La política económica colombiana ha dado un giro copernicano. Economista Jorge Iván González

Imagen de cortesía

Este jueves se realizó de manera virtual el lanzamiento del libro Misión Alternativa de Empleo e Ingresos. Propuestas para una Colombia Incluyente”. La obra recoge una serie de documentos producidos por expertos que integran la Misión Alternativa de Empleo e Ingresos, MAEI.

La MAEI es una alianza surgida durante el 2020 de redes académicas, centros de pensamiento, investigadores y centrales sindicales en un primer momento, y que ha venido consolidándose con el impulso de la ENS. Su objetivo es articular propuestas desde la academia crítica y los sectores de trabajadores y trabajadoras afectados negativamente por el modelo socioeconómico y la arquitectura institucional del país.

El lanzamiento del libro contó con la participación de diferentes académicos y personalidades que hicieron parte de este proceso como Jorge Iván González, Jorge Coronel, Cecilia López y César Giraldo. Ellos abordaron algunos de los ejes temáticos del libro como lo son; el empleo en relación con el modelo de desarrollo; el territorio; la ruralidad y los sectores populares. De igual forma participaron Ricardo Bonilla, director académico de la MAEI, Carlos Julio Díaz, director de la Escuela Nacional Sindical, ENS y Ruth Quevedo, directora académica de la ENS y compiladora.

Lo que dijo Jorge Iván González

Cada uno de los participantes contó con 15 minutos para exponer el tema tratado en el libro. EL economista y profesor Universitario Jorge Iván González se salió un poco de su tema y hablo generalmente sobre la realidad económica del país. Aquí transcribimos la parte más importante de su intervención:

Yo quiero comenzar con un parte de optimismo en medio de las dificultades que estamos pasando. Y es un parte de optimismo porque creo que el trabajo que ha hecho la Escuela Nacional Sindical, tanto con el tema de empleo como con el tema de renta básica, y las organizaciones que han estado con la Escuela, han sido exitosas. Yo particularmente he estado al lado de la Corporación Sur.

Yo quiero decirles: lo que ha pasado en los últimos tres días yo lo califico como una revolución copernicana. A mí me ha impresionado la forma como el gobierno cambió su discurso. Hace tres meses, nos estaban diciendo que el aumento del impuesto a las empresas impactaba de manera negativa el empleo y la inversión, el relato de estos tres días es completamente distinto. Para los empresarios, para el gobierno es claro que nos son los impuestos los que afectan la inversión y el empleo, sino que es el consumo y la demanda.

Es muy difícil decir de quien es este triunfo, es del movimiento social, es la fuerza de la movilización social y es la debilidad estructural de los argumentos que se tenían antes. Yo volví a leer el marco fiscal de mediano plazo de Carrasquilla, en más de 15 páginas se argumenta que la reducción de los impuestos a las empresas, que los costos laborales y que los costos de capital son los determinantes de la inversión y del empleo y que por lo tanto hay que reducirlo, esto dice el marco fiscal: “las menores tasas impositivas tienen un efecto positivo sobre la inversión y gracias a que vamos a reducir los impuestos a las empresas, vamos a tener un crecimiento anual promedio, desde ahora, hasta el 2031, del 12.3%”.

El cambio de óptica es brutal. Puede sonar exagerado decir que es una revolución copernicana, pero antes la mirada era a la oferta, en el discurso del presidente Duque hace dos días, en las declaraciones de los gremios, de pronto se voltea toda la visión desde el lado de la demanda. El esquema geocéntrico se transforma en un esquema heliocéntrico y nosotros en este documento, de la Misión Alternativa de Empleo e Ingresos, tenemos que estar satisfechos porque desde la primera página hasta la última, decimos claramente: el problema de empleo es un problema de demanda, no de oferta.

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Este ha sido un trabajo largo, no fue un trabajo de 15 días. Es el trabajo de un año largo en donde hemos argumentado que las dinámicas de empleo están condicionadas a las lógicas de la demanda y a mí me causa gran satisfacción oír a los gremios, oír al presidente, diciendo el problema es de demanda, las empresas pueden tener mayores impuestos, pero necesitamos salvar los niveles de consumo.

El cambio de óptica es brutal. No sé qué más calificativo utilizar. La soberbia con la que se defendía la posición anterior se agotó en tres meses. ¿Qué pasó con los argumentos técnicos? Nos decía Carrasquilla, “la relación entre los costos y la inversión está fundamentado en datos empíricos, está fundamentada en modelos sofisticados y tiene todo el soporte de la literatura internacional.” Miren los últimos 20 años de discurso del gobierno, miren la argumentación de la Misión Levy. Toda la lógica de la Misión Levy es que los costos laborales y los costos de capital asociados a los impuestos son perjudiciales para la generación de empleo. Y en tres meses todo cambió.

Y por eso lo digo, es una revolución copernicana y nosotros nos tenemos que sentir orgullosos de que este libro es un testimonio, desde la primera hasta la última página de la convicción profunda que el problema de empleo no es de oferta sino un problema de demanda.

Los argumentos teóricos no eran entonces tan solidos como se decía. Y terminaron sucumbiendo frente a la contundencia del movimiento social. Este cambio de opinión pone en evidencia que el discurso estaba alimentado por una opción política que no era un discurso neutro y que la economía el discurso no puede ser neutro. Si ustedes revisan las declaraciones de estos tres días, desde el sector financiero hasta los empresarios diciendo: “No hay ningún problema con que nos aumenten los impuestos o con que volvamos a las tazas que teníamos antes, no hay ningún problema, dice el sector financiero, con que nos aumenten en tres puntos adicionales el impuesto a la renta. El problema no es de impuestos, el problema es de demanda.

Uno a veces se pregunta para que son estos ejercicios académicos y durante este año si quiero decir: los esfuerzos que hemos hecho de manera insistente, no por nosotros, porque estos no se entienden sin la fuerza del movimiento social, van permeando de alguna manera la discusión. Sigamos siendo tercos, esperemos que estos documentos, que estos textos que se lanzan hoy sean unos insumos fundamentales para el debate. Pero entonces entre la Misión Levy y nosotros, yo digo con toda tranquilidad, ganamos nosotros. Nosotros apuntamos hacia donde está el problema y finalmente lo reconocen.

El tema de estos días a mí me maravilla. Viendo la tranquilidad con la que cambian el discurso, como si aquí usted pudiera decir lo uno o lo otro sin ningún costo.

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