Por Carlos Julio Díaz Lotero
Director General ENS
En el día de ayer, la Comisión 1° del Concejo Municipal de Medellín rechazó el proyecto de acuerdo que venía impulsando la Alcaldía para vender el 13,14% de las acciones que EPM tiene en ISAGEN al Fondo especulativo canadiense Brookfield Asset Management.
En la decisión fueron importantes los argumentos presentados por el Comité de Unidad Sindical (CUS), conformado por los sindicatos de las empresas y filiales del Grupo EPM, y por los movimientos ciudadanos que participaron en los debates realizados en el Concejo de la ciudad.
ISAGEN no solo es una empresa de gran rentabilidad financiera, sino también estratégica, por ser la propietaria de las fuentes energéticas vitales para dar acceso a la población a los recursos que se requieren para su calidad de vida.
De ahí que sea importante no apresurarse en la venta de la participación accionaria de EPM en ISAGEN, por la alta rentabilidad que tiene esta empresa, su importancia estratégica, y la sensibilidad social del sector.
Los sindicatos también se opusieron al Proyecto de Acuerdo porque casi la mitad de los recursos obtenidos por la venta de las acciones se girarían al municipio para financiar proyectos muy diferentes a las funciones misionales de EPM, lo que significaría una disminución del patrimonio público en los activos energéticos del país.
Es importante para la democracia que los gobernantes y cuerpos colegiados escuchen la voz de la ciudadanía organizada al momento de tomar decisiones que impactan a la sociedad.
La batalla local por la defensa del patrimonio público todavía no está ganada, pues la Alcaldía seguirá insistiendo en la venta de las acciones que tiene EPM en la generadora. De allí la necesidad de no bajar la guardia y continuar con la presencia masiva de los sindicatos en el Concejo de la ciudad, y con argumentos sumar ciudadanías y movimientos sociales a la causa por la defensa del Estado Social de Derecho.