Así lo registró el Dane en su última Gran Encuesta Integrada de Hogares, para el trimestre marzo – mayo de 2008.
De esta manera la tasa de informalidad volvió a subir y llegó a 57,3 por ciento de los trabajadores.
En ese periodo se crearon, en total, 452.000 puestos de trabajo, pero de esos, 300.000 fueron informales. Así, el número de trabajadores informales subió 6 por ciento, al pasar de 4,89 a 5,19 millones de personas entre el 2007 y el 2008.
Esta tendencia, según Stefano Farné, director del Observatorio Laboral de la Universidad Externado, muestra que la economía va en un rumbo «no tan bueno», como estábamos acostumbrados en los últimos años.
Agrega que «es un dato preocupante que refleja la desaceleración económica y enciende las alarmas si se le suma que en junio los desempleados aumentaron en número absoluto».
Incluso, el trabajo formal no está del todo bien, pues una tercera parte de los trabajadores formales son subempleados, según el Dane.
Esto lo que parece indicar es que en la medición de satisfacción los que tienen un contrato directo no son tan felices, ya sea porque están trabajando menos tiempo del que estarían dispuestos, reciben menos ingresos de los esperados o realizan tareas no acordes a sus capacidades profesionales.
Si bien no desvirtúa las hipótesis sobre la informalidad, el viceministro técnico de Protección Social, Carlos Jorge Rodríguez Restrepo, dice que el aumento del 6 por ciento puede ser por el surgimiento de nuevas empresas con meno de 10 trabajadores, que según el Dane, hacen parte de la población informal.
Argumentos
«Son cifras difíciles de comparar, pues el Ministerio no toma la informalidad por el número de trabajadores de una empresa. Es un tema que hay que mirar con detenimiento, pues posiblemente es un efecto de la desaceleración de la economía», sostuvo Rodríguez.
Indicó que el número de ocupados en el país se mantiene, según las cifras de afiliados a la seguridad social. De hecho, comenta que con base en las estadísticas que arroja la Planilla de Autoliquidación de Aportes a la Seguridad Social (Pila), se puede asegurar que creció el número de cooperativas de trabajo asociado, pero resalta que eso no indica que un alto número de personas hayan dejado sus empleos por trabajar independientes.
Sin embargo, la encuesta del Dane revela que el número de trabajadores por cuenta propia creció 20 por ciento y es más de la mitad de los ocupados (55,5 por ciento ). Mientras tanto, el número de obreros o empleados particulares cayó 14 por ciento y es la cuarta parte del total. Ricardo Bonilla, del Centro de Investigaciones para el Desarrollo (CID) de la Facultad de Ciencias Económicas de la Nacional, dice que esta es la evidencia del comienzo de la sustitución de contratos formales por informales.
«El sector productivo está cambiando y las empresas ya no están contratando directamente sino que buscan intermediarios para sus relaciones laborales. En esa medida, todas esas personas que están en las cooperativas de trabajo asociado y que están como temporales son independientes e hicieron que creciera la informalidad», señaló.
La informalidad ataca especialmente a las mujeres, a trabajadores del comercio, restaurantes y hoteles, y en Cúcuta, Montería o Villavicencio. Entre marzo y mayo el 59 por ciento de las trabajadoras estaban en la informalidad, mientras que los varones en el sector informal eran el 55,7 por ciento.
CHRISTIAN PARDO QUINN
Redacción de Economía y Negocios