—Última oferta presentada por la empresa no satisfizo a los trabajadores—
—Desde las 6 de la tarde de ayer unos 10 mil trabajadores están paralizados—
Los cerca de 10 mil trabajadores del complejo carbonífero de la Drummond en Colombia paralizaron sus labores desde ayer miércoles a las 5:55 de la tarde, momento en que Sintramienergética, sindicato que lidera la huelga, decretó la hora cero.
La huelga había sido aprobada el miércoles de la semana pasada por el 98% de los trabajadores sindicalizados, luego de agotada la etapa de negociación directa con su prórroga, sin que se llegara a un acuerdo que pusiera fin al conflicto laboral.
Ayer tuvieron lugar los últimos contactos entre las partes con la mediación del Viceministro del Trabajo José Noé Ríos, pero la empresa no mejoró su oferta. “Lo último que nos ofrecieron está por debajo de las expectativas de los trabajadores, son propuestas muy irrisorias”, explicó a esta agencia Luis Manuel Mendoza, presidente de la subdirectiva de Sintramienergética en El Paso.
La parálisis afecta a las minas Pibbenow y El Descanso ubicadas en el corregimiento La Loma, municipio El Paso, departamento del Cesar, y al puerto de embarque en Ciénaga, Magdalena, donde los trabajadores ya instalaron carpas y están en el despliegue logístico propio de una huelga.
Se recuerda que la última huelga en esta multinacional estadounidense en Colombia fue en el 2008 y duró 7 días. Y esta es la segunda que este año se presenta en el sector carbonífero, y se suma a la parálisis que a principios de este años afectó al Cerrejón, donde la huelga de sus trabajadores se extendió durante un mes.
Por su parte Johny Ojeda, miembro de la comisión negociadora por Sintramienergética, señaló que durante los 40 días de negociaciones sólo se alcanzaron a revisar 8 puntos de los 70 solicitados. “La empresa no se tomó la molestia siquiera de revisar las necesidades más sentidas de los trabajadores en el petitorio. En una posición radical y prepotente dice que no está en condiciones económicas de solucionar las modestas peticiones de los trabajadores”, agregó.
En la última propuesta que puso sobre la mesa el día de ayer, la empresa accedió a aumentar a 7 millones el bono por la firma de la convención a 3 años, y en la parte salarial sólo accedió a un aumento del 4.75% para el primer año, el IPC + 1.25% para el segundo, y el IPC + 1.5% para el tercer año. El sindicato había pedido, para empezar la negociación, el 10.7% de aumento.
El complejo carbonífero de la Drummond es, después de El Cerrejón, el segundo del país, y extrae el 29% del carbón nacional, unas 26 millones de toneladas al año. De ahí que un cese de actividades puede afectar el desempeño de la economía de Colombia, actualmente el 4º exportador mundial de carbón, al provocar un incumplimiento de la meta de producción, fijada para este año en 94 millones de toneladas.
Según datos de la misma empresa, la huelga acarrea pérdidas totales diarias por $4.298 millones, discriminadas así: $2.258 millones por regalías, $1.834 millones por impuestos y $206 millones por la participación de la ANI en la tarifa férrea.
Desde el 2010 la Drummond ha crecido en Colombia un 30%, crecimiento en el que ha sido fundamental la labor de los trabajadores, por lo que éstos ahora exigen que se les tenga en cuenta y se mejore su calidad de vida.
Sintramientergética es un sindicato de industria que son sus 2.856 trabajadores afiliados es mayoritario en la Drummond.
Pliego de peticiones:
El punto central del pliego, y el que condicionó los demás puntos por parte del sindicato, es el cambio de forma de pago. Se exige que el pago sea por salario básico mensual en lugar de por horas.
Ocurre que en los 18 años que la Drummond lleva operando en Colombia, a los trabajadores se les ha pagado por horas, en jornadas de 12 horas durante 7 días de la semana con 4 días de descanso. Así ha sido siempre y los trabajadores se acostumbraron a eso. El problema es que en el último año, por su conveniencia la empresa a la jornada de 8 horas, lo que afecta los ingresos de los trabajadores.
Otro tema importante del pliego tiene que ver con la garantía de reubicación y estabilidad laboral para los 400 trabajadores que quedarán cesantes cuando, por fin, entre en funcionamiento el nuevo sistema de carga en el puerto de Ciénaga; cambio que por cierto la empresa hace rato debió hacer, y por eso ha estado en pugna con el Ministerio de Medio Ambiente por no cumplir aún con el decreto que le obliga a usar el cargue directo del carbón que exporta, en vez de embarcarlo a través de las barcazas, las cuales implican cantidades significativas de contaminación en las zonas cercanas al puerto de Santa Marta. Por eso recientemente le fue suspendida durante varias semanas la licencia ambiental.
También en el pliego hay temas relacionados con seguridad industrial y condiciones de salud. En el historial de la Drummond en Colombia se contabilizan 20 muertos por accidentes de trabajo. También hay cerca de 400 trabajadores enfermos, con patologías de origen profesional. Algunos de ellos han sido reubicados, pero con jornada de trabajo reducidas. Por ello el sindicato considera que las políticas de seguridad industrial deben mejorar, pero la empresa se niega a revisarlas porque sostiene que no acepta coadministración con los trabajadores.
Otro punto que el sindicato plasmó en el petitorio, y que la empresa no quiso tocar en la mesa, es el de los despidos y procesos disciplinarios contra miembros de juntas directivas en los últimos 3 años.
La Drummond
La multinacional Drummond, cuya sede principal se encuentra en Alabama, EE.UU, tiene más de 75 años de experiencia en el mercado de producción de carbón. A finales de los años 80 Gary Drummond, dueño de esta carbonífera, adquirió las concesiones mineras para una vasta área en el departamento de Cesar, donde el desarrollo del proyecto carbonífero empezó a principios de los años 90.
Al igual que su competidor, El Cerrejón, ha promovido altos crecimientos en términos de producción, pasando de exportar un millón de toneladas de carbón en 1995, a 26 millones en 2012.
Cuenta con cerca de 10 mil trabajadores, 4.000 de ellos con contrato a término indefinido y el resto por empresas contratistas y a término fijo.
En el año 2012 obtuvo ingresos netos de 600 mil millones, a pesar de que el precio del carbón se desaceleró.
La clase dirigente de Colombia le ha otorgado muchos favores, como reducciones tributarios y arancelarias y la ampliación de sus concesiones, En años recientes, el Gobierno le entregó una nueva concesión minera, ampliando su área de producción en otros 17 mil hectáreas. De esta manera queda con el 30% de todas las reservas carboníferas del país, y se hizo a la mina a cielo abierto más grande de Latinoamérica, por encima de El Cerrejón.
Sin embargo, tiene fuertes cuestionamientos por las “trampas” que le ha hecho el Estado, a sus trabajadores y las comunidades que viven en las zonas donde extrae el carbón.