(Propuesta elaborada por la Campaña Colombiana por Trabajo Decente)
CONTEXTO
– Mientras los ciudadanos en todas las encuestas (Ver por ejemplo las más recientes encuesta de Cómo Vamos) señalan el empleo y los ingresos como el principal problema que enfrentan y sobre todo el tema en donde se espera una mayor acción institucional, en la práctica no hay políticas públicas especificas para lograrlo.
– Las dimensiones y características son preocupantes en el mundo del trabajo en las grandes ciudades: millones de personas buscando empleo u ocupadas en oficios precarios, trabajo infantil, más de la mitad de los trabajadores y trabajadoras en la informalidad, las dos terceras partes de ellos y ellas sin protección social integral, el 85% con ingresos inferiores a dos salarios mínimos, apenas el 6% están afiliados a una organización sindical, y más del 14% están en el desempleo.
– Los esfuerzos de los diferentes gobiernos distritales y municipales para enfrentar los problemas estructurales del empleo han sido en general mínimos e insuficientes.
– Es urgente que las ciudades, al igual que se está haciendo en los ámbitos nacionales inicie un debate público sobre el estado del trabajo decente, el papel del municipio en su logro y el diseño de políticas e instrumentos locales para incidir en la construcción de condiciones de trabajo decente.
ENFOQUE
A. Democracia, inclusión y trabajo decente.
Las ciudades más desarrolladas y con mejor distribución de la riqueza del planeta han podido lograr excelentes indicadores sociales gracias a tres ideas básicas:
1. Un equilibrio entre los derechos de las empresas y los derechos de los trabajadores, equilibrio que se logra con un amplísimo desarrollo del diálogo social.
2. El papel activo del Estado como agente y regulador de la economía.
3. Y un alto compromiso con la responsabilidad social y el cumplimiento de la ley.
B. Estado Social y Democrático de Derecho y el Trabajo Decente.
Una sociedad y una ciudad que se dice organizada en un Estado Social y Democrático de Derecho debe priorizar en su agenda la superación del déficit de trabajo decente a través de un gran pacto social que enfoque los objetivos del desarrollo económico, el papel del Estado y de las empresas ubicando el trabajo decente al centro de la política social.
C. Los municipios y el empleo: se hace menos de lo que se puede, se piensa que se puede hacer menos de los que es posible.
Estamos convencidos que las ciudades, con sus recursos e institucionalidad tienen un papel importante y no solamente la dinámica del mercado y las políticas macroeconómicas son impulsoras del empleo y su calidad.
Los alcaldes pueden y deben hacer mucho en esta materia. Un ejemplo de cambio profundo en la acción local son las políticas y medidas de seguridad ciudadana, que desde hace mas de una década asumieron muchas ciudades, asunto que antes se concebía como del orden nacional.
En ciudades como Bogotá o Medellín por ejemplo las últimas administraciones han demostrado que con decisión y liderazgo se pueden producir grandes transformaciones en la ciudad en corto tiempo. Pero se requiere ahora asumir el tema del trabajo decente como prioridad.
III. CRITERIOS
A. El trabajo decente como enfoque y prioridad del desarrollo.
B. Expresado en una política pública específica.
C. Convertida en práctica cotidiana de la administración.
D. Como contenido esencial de las estrategias empresariales de responsabilidad social.
IV. INSTRUMENTOS
A. El diálogo social local:
Proponemos construir grandes pactos municipales, metropolitanos y distritales por el trabajo decente y la promoción de pactos sectoriales de trabajo decente, construidos socialmente a través de la deliberación pública y la construcción de agenda ciudadana.
B. Construcción de capacidad institucional
Es urgente crear secretarías de desarrollo económico y empleo y es necesario fortalecer los espacios de deliberación como los Consejos Municipales de Empleo o las Comisiones Permanentes de Políticas Salariales y Laborales.
C. Conocimiento e información.
1. Debemos crear observatorios urbanos del trabajo decente con participación de la administración, los empresarios, las organizaciones sindicales y la academia.
2. Incluir un capítulo específico sobre trabajo decente en las encuestas urbanas de calidad de vida.
3. Es necesario producir y publicar un informe local anual sobre el estado del trabajo decente.
4. Es necesario reconocer públicamente las prácticas de trabajo decente en las ciudades.
D. Fortalecer la inspección del trabajo.
Para contribuir a la disminución de la informalidad empresarial y laboral, las ciudades, que en muchos casos complementan funciones y responsabilidades nacionales (en seguridad, bienestar familiar, etc.), también podrían dirigir recursos para fortalecer la precaria inspección del trabajo.
V. OTRAS MEDIDAS
A. Practicar el trabajo decente con los servidores públicos del municipio:
1. Resolver la problemática de los contratos precarios en los municipios. (prestación de servicios, CTA, consultarías, etc.).
2. Disminuir las inequidades salariales existentes.
3. Instalar mesas permanentes de diálogo con los sindicatos públicos locales.
B. Exigir responsabilidad y condiciones de trabajo decente a los contratistas:
1. Incorporando obligaciones de trabajo decente en los contratos de la administración.
2. Diseñando mecanismos de verificación de su cumplimiento.
3. Abriendo canales eficaces para que los trabajadores de los contratistas puedan quejarse de violaciones a mínimos laborales.
C. Programas y pactos para la regulación de la informalidad
1. Promover la formalización empresarial y laboral con estrategias para elevar la calidad y la productividad.
2. Inducir la mejora de condiciones laborales de los trabajadores del sector informal.
D. Incentivar la generación y conservación de empleos
1. Redireccionar el presupuesto de inversiones con criterio de reactivación económica y la generación y conservación del empleo formal.
2. Promover la generación de industrias y servicios competitivos que puedan acceder a la contratación con el municipio y sus empresas.
3. Ofrecer mejores condiciones de acceso a la plataforma tecnológica y la infraestructura de servicios públicos de la ciudad a las empresas que decidan instalarse en las ciudades.
4. Pensar en exenciones tributarias para la creación de empleos formales.
E. Promoción pública de los derechos laborales y sindicales.
1. A través de una cátedra de ciudadanía laboral en instituciones educativas.
2. Realizando campañas públicas de información sobre derechos laborales y sindicales.
F. Protección de los derechos de los trabajadores en redes económicas ilegales.
G. Ampliar y articular la oferta pública nacional y local de formación para el empleo.
H. Ampliar y fortalecer sistema público de información para el empleo.
I. Potenciar la promoción de la afiliación al sistema de seguridad social.
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BUENAS TARDES:
A propósito de la Jornada Mundial por Trabajo Decente, que se materializó ayer en Colombia con movilizaciones y eventos académicos en las principales capitales, es urgente el debate sobre el papel que juegan los municipios en el logro y el diseño de políticas públicas para construir condiciones de trabajo decente en el plano local.
Esta es la premisa sobre la cual la Campaña Colombiana por Trabajo Decente construye una propuesta de política pública de Trabajo Decente para aplicar en las ciudades, y que incluye criterios, instrumentos y medidas concretas. (En archivo adjunto publicamos esta propuesta).
Parte esta propuesta del hecho de que los esfuerzos de los gobiernos distritales y municipales para enfrentar los problemas estructurales del empleo, han sido mínimos e insuficientes. No hay ninguna ciudad que haya establecido políticas públicas para fomentar el Trabajo Decente, lo cual contrasta con el sentir de los ciudadanos, que en todas las encuestas señalan el empleo y los ingresos como el principal problema, y en el que esperan una mayor acción gubernamental.