Carbones del Cerrejón agravó el conflicto laboral, dice el sindicato

—Se inicia votación para definir huelga o tribunal de arbitramento—

El sábado pasado terminó la etapa de arreglo directo en la negociación de la convención colectiva en Carbones del Cerrejón, empresa perteneciente a las multinacionales Anglo Ashanti, Billinton y Xstrata-Glencore. Y terminó sin que la propuesta que a última hora presentó la empresa haya satisfecho las aspiraciones del sindicato, por lo que éste desde el domingo adelanta mítines informativos entre sus bases de trabajadores con miras a ambientar la votación de la huelga, que es la opción más probable en la actual coyuntura, según lo dieron a conocer directivos de Sintracarbón consultados por esta agencia de información.

Así las cosas, hasta el 30 de enero el sindicato tiene plazo para realizar la votación, tanto en la mina como en Puerto Bolívar, y luego tiene 10 días más para fijar la hora cero de la huelga, si es que finalmente se decide por esta opción, frente a la otra opción que es el tribunal de arbitramento. “Solo cuando las bases sindicales se hayan pronunciado, los negociadores podremos volver a negociar con la compañía”, afirma en su último comunicado la Comisión Negociadora de Sintracarbón.
“Hoy tenemos que lamentar que Carbones del Cerrejón hubiese participado en esta mesa de negociación sin la voluntad para negociar un acuerdo con los trabajadores que la hacen grande… Consideramos justo que la compañía, que este año va a invertir $1,3 billones para aumentar su producción, asuma responsabilidades con los trabajadores tercerizados que viven en precarias condiciones, y con las comunidades afectadas por la operación carbonera”, agrega la Comisión Negociadora en su comunicado, al tiempo que señala a la empresa como única responsable de no haber alcanzado la firma de una convención colectiva que consideran equitativa para los trabajadores y las comunidades aledañas al complejo carbonífero, el principal y más rentable del país.

Como también hizo responsable al Estado colombiano por la seguridad y la vida de los dos dirigentes sindicales y sus familias que fueron amenazados durante el proceso de negociación, quienes hasta ahora no han recibido medidas preventivas de protección.

Sintracarbón fue enfático al afirmar que en esta ocasión presentó un juicioso pliego de peticiones construido en 6 meses de trabajo y cuidadoso análisis económico, y que desde el mismo inicio de la negociación mostró su interés por alcanzar un acuerdo que recogiera las necesidades y condiciones de los 4.000 trabajadores directos y los 7 mil tercerizados del Cerrejón, considerando además las actuales condiciones del mercado del carbón. Pero contrario a ese propósito los voceros de la compañía buscaron dilatar las conversaciones sin presentar una propuesta seria.

Según cálculos del sindicato, de darse la huelga la compañía perdería diariamente $11.800 millones, cálculo hecho con base en la producción del año pasado, que fue de 32.8 millones de toneladas de carbón, a razón de 95 dólares por tonelada. “Con lo que le cuesta a la compañía un mes de huelga podría asumir el costo de la convención colectiva, y le sobra”, aseveró Álvaro Frías, miembro de la junta directiva de Sintracarbón y responsable del área de difusión y prensa.

Este directivo también afirmó que estudios económicos previos a la negociación demuestran que aún con los precios del carbón a 70 dólares tonelada (el precio registrado en octubre por el Dane es de 92,98 dólares la tonelada) El Cerrejón podía cubrir las demandas de sus trabajadores y mantenerse como la compañía carbonera más exitosa de Colombia. De hecho en el 2011 obtuvo ganancias por más del billón de pesos, y el pliego de peticiones de los trabajadores apenas cuesta el 6.8% de esas ganancias.

Los puntos en desacuerdo

“Para Sintracarbón es imposible firmar una convención colectiva de trabajo igual a la vigente, o que sólo reconozca el 5% de aumento salarial, dado que entre los años 2010 y 2012 las ganancias de la empresa crecieron en 43%”, sostiene Álvaro Frías. Explicó que aspiran a un incremento no menor del 7%, el cual es congruente con los porcentajes pactados en negociaciones anteriores. En la última convención el aumento salarial fue del 8%.

También hay grandes diferencias en lo referente a los subsidios en el servicio de salud y educación. Aspiran a que en salud el subsidio sea del 100% y no del 70% que actualmente existe, dado que en La Guajira la infraestructura en servicios de salud son deficientes para atender las diversas patologías que sufren los obreros por cuenta de la actividad minera. En este punto la empresa solo ofrece aumentar el subsidio del 70% al 74%. Y para los hijos de los obreros que cursan carreras universitarias piden que el auxilio sea del 100% del valor de la matrícula, como era antes. Pero la empresa se niega.

También aspiran a que se elimine, o se rebajen substancialmente, los intereses a los préstamos de vivienda, que desde los años 90 son del 6%, lo cual no se justifica ante la baja tasa de inflación del último año, que fue del 2.44%. En este ítem la empresa ofrece un interés del 4%, que para el sindicato sigue siendo alto.

Otra exigencia es el aumento de la prima de antigüedad, que actualmente es de apenas $1.300.000 para trabajadores que llevan más de 25 años de servicio a la empresa.

Y en cuanto a la mejora en las condiciones de los trabajadores de las empresas contratistas de El Cerrejón, Sintracarbón reconoce que la empresa ha propiciado que éstos se afilien al sindicato, pero mantiene la exigencia de que todos devenguen por lo menos dos salarios mínimos legales, toda vez que muchos de ellos apenas ganan el salario mínimo, y algunos menos del mínimo, lo cual no se justifica en una empresa tan poderosa y rentable como El Cerrejón, y en un oficio de alto riesgo como la minería. Pero la empresa está cerrada en ese punto, sostiene que una decisión en tal sentido no es de su incumbencia sino de las empresas contratistas.

Sobre la amenaza de la empresa en el sentido de no reconocer a cada trabajador el bono por la firma de la convención colectiva si la huelga se hace efectiva, Álvaro Frías aseguró que el pago de ese bono se debe hacer efectivo cuando se firme la convención colectiva, independiente de que haya huelga o no. Además fustigó el hecho de que en comunicados de prensa la empresa esté difundiendo el valor de dichos bonos. “La publicidad de esos ingresos puede ser peligrosa para los trabadores porque los pone en la mira de los delincuentes, les puede pasar algo”, agregó.

Finalmente destacó la buena disposición que tienen los trabajadores para defender sus conquistas laborales y su negociación colectiva, y para ello están dispuestos a llegar hasta las últimas instancias. “Porque están convencidos de que El Cerrejón puede dar más de lo que hasta ahora ha ofrecido”, puntualizó Frías.

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