¡Por fin! arreglo laboral en Palmas del César

—Sintrainagro derrota la figura del contrato sindical—

“Estamos muy contentos porque esta lucha valió la pena. Logramos acuerdos de formalización y acabar con ese contrato sindical que tanto daño le hace a los trabajadores”, con estas palabras calificó René Morales Silva, presidente de Sintrainagro Minas, el acuerdo alcanzado esta semana entre esa organización sindical y la empresa Palmas del Cesar, luego de una de las huelgas más largas registradas en Colombia en los últimos años: 85 días duró.

El punto neurálgico, sobre el que versó casi toda la discusión y la repulsa entre ambas partes, fue la exigencia del sindicato de eliminar la tercerización laboral que la empresa ha venido haciendo mediante la figura del contrato sindical.

En efecto, de los 600 trabajadores que en total tiene Palmas del Cesar, 225 están tercerizados a través de un contrato sindical firmado con Induagro el año pasado. Ahora, en virtud del acuerdo logrado, este contrato sindical desaparece a partir del 30 de septiembre, y el 31 de diciembre los trabajadores a él vinculados serán contratados a término indefinido por una empresa filial de Palmas del Cesar.  Es decir, se aplicó la misma fórmula que en años pasados permitió resolver el largo conflicto que enfrentaba a los ingenios con los corteros de caña en el valle del Cauca.

Pero no todos los trabajadores vinculados al contrato sindical gozarán del beneficio del contrato a término indefinido. Se acordó que solo lo serán los 135  afiliados a Sintratercerizados, un sindicato creado por los trabajadores tercerizados para luchar contra el contrato sindical, cuya participación y apoyo a la huelga fue clave para el triunfo de Sintrainagro. Los otros 90 serán vinculados por contrato a término fijo con vocación de permanencia.

Significa esto que Sintratercerizados desaparecerá como organización sindical y sus trabajadores serán absorbidos por Sintrainagro a partir del 1º de enero. O sea que cumplió cabalmente su tarea, pues ya logró el objetivo para el que fue creado: acabar con el contrato sindical. Es un sindicato que nació para morir, una vez lograra su cometido: acabar con la tercerización.

Un triunfo político

“La empresa siempre nos decía a los que estamos con vinculación directa: pidan para ustedes el aumento y los beneficios que quieran, pero dejen aparte a los del contrato sindical. Y nosotros le dijimos que no, porque si no luchamos por esos compañeros, mañana vamos a ver a nuestros hijos y familiares en el contrato sindical, explotados por la empresa”, comentó René Morales.

Por su parte la abogada Marely Cely, directora del Centro de Atención Laboral de Bucaramanga y asesora de Sintrainagro en la región de Santander, dijo al respecto: “Yo siento que es un triunfo político de Sintrainagro, en términos de la eliminación del contrato sindical. Porque se  quitó de la convención todo artículo que posibilite la tercerización laboral, no solo mediante el contrato sindical sino por cualquier modalidad de subcontratación. Es la pauta para que el sector palmicultor piense seriamente en acabar con todas las formas de tercerización”.

Para esta profesional fueron varios los factores que incidieron para que esta vez el acuerdo fuera favorable a los trabajadores. Uno fue la activa participación del Ministerio de Trabajo. “Hay que reconocer el papel importante como mediador que jugó el Ministerio a través del Viceministro de Trabajo, Enrique Borda, y otros funcionarios”, dijo la abogada asesora de Sintrainagro.

Pero sobre todo, se debió a la actitud decidida y combativa de los trabajadores sindicalizados, al enorme esfuerzo de resistencia que hicieron. “Enviaron un mensaje político muy claro: que la carpa de la dignidad no se iba a levantar hasta que no se firmara la convención colectiva. Porque normalmente las empresas piensan que la huelga dura 60 días, y la de ellos duró 85”, puntualizó.

Y que los trabajadores pudieran durar todo ese tiempo en huelga se debió a su buen sentido de la previsión. La huelga de 62 días que en 2011 adelantaron contra la empresa, les dejó como enseñanza que debían estar preparados para otro futuro conflicto. Cada trabajador sindicalizado ahorró $20 mil mensuales, de modo que en 4 años ese ahorro alcanzó $1´200.000 persona como “colchón” de reserva.

Si no hubiéramos tenido ese ahorro, es posible que el patrón nos hubiera quebrado la huelga”, señaló René Morales, quien asimismo agradeció la gran solidaridad brindada por el movimiento sindical y la población de la zona, que ayudaron con mercados y dinero en efectivo. Como también el apoyo del Centro de Solidaridad que en Colombia tiene la AFL-CIO, el mayor sindicato de Estados Unidos, de la delegación de la OIT en Colombia y de la dirección nacional y departamental de la CUT.

Otros beneficios

Ya en el plano laboral, un aspecto que también se puede anotar como triunfo del sindicato es el referido al tema de la productividad, o sea a la modalidad de pago por el trabajo realizado. La empresa pretendía aumentar gradualmente cada año el kilaje de fruta recolectada por cada trabajador, de tal forma que en 5 años alcanzara a ser de 1.400 kilos por persona-jornada, que es lo que hoy se les exige a los vinculados por contrato sindical. Y aparte de eso, quería que los trabajadores que ingresaran nuevos con contrato a término fijo tuvieran como meta de producción los 1.400 kilos. Ambas pretensiones el sindicato las desmontó.

Fueron propuestas descaradas de la empresa —opinó René Morales—, que pensó que después de más de dos meses de huelga nos íbamos a reventar y aceptar cualquier cosa. Pero nosotros les dijimos que preferíamos reventarnos antes que aceptar ser esclavos. Finalmente el factor productividad quedó como nosotros lo propusimos, o sea como está actualmente, y que los nuevos que entren tengan las mismas garantáis de nosotros los antiguos”.

Otro logro importante tiene que ver con el aumento salarial, que fue del 4.5%, y con la conservación del casino para los trabajadores, que la empresa quería acabar.

En el acta de acuerdo también quedó que la empresa no tomará represalias contra los trabajadores que adelantaron la huelga, y que el sindicato retirará las 14 querellas que a lo largo de los últimos dos años ha instaurado contra la empresa ante el Ministerio de Trabajo.

Pero las demandas que Sintrainagro y Sintratercerizados pusimos ante la Fiscalía, la Procuraduría y la Defensoría del Pueblo, sí siguen su curso”, precisó René Morales.

Otro efecto colateral que podría tener el acuerdo en Palmas del Cesar, tiene que ver con su poder de “contagio” en las otras empresas palmiculturas del sur del Cesar, especialmente en Indupalma, en la zona de San Alberto, empresa emblemática en cuanto a tercerización laboral. Allí todavía hay más de 1.200 trabajadores por cooperativas de trabajo asociado, SAS, bolsas de empleo y otras formas de tercerización laboral.

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