BUENAS TARDES:

Una de las polémicas de la semana corrió por cuenta de las declaraciones de Luis Carlos Villegas, presidente de la ANDI, en las que puso en cuestión la gestión del Vicepresidente Angelino Garzón, de quien dijo, entre otras frases descalificadoras, que no se sabe si éste es «llanta de repuesto o freno de mano»; y que para el Vicepresidente “todo es Derechos Humanos”, refiriéndose al tema pensiones y al tema salarial.
A estas declaraciones respondió Julio Roberto Gómez, Secretario General de la CGT, quien le dirigió al presidente de la Andi una carta en la que, entre otras frases, se lee: “Estimamos que el Señor Vicepresidente está cumpliendo con el significado amplio sobre Derechos Humanos (…) de tal manera que consideramos nuestra obligación respaldar las posiciones asumidas por la Vicepresidencia de Colombia y manifestar nuestro rechazo a las declaraciones del señor Presidente de la ANDI, por cuanto que las mismas expresan una actitud de descalificación en términos desconsiderados hacia la figura vicepresidencial, las ofensas no son a la persona sino a la nación. Se anexa la carta.
Por su parte Luciano Sanín, Director de la Escuela Nacional Sindical, metió baza en la polémica y opinó lo siguiente:
“Es saludable para el sistema democrático que este gobierno esté creando reglas de juego más equilibradas en la relación con los gremios económicos; que esté cambiando la forma en que el anterior gobierno se relacionaba, en la cual los intereses de los empresarios se confundían con los intereses del Estado. Porque no todo lo que pretenden los empresarios el Estado lo tiene que aceptar. En una democracia, el interés de un sector de la sociedad no puede ser el interés de toda la sociedad”.
“En ese contexto es importante el enfoque propuesto por el Vicepresidente Garzón, que tiene dos componentes. Uno, es la visión integral de los Derechos Humanos, que incluye los derechos laborales; y dos, la propuesta del diálogo social, entendiendo que la sociedad se construye mediante el diálogo, no con la imposición de los intereses de un sector sobre otro, o sobre el conjunto de la sociedad. En ese sentido la gestión del Vicepresidente Garzón está en el marco de la promesa que la Constitución de 1991 le hizo a la sociedad colombiana: construir el estado social de derecho en forma dialogada y desde la perspectiva de los derechos humanos”.

“En otras palabras, el Vicepresidente está desarrollando un discurso y una práctica más cercana a la Constitución que lo que venía haciendo el anterior gobierno. Lo que a uno le extraña entonces es que los empresarios, que se declaran partidarios del Estado democrático y social de derecho, se resistan al diálogo y al discurso de los derechos humanos, a una forma de relación distinta del Estado con la sociedad.

El Vicepresidente Garzón ha logrado algunas cosas puntuales de cambio, como el aumento del salario mínimo, plantear de otra manera el debate sobre las pensiones, la solución del conflicto con los camioneros. Y adicionalmente, una encuesta hecha esta semana señala que más del 75% de los colombianos aprueban la gestión del Vicepresidente, lo que hay que entender como que éste se está conectando con el país nacional, y no solamente con unos sectores del país político y empresarial. Pero su discurso implica una agenda más gruesa, y ahí es donde salta la pregunta: ¿El gobierno de Santos se va a comprometer con la agenda que implica el nuevo enfoque planteado por el Vicepresidente? Amanecerá y veremos.

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