orjuela, quien calificó como “absurdo” el texto del “Pacto por el Trabajo Decente”, toda vez que no incluye la palabra sindicato, ni la palabra convenciones colectivas, ni el respeto a la libertad sindical.
“Tiene un artículo que señala que el gobierno, los empresarios y los trabajadores solo respetarán los acuerdos y compromisos que hayan sido de consenso. Pero resulta que ninguno de los compromisos que el gobierno ha firmado con organismos internacionales, o que le han impuesto desde afuera por su mal comportamiento laboral, son de consenso. Entonces no van a cumplir absolutamente nada”, anotó el presidente de la CUT.
También fustigó el hecho de que, mientras habla de Trabajo Decente, el Gobierno defienda una reforma tributaria cuyo elemento central es clavarle el IVA del 19% a todos los productos de la canasta familiar, y también siga defendiendo los TLC que han generado la informalidad en Colombia.
Con respecto al salario mínimo, recordó que la CUT ha venido planteando un alza general de salarios, pero no a la manera demagógica como lo ha planteado el senador Álvaro Uribe. Ello porque el aumento del poder adquisitivo del salario es la clave fundamental del desarrollo de un país.
Anotó que el alza de salarios debe acompañarse de un proceso de reconversión industrial, como lo han hecho los estados desarrollados, que tienen excelentes salarios y son competitivos porque la gente tiene plata para comprar y los empresarios pueden vender, sin generar la falsa premisa de que los salarios altos generan inflación. “Pero ese fue un tema de mediana importancia en la sesión de la Comisión”, puntualizó Orjuela.
La opinión de la CGT
Julio Roberto Gómez, presidente de la CGT, inició su intervención valorando la presencia de Presidente Duque en la sesión de la Comisión. “Asumimos su asistencia como algo muy positivo porque creemos en el diálogo social y el tripartismo como la forma más idónea de encontrar soluciones a los problemas”, indicó.
Luego explicó que la CGT firmó el “Pacto por el Trabajo Decente” porque sus 16 puntos permiten hacer un seguimiento al desarrollo de las políticas laborales bajo las pautas de la OIT; como también a los aspectos de carácter laboral derivados del ingreso de Colombia a la OCDE, y que es importante que la Comisión los tenga en cuenta.
Gómez acogió con beneplácito la propuesta de que la Comisión de Concertación participe más activamente en la implementación del Plan de Desarrollo, pero también recordó algunos acuerdos firmados en el pasado que, como una mala herencia, siguen sin cumplirse. Como la reparación colectiva del sindicalismo como víctima del conflicto armado, tema que solo tiene una mesa instalada pero no ha avanzado; asimismo el tema pensional y otros pendientes.
En cuanto a la vigencia de la Comisión de Concertación, dijo que en el trabajo que ésta adelanta hay muchas cosas positivas, no todo es negativo. “En algunas ocasiones nos hemos puesto de acuerdos en materia de salario mínimo, vamos a tener que sincerar muchas situaciones cuando discutamos el salario mínimo para el año entrante”, agregó.
Por su parte Miriyan Luz Triana, Secretaria General de la CGT, calificó como “histórica” la presencia del Presidente Duque, ya que le dio un valor especial a la Comisión, al tripartismo y al poder real del diálogo social. Que no solo sirve para resolver situaciones de conflicto laboral, sino también para prevenir los conflictos.
Destacó que el Presidente los haya invitado a pensar, a cada quien desde su orilla, en cómo acabar con la tercerización labor y la informalidad, como construir Trabajo Decente con seguridad social integral, y avanzar en la discusión de otros temas distintos al salario mínimo.
“El asunto es que el primero que debe cumplir es el mismo gobierno, que tiene mucha contratación por servicios y temporales, que no es propiamente trabajo decente. Si da ese ejemplo, los empresarios van a tener que hacerlo también”, subrayó la Secretaria General de la CGT, al tiempo que manifestó su confianza en la voluntad del Presidente para sacar adelante su agenda laboral.
“Ahora nos toca a los demás actores hacer que esa voluntad se concrete en realidad”, agregó.
Qué piensa la CTC
La Confederación de Trabajadores de Colombia, como se dijo, también fue firmante del “Pacto por el Trabajo Decente”, y desde esa perspectiva su presidente, Miguel Morantes, destacó la presencia del Presidente Duque como un “espaldarazo” a la Comisión de Concertación, por lo que representa para el avance del diálogo social.
Consideró positivo que el Presidente se haya referido a la problemática laboral con énfasis en la informalidad y la tercerización, así fuera en términos generales. “Es un tema muy complejo en el que intervienen muchas variantes y actores”, dijo, al tiempo que manifestó su esperanza de que para el año 2019 los trabajadores puedan tener un buen incremento salarial.
Sobre la propuesta del senador Álvaro Uribe, en el sentido de darle facultades al Gobierno para aumentar significativamente y por una sola vez el salario mínimo en el 2019, Morantes señaló que es una propuesta que no tiene buen ambiente entre el movimiento sindical, y al parecer tampoco entre los empresarios. Además es riesgosa, porque las facultades al Presidente no solo serían para incrementar el salario mínimo sino también para hacer ajustes de carácter fiscal, que pueden resultar inconvenientes para los trabajadores.
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ricardo:
15/11/2018,siempre cada año es la misma payasada en la concertacion del salario minimo, y siempre el aumento es por decreto del gobierno a su antojo, las centrales obreras no sirven para esto, solo hacen el juego del gobierno