Otro atentado contra la dirigencia del movimiento sindical se registró este fin de semana en la ciudad de Cali, hecho que reviste especial gravedad por cuanto una de las personas contra la que se atentó fue Miguel Morantes Alfonso, presidente la Confederación de Trabajadores de Colombia, CTC. La otra persona fue Adolfo Devia Paz, presidente de la Unión Sindical Emcali (USE), filial de la CTC, quien en ese momento acompañaba a Morantes.
Por fortuna ambos dirigentes resultaron ilesos gracias al blindaje de la camioneta en la que se movilizaban, que alcanzó a recibir 4 disparos de bala; y a la rápida reacción de sus escoltas, quienes pusieron en fuga a los autores del atentado: dos individuos que se movilizaban en una moto. De inmediato la policía llegó al sitio del hecho y dio inicio a las pesquisas para esclarecerlo.
El atentado se presentó a las 3 y media de la tarde en el barrio Las Américas, nororiente de Cali, en el momento en que ambos dirigentes se disponían a apearse del vehículo frente a la residencia de Devia Paz, donde tenían prevista una reunión con otros dirigentes sindicales.
Morantes se encontraba en Cali desde el día anterior y había asistido a una reunión con los directivos de la Unión Sindical Emcali, en la cual se trató el tema de la falta de garantías y el trato discriminatorio que este sindicato ha recibido por parte de Emcali.
Este atentado se suma a las amenazas de que fue objeto la Dirección Nacional de la CUT a mediados de enero pasado, a través de un panfleto intimidatorio con la firma de un supuesto comando urbano de Los Rastrojos.
“Es muy grave este hecho, y sobre todo muy injusto, porque nosotros no le estamos haciendo daño y nadie, no hacemos nada distinto que reclamar derechos laborales de nuestros trabajadores”, señaló a esta agencia de información el señor Morantes Alfonso, quien aclaró que si bien ha sido objeto de amenazas en el pasado, nunca antes había sido el blanco de un atentado a bala. “Antes si he estado en peligro, pero no tan cerquita”, puntualizó.
Es de anotar que no es el primer atentado del que es víctima Adolfo Devia Paz. A mediados del año pasado, en el barrio Marroquín de Cali, fue atacado por sicarios en el momento en que se encontraba con un grupo de familiares, hecho en el que falleció un hermano suyo: Jhonnatan Devia, y él salió ileso. Precisamente el vehículo blindado en el que el sábado fue baleado le fue asignado como parte del esquema de seguridad que el Gobierno les brinda a los dirigentes sindicales amenazados.
“Este lamentable hecho se enmarca en la difícil situación que está viviendo el movimiento sindical, que no solo está enfrentando las violaciones a los derechos sindicales sino atentados contra el derecho a la vida, como lo sucedido hoy en Cali. Exigimos al gobierno nacional garantías para el ejercicio sindical y una verdadera protección a sindicalistas y dirigentes”, señala la Dirección Nacional de la CTC en un comunicado.