Declaración conjunta de la Central Unitaria de Trabajadores CUT, la Confederación General de Trabajadores CGT, la Confederación de Trabajadores de Colombia CTC, la Confederación de Pensionados de Colombia CPC y la Confederación Democrática de Pensionados CDP.
Conmemorando en este 1° de mayo de 2014 a nuestros mártires de Chicago de 1886, los trabajadores y pensionados de Colombia y el mundo, pasamos revista a nuestra situación económica, social y política y, reiteramos nuestra decisión de seguir enarbolando las democráticas banderas de la soberanía, la paz, el trabajo decente y la vida digna.
La crisis mundial del modelo neoliberal que sacude a Europa y Estados Unidos desde 2008, viene siendo descargada en países y pueblos, sometiéndolos a recortes fiscales, disminución de derechos a la población en todos los órdenes y eliminando condiciones laborales y salariales. Para ello vienen imponiendo el modelo de Tratados de Libre Comercio –TLC- que violan la soberanía nacional, como en nuestro caso, arrasando la producción agropecuaria e industrial, precarizando y reduciendo el trabajo nacional, todo ello en favor de las grandes multinacionales, para sosegar las dificultades de los grandes monopolios.
La situación durante el gobierno del presidente Juan Manuel Santos ha profundizado la aplicación de la economía basada en la gran minería y las grandes plantaciones agrarias en manos de las multinacionales, concediendo enormes gabelas que hacen de Colombia un paraíso para la inversión del capital extranjero con todas las garantías para el altísimo rendimiento de sus ganancias por vías de la reducción de impuestos y las exigencias medioambientales, las regalías y recorte de condiciones laborales, aumentando el desempleo y arrojando a la informalidad la fuerza laboral colombiana. A la par de esto, se han recortado los derechos fundamentales de la educación y la salud, mientras que los servicios públicos domiciliarios han sido privatizados para su enriquecimiento, martirizando mes a mes a millones de colombianos.
La informalidad laboral sigue estando alrededor del 70%, lo cual niega los derechos laborales y las libertades sindicales, desconoce las normas laborales y los convenios de la OIT, incluido en entidades estatales. Aún más condenable es la práctica de transformar las CTA en sociedades comerciales denominadas SAS –Sociedades por Acciones Simplificadas- o la de transformar las mismas CTA o las SAS en falsos sindicatos creados por las empresas, firmando falsos contratos sindicales para dar la imagen de libertad sindical, negando de paso la negociación colectiva.
Este año en entidades estatales del orden nacional y territorial, se han presentado más de 100 pliegos de solicitudes y en ninguna negociación se vislumbra acuerdos laborales, lo cual muestra la falta de voluntad política del gobierno para cumplir los convenios 151 y 154 de la OIT. Así mismo, los pensionados van a presentar, ante la Presidencia de la República, su pliego de peticiones.
La impunidad en los asesinatos cerca de 3.000 sindicalistas en los últimos 20 años, sigue siendo superior al 94% en casos de homicidios y del 99% en casos de amenazas. Si bien el índice de asesinatos ha disminuido en los últimos años, las amenazas y acciones en contra de sindicalistas se ha incrementado notoriamente, constituyendo toda una situación de persecución al movimiento sindical que se ve reflejada en no menos del 4% de afiliación sindical y una cobertura de negociación colectiva que no benefició a más de 287 sindicatos en 2013, sumado a las violaciones a los derechos humanos de los sindicalistas expresados en desplazamientos, desapariciones y homicidios, razón por la cual nos manifestamos a favor de una salida política al conflicto armado y la reparación de las víctimas y al movimiento sindical.
El resultado de tales políticas ha conducido a Colombia a ser el tercer país más desigual de América según reciente informe de la ONU
El resultado de tales políticas ha conducido a Colombia a ser el tercer país más desigual de América según reciente informe de la ONU. Las políticas económicas han sido un fracaso para la nación y sus millones de pobladores, pero han resultado ser un festín para el pequeño puñado del capital financiero, las multinacionales y los intermediarios colombianos.
Frente a todo ello, la movilización social y política, se ha incrementado de una manera importante: la movilización civilista, que desde el 28 de abril desarrollan campesinos y productores agropecuarios contra los TLC, en búsqueda de medidas de protección del estado, las reclamaciones de los mineros, los camioneros, las huelgas obreras en sectores importantes de la economía, la huelga de las madres comunitarias, la movilización estudiantil por el derecho a la educación superior gratuita y de calidad y la movilización de los trabajadores, usuarios, pensionados y estudiantes de la salud contra el regresivo proyecto de ley de reforma a la salud. El anuncio de un paro nacional de Fecode en el mes de mayo, cuya hora cero la definirá su Junta Nacional del 12 de mayo, por salud y salarios, es una portentosa muestra de la protesta de los distintos sectores, que ganan un enorme acompañamiento y una altísima opinión favorable, la respuesta del gobierno ha sido por lo general la negativa a resolver sus peticiones y la utilización de diversos métodos represivos que generan el repudio generalizado, amparados en la ley que penaliza la protesta social.
Se requiere, entonces, mantener al Comando Nacional Unitario al frente de la búsqueda de la solución política del conflicto armado y como tal respaldar el proceso de paz en La Habana y que se haga extensivo a los otros grupos guerrilleros; luchar por la soberanía y la defensa de los derechos de los trabajadores y pensionados, para lo cual tendrá como eje el funcionamiento del Comando Nacional Unitario de las tres Centrales, las Confederaciones de Pensionados y la más amplia unidad de acción con las demás organizaciones populares, sociales y políticas. En ese contexto continuar con la defensa del trabajo decente y la vida digna, de los derechos humanos y sus políticas públicas, la reparación colectiva del movimiento sindical y el apoyo a los conflictos agrarios, de camioneros, de sectores de la salud, educación y luchas populares por mejores condiciones de trabajo, vida y bienestar para todos los trabajadores y pueblo.
Firman:
LUIS ALEJANDRO PEDRAZA
Presidente CUT
JULIO ROBERTO GOMEZ E.
Presidente CGT
MIGUEL MORANTES A.
Presidente CTC
FABIO ARIAS GIRALDO
Secretario General CUT
MIRYAM LUZ TRIANA A.
Secretaria General CGT
ROSA E. FLEREZ G.
Secretaria General CTC
ORLANDO RESTREPO
Presidente CPC
JHON JAIRO DIAZ
residente CDP