Convocado por la Confederación Sindical de Trabajadores y Trabajadoras de las Américas (CSA) y la Confederación Europea de Sindicatos (CES), el pasado 2 y 3 de octubre tuvo lugar en ciudad de Panamá el 8º Encuentro Sindical UE-CELAC, con el objetivo de fijar una posición de cara a la próxima Cumbre de Jefes y Jefes de Estado y de Gobierno, así como reafirmar la unidad y solidaridad del movimiento sindical de ambas regiones.
Este Encuentro Sindical, al cual por Colombia asistieron representantes de la CUT y la CTC (el director de la ENS también asistió como invitado), se enlazó con el 9º Encuentro de la Sociedad Civil de la Unión Europea, América Latina y Caribe, organizado por el Comité Económico y Social Europeo y el Foro Consultivo Económico Social del Mercosur, realizado también en Panamá el 3 y 4 de octubre.
Como dato relevante en relación con Colombia, en el evento se aprobó una moción de apoyo a la legítima huelga de los pilotos de Avianca, y de rechazo al papel del Gobierno Santos en esta huelga, no como facilitador de acuerdos sino a favor de Avianca.
Ver declaración sobre la huelga de Avianca: https://csa-csi.org/NormalMultiItem.asp?pageid=12135
En la plenaria del Encuentro, los sindicalistas de América Latina, Caribe y Europa compartieron sus evaluaciones sobre el proceso de integración entre los dos bloques, además de analizar el momento político, donde se destacan la peligrosa tendencia autoritaria y antidemocrática, que han puesto en riesgo no sólo los limitados avances sociales en América Latina y el Caribe, sino la propia integridad de la Unión Europea, al favorecerse políticas económicas que profundizan la alta concentración de la riqueza y condenan a millones de ciudadanos a la pobreza y la exclusión en ambas regiones.
América Latina, el Caribe y Europa presentan hoy una coyuntura compleja. Las y los trabajadores enfrentan una nueva oleada de ataques a sus derechos y conquistas. La agenda de austeridad, recortes a la inversión social y reformas al trabajo y la seguridad social que se impuso en los países del norte desarrollado, ahora impera como receta salvadora para el resto del mundo, pese a su fracaso en Europa, donde el desempleo es de más del 10% en 7 estados miembros, y la precariedad y la temporalidad del empleo son altas.
En su declaración final, el 8° Encuentro Sindical de Panamá subraya que es necesario promover formas novedosas para la acción sindical nacional y transnacional, como, por ejemplo, actuar frente a las cadenas de valor que promueven las empresas multinacionales para maximizar sus ganancias.
Agrega que en América Latina y el Caribe nuevamente está en boga el discurso que culpa a las políticas sociales de las crisis económicas, afectando gravemente las condiciones de trabajo y los derechos laborales y sociales de las personas. El caso extremo se da en Brasil, donde una presidenta electa fue depuesta por un golpe jurídico-parlamentario-mediático, a partir del cual se impuso el mayor retroceso social y laboral en los últimos 70 años de historia de ese país, criminalizando a las organizaciones sociales y políticas, e incrementando su represión.
“El golpe en Brasil resume el proyecto de la derecha internacional, aliada a los capitales nacionales y a las grandes corporaciones, para imponer su agenda de máxima ganancia para la minoría y mayor exclusión para la mayoría”, se lee en la declaración.
Asimismo, manifiesta preocupación por el avasallamiento a los derechos civiles, políticos y sociales en Argentina, donde el gobierno desconoce las resoluciones y convenios internacionales firmados en materia de derechos humanos, y persigue a los líderes sindicales y sociales.
Y preocupación por la situación en Venezuela, debido al persistente conflicto político, a la violencia y al deterioro social, la alta inflación, el desabastecimiento y acaparamiento de bienes, especialmente alimentos y medicinas. Pero rechaza como solución cualquier medida de fuerza, como las anunciadas por el gobierno de los EE.UU.
Sobre Colombia
La Declaración de Panamá resalta los “importantísimos” avances de nuestro país para encontrar salida al conflicto armado, deja claro su respaldo al proceso de paz con las FARC, al tiempo que saluda el proceso iniciado entre el ELN y el gobierno. “Exigimos el pleno cumplimiento de los Acuerdos de Paz y rechazamos cualquier iniciativa intervencionista que pretenda obstaculizar este proceso”, señala.
Por su parte Diógenes Orjuela, responsable de Asuntos Internacionales de la CUT, resaltó el gran reto que tienen las y los trabajadores de las Américas y Europa para enfrentar la lucha mundial por los derechos laborales y contra las políticas de precarización.
Asimismo, subrayó la necesidad que mantener la oposición a que Colombia haga parte de la OCDE, precisamente como acto de reconocimiento del movimiento sindical de las dificultades que en materia laboral tiene el país. “Lo de la OCDE que ha sido utilizado por el gobierno colombiano y los empresarios para negarse a modificar la situación del país en materia de derechos laborales y libertad sindical, entre otros asuntos”, indicó Orjuela.
Y como ya se dijo, al margen de la declaración final el 8° Encuentro aprobó una nota de apoyo a la legítima huelga de los pilotos de Avianca. Rechaza el papel que el Gobierno de Colombia ha jugado en esta huelga a favor de Avianca, empresa que tiene el poder dominante en el manejo de pasajeros, pero también sobre el mismo Gobierno. “Actitudes como esas contradicen la necesidad de que en el país haya un clima de paz, del cual hace parte el clima de paz laboral”, agregó el directivo de la CUT.
Propuestas del 8° Encuentro
Como conclusión del 8° Encuentro, el movimiento sindical de Europa y América Latina y el Caribe presentó una serie de propuestas y demandas a las y los jefes de Estado y de Gobierno, entre las cuales se destacan:
El sindicalismo debe jugar un papel importante ante la situación económica internacional y en las relaciones entre la UE y CELAC. Reitera su oposición a las políticas que pretenden cargar en las y los trabajadores y los pueblos la superación de la nueva fase de la crisis del capitalismo mundial.
Frente al desmontaje de los derechos laborales y sociales y los ataques a la democracia, el movimiento sindical ratifica su compromiso de movilización y lucha unitaria contra quienes pretenden seguir favoreciendo a los dueños del capital y las corporaciones. Y también contra las políticas de los gobiernos que llevan a sus países a la pobreza.
El sindicalismo demanda de los gobiernos de ambas regiones la adopción de políticas que protejan y desarrollan el empleo, aseguren salarios dignos y una protección social de calidad, como mecanismos efectivos contra la exclusión y la pobreza.
El pleno ejercicio de la libertad sindical, la negociación colectiva y la huelga son instrumentos para ampliación de los derechos y fortalecimiento de la verdadera democracia, tal como se han comprometido en los Convenios de la OIT.
Los gobiernos de ambas regiones deben aprobar medidas efectivas contra el fraude, la elusión fiscal y la actividad ilícita de los paraísos fiscales, medidas que serán incluidas en un capítulo específico de los tratados comerciales y de asociación económica bilaterales y birregionales.
La UE y la CELAC deben estimular políticas birregionales que favorezcan el desarrollo sustentable, el comercio justo y el empleo decente, frente a la radicalización de la agenda de libre comercio que profundiza los déficits sociales y ambientales. Los instrumentos vinculados a los temas laborales han sido poco efectivos para proteger a las y los trabajadores y garantizar sus derechos frente al ataque que vienen sufriendo.
Finalmente, reiteran la exigencia del cumplimiento de los Convenios y Normas Fundamentales de la OIT en el ámbito de las relaciones Unión Europea – América Latina y el Caribe. Como también aspiran a que la próxima Cumbre UE–CELAC defina una agenda creíble y viable de compromisos para avanzar en la relación entre ambas regiones en favor de los países y las mayorías sociales.
cesar augusto patiño cifuentes:
12/10/2017,excelente la manera de estar informados.
Wilber Vargas rivera:
15/10/2017,Excelente información y la manera explícita de comunicarle a opinion publica para conocer la realidad y defenderse. Gracias