Sindicatos del sector bebidas azucaradas rechazan impuesto propuesto en la reforma tributaria
En Colombia los intereses de los sindicatos rara vez coinciden con los de los empresarios, por lo que llama la atención que frente al impuesto a los refrescos azucarados, incluido en la reforma tributaria que presentó el Gobierno a discusión del Congreso, los 4 sindicatos más representativos del sector de las bebidas azucaradas (Sinaltrainbec, Sintraimagra, Asotragaseosas y Sico) hagan causa común con los empresarios de la industria y el comercio de las gaseosas para rechazar este impuesto, al que consideran regresivo.
Según lo propuesto en la reforma tributaria, las gaseosas y bebidas azucaradas pagarían un impuesto de $300 adicional por litro, con lo cual el Gobierno espera recaudar $900 mil millones con destino al presupuesto para la salud; impuesto que el Gobierno justifica con razones de salud pública, con base de directrices trazadas por la Organización Mundial de la Salud, adscrita al sistema de la Naciones Unidas. Procura entonces que la población, especialmente niños y niñas, consuma menos bebidas azucaradas y con ello mermen patologías asociadas, como la obesidad, la diabetes, entre otras.
Le puede interesar: Opinión: Proyecto de reforma tributaria ¿realamente promueve la inversión, el empleo y la equidad?
Pero los sindicatos y los gremios relacionados con la industria de las bebidas azucaradas, no lo ven de esa manera. Estos últimos consideran es un impuesto inconveniente para la economía del país, y específicamente para esta industria, que ya tiene una alta tasa tributaria. Además, es discriminatorio y asimétrico, y afectará los hogares de las clases populares, que son los que más consumen gaseosas, que tendrán que destinar más recursos para comprarlas. Y por otro lado afectará el empleo en el sector.
Precisamente en defensa de esta posición, el viernes pasado apareció un aviso pago en los principales periódicos del país, firmado por la Andi, Fenalco, Asocaña, Procaña, Acodrés y Asobares. E incluso desde antes de que el Gobierno presentara el texto de la reforma, los sindicatos publicaron otro comunicado en el periódico El Tiempo, fijando su posición al respecto.
Según el DANE, la industria de bebidas creció un 1.7% en 2015, y fue una de las ramas que más jalonó el crecimiento del sector industrial, al que aportó el 15.7%.
La posición de los sindicatos
En diálogo con esta Agencia, Carlos Alfonso Ortiz, presidente de Sinaltrainbec, el sindicato con mayor número de trabajadores en la industria de las bebidas azucaradas, consideró que el tema no se ha abordado de manera responsable e integral, y tampoco se ha calculado el impacto económico y efecto negativo que tendrá sobre el empleo.
Se calcula que la industria de las bebidas azucaradas emplea en Colombia unas 15 mil personas de manera directa, y 150 mil de manera indirecta en actividades como provisión de materia prima, comercio minorista, empresas de reciclaje, etc
Se calcula que la industria de las bebidas azucaradas emplea en Colombia unas 15 mil personas de manera directa, y 150 mil de manera indirecta en actividades como provisión de materia prima, comercio minorista, empresas de reciclaje, etc. Y muchos de esos empleos se verán afectados, al igual que más de 500 mil tenderos, que devengan buena parte de su renta de la venta de bebidas azucaradas.
Considera el señor Ortiz que un impuesto específico para las bebidas con azúcar tiene una intención netamente recaudatoria, y es una política pública insuficiente para resolver los problemas de diabetes y obesidad, que tienen múltiples causas, no se pueden atribuir a un producto específico.
“La comida chatarra también causa obesidad, por ejemplo”, anotó Ortiz, quien aseguró que en países donde se ha impuesto una medida similar, como México, no se han registrado resultados positivos en cuanto a reducción de la obesidad.
“Si el problema es el azúcar, pues que graven a todos los sectores que producen azúcar, panela y derivados, para que cambien la forma de producir con otras materias primas y con endulzantes cero calorías. No tienen por qué grabar un producto terminado”, anotó el presidente de Sinaltrainbec.
De ahí que los sindicatos del sector estén en máxima alerta ahora que arranca la discusión del proyecto de reforma tributaria en el Congreso. Anunció que adelantará una serie de acciones para llamar la atención del Gobierno para que retire el impuesto a las gaseosas del proyecto, y conseguir el apoyo de los congresistas de diferentes partidos. “Algunos nos han dicho que no apoyarán ese impuesto”, aseguró Ortiz.
Sobre la coincidencia de la posición de los sindicatos con la de los empresarios, el directivo señaló: “Sí, por fuerza de las circunstancias nos encontramos en una causa común: nosotros tratando de proteger el empleo en el sector, y los empresarios haciendo lo mismo para proteger sus ganancias e ingresos”.
Y de otro lado, el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Industria de Productos Grasos y Alimenticios, Sintraimagra, hizo público un comunicado en el que afirma que el nuevo impuesto atenta contra el derecho al trabajo, pues las empresas buscarán la manera de encajarlo, y entonces serán los trabajadores, y en últimas los consumidores, quienes sufrirán las consecuencias.
Pide asimismo que el proyecto se debata con todos los sectores del país, y especialmente con los trabajadores. “No se puede lanzar juicios a priori señalando el azúcar como el responsable del problema de la diabetes y la obesidad sin un sustento científico, ni mucho menos pretender contrarrestarlo aplicando impuestos que van a contribuir al desempleo y a encarecer más los refrescos azucarados”, señala el comunicado.
Por su parte la CUT, central sindical que afilia a los nombrados sindicatos, se solidarizó con la causa de éstos. Calificó como un “acto confiscatorio” por parte del Gobierno el pretender gravar con un 20% el consumo de las bebidas azucaradas, solo con el objeto de paliar la crisis tributaria del país.
Sostiene la CUT que las bebidas gaseosas constituyen la dieta de los estratos 1, 2 y 3. Las consumen miles de trabajadores que no pueden, por sus bajos salarios, mejorar sus rangos alimenticios. Es a esos sectores a los que los industriales trasladarán el peso del nuevo impuesto; y la inmediata reducción de las ventas lo solventarán con despidos de trabajadores.
Para la CUT resulta irónico que ahora el Gobierno se preocupe por la salud de los colombianos, cuando el sistema de salud muestra un “cuadro dantesco” y condena a la muerte dolorosa a miles de pacientes. Concluye diciendo que se trata de un recaudo asfixiante, que a no dudarlo aumentará el rechazo a las políticas del Gobierno Santos.
Qué dice la OMS
Como ya se dijo, dentro del pliego de motivos que el Gobierno esgrime para querer aumentar el tributo a las bebidas azucaradas, es sustancial el dictamen que la Organización Mundial de la Salud tiene al respecto.
La OMS, organismo especializado de Naciones Unidas, formula recomendaciones sobre cuestiones que revisten importancia para la salud pública. En lo que respecta a la ingesta de los llamados “azúcares libres”, su recomendación es reducir su consumo, tanto en adultos como en niños, a menos del 10% de la ingesta calórica total. Una reducción por debajo del 5% de la ingesta calórica total produciría beneficios adicionales para la salud.
Según la OMS, sus recomendaciones para reducir la ingesta de azúcares libres a lo largo del ciclo de vida se basan en el análisis de los últimos datos científicos, que muestran, en primer lugar, que los adultos que consumen menos azúcares tienen menor peso corporal. Y en segundo lugar, que el aumento de la cantidad de azúcares en la dieta va asociado a un aumento comparable del peso.
Las investigaciones evidencian que los niños con los niveles más altos de consumo de bebidas azucaradas tienen más probabilidades de padecer sobrepeso u obesidad.
Además, las investigaciones evidencian que los niños con los niveles más altos de consumo de bebidas azucaradas tienen más probabilidades de padecer sobrepeso u obesidad, que aquellos con un bajo nivel de consumo de este tipo de bebidas. La recomendación se apoya, además, en datos que evidencian que un consumo de azúcares libres superior al 10% de la ingesta calórica total produce tasas más elevadas de obesidad.
Es de aclarar que estas recomendaciones la OMS no las aplica al consumo de los azúcares intrínsecos, que son los que están presentes en las frutas y las verduras enteras frescas, porque no hay pruebas de que el consumo de este tipo de azúcares tenga efectos adversos para la salud.
Publicado 25 de octubre de 2016.