Este día del trabajo es una conmemoración extraña por la crisis que se presenta en el mundo.
Por Jorge Coronel López Economista Profesor universitario
Se conmemora el día del trabajo en medio de una incertidumbre económica y en el marco de un obligatorio confinamiento que ha agudizado la crisis en el mundo laboral. La precariedad en los puestos de trabajo y la mala calidad de los empleos son males que han quedado al descubierto tras la crisis sanitaria. La Organización Internacional del Trabajo -OIT- y muchas organizaciones sociales venían insistiendo sobre la necesidad de mejorar las relaciones labores para que, al tiempo que crecía la producción, crecieran también los empleos de calidad. Pero las reformas llevadas a cabo no tuvieron en cuenta dichas recomendaciones y despreciaron las sugerencias que hicieron con insistencia. Ahora, con el agua al cuello, no sabemos cómo salir de esta situación.
Según la OIT, el continente americano corre los mayores riesgos en el empleo debido a los sectores económicos que han quedado expuestos. Colombia está dentro de uno de esos países vulnerables por la composición laboral y económica que tiene. Vale recordar que el 27% de los ocupados en el país trabajan en el comercio (seis millones de personas) y el 19% labora en el sector de servicios (cuatro millones de personas), dos sectores muy afectados por la crisis.
Gráfico 1: Trabajadores en situación de riesgo, la informalidad y la protección social
Fuente: OIT (2020)
Esta conmemoración del día del trabajo debe motivar serias y profundas reflexiones sobre la imperiosa necesidad de devolver la dignidad de la mayoría de los trabajadores. También es la posibilidad para que, de la mano de empresarios, los trabajadores, las organizaciones de toda índole y el Estado en sus diferentes niveles de representación, busquemos rutas que nos permitan hacer brotar esa creatividad de la que tanto nos preciamos.
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Vemos desde el confinamiento que el mundo empieza a requerir alimentos y nos demuestra la importancia de la salud; ello es suficiente para pensar en todo lo que podemos hacer.
Es lamentable que hoy en medio de la crisis sanitaria, el personal de la salud no goce plenamente de los derechos laborales. Muchos trabajan en condiciones precarias, sin contratos que les garanticen estabilidad, sin remuneraciones al día y con la necesidad de hacer turnos y turnos en una carrera que nos les permite descansar muchas veces. Esta tragedia en la que se ha convertido el trabajo es similar para miles de personas. Esta no puede seguir siendo la fotografía de una sociedad moderna y no debería seguir siendo el común denominador de una sociedad que, al confinarse, quedo desnuda en sus precariedades.