Después de una accidentada negociación, los trabajadores de EMI lograron ayer martes un acuerdo laboral que culminó con la firma de la convención colectiva en esta empresa de servicios médicos domiciliarios, convención que tendrá una vigencia de tres años y cobijará a los 300 trabajadores y trabajadoras que hoy pertenecen a Untraemis, como se denomina el sindicato.
Según David Montoya, presidente de Untraemis, son dos los logros fundamentales de la convención colectiva en EMI, la primera que se firma en los 20 años de historia de esta empresa en Colombia. Uno es el reconocimiento del sindicato como legítimo vocero de los trabajadores y la apertura de espacios de diálogo con la empresa, y otro es la garantía de estabilidad laboral.
Sobre los espacios de diálogo se acordó que las directivas de EMI, empresa perteneciente al Grupo Falck, de Dinamarca, se reunirán periódicamente con los representantes del sindicato para discutir soluciones a los problemas laborales que se presenten.
Y en el punto de la estabilidad laboral, se logró que todos los trabajadores sindicalizados que tengan contrato a término fijo, pasen a tener contrato a término indefinido. Y los trabajadores que de ahora en adelante se afilien al sindicato, deberán ajustar 16 meses en la empresa para obtener el beneficio del contrato indefinido.
Para Montoya, una de los hechos importantes del proceso de diálogo que se adelantó para aprobar la convención, fue la actitud respetuosa que todo el tiempo mostraron los y las trabajadoras, esto a pesar de algunas presiones ejercidas por la empresa. “Siempre se mantuvo un ambiente de sana discusión y construcción de propuestas”, señaló el directivo sindical.
Untraemis es un sindicato nuevo, por la fecha en que fue creado: el 9 de abril; y joven, por la edad de sus integrantes, entre 30 y 33 años en promedio. La idea de crearlo surgió en el mes de noviembre del año pasado, cuando un grupo de trabajadores creyó que la mejor forma de solucionar algunos de los problemas que se presentan en la empresa, era conformando una organización sindical que sirviera de interlocutor ante las directivas de EMI.
Tan pronto se creó el sindicato la junta directiva se dio a la tarea de elaborar un pliego de peticiones que recogiera las principales inquietudes de los trabajadores, el cual fue presentado el 23 de abril.
Hoy Untraemis cuanta con más de 300 afiliados en las tres ciudades donde EMI presta servicios: Medellín, Bogotá y Cali. En esta última hasta antier no había ningún afiliado, pero a raíz de la firma de la convención colectiva los trabajadores se animaron y conformaron la subdirectiva sindical en esta ciudad.
Se espera sin embargo que, a raíz de los beneficios que la convención firmada tiene para los trabajadores sindicalizados, el número total de éstos aumente ostensiblemente. El potencial de crecimiento es mucho, toda vez que el número de empleados en las tres ciudades asciende a 1.700.
Reunión familiar
Ayer, luego de conocerse la firma de la convención colectiva, una reunión social que los trabajadores tenían prevista con sus familias en el Centro Comercial Monterrey de Medellín, se transformó en una animada fiesta, en la cual participaron más de 80 personas.
Con la consigna “Más de mí, más que siempre, más por todos”, los miembros del sindicato celebraron la firma de la convención. Gloria Marín, vocera sindical, dijo sobre el objetivo del encuentro: “Queremos darnos a conocer a la comunidad y compartir con nuestras familias. Este es un espacio de sensibilización que muestra las cosas positivas que tiene el sindicato. Queremos que la empresa crezca mediante un buen diálogo social con nosotros”.
Durante el encuentro los participantes utilizaron tapabocas en los cuales escribieron mensajes relacionados con las peticiones a la empresa. También las escribieron un papel y las depositaron en una urna que será entregada a las directivas de EMI. Además encendieron una vela como símbolo de unión entre los trabajadores. En uno de estos mensajes se leía: “Queremos la empresa y queremos que crezca, porque si quiebra nos quedamos sin trabajo, tanto los sindicalizados como los no sindicalizados”.
Otro de los mensajes tenía que ver con la exigencia de respeto para los trabajadores por parte de la empresa, y con el llamado a un diálogo constructivo que permita a ambas partes avanzar en la consecución del bienestar para todos.