En el marco de la sesión que el pasado miércoles tuvo la Comisión Permanente de Concertación de las Políticas Salariales y Laborales, la cual reúne al Gobierno Nacional, los gremios empresariales y las centrales sindicales, el Viceministro de Relaciones Laborales, Ricardo Echeverri, presentó una propuesta concreta para desmontar la intermediación laboral de las Cooperativas de Trabajo Asociado (CTA) en un plazo de entre dos y tres años, la cual se incluiría como un punto adicional en el proyecto de ley de formalización y generación de empleo que cursa actualmente en el Congreso de la República.
Lo primero es señalar que dicha propuesta no es asunto de poca monta, si se tiene en cuenta que hoy las CTA que funcionan en el país intermedian la fuerza laboral de cerca de 1´400.000 trabajadores y trabajadoras. Además su desmonte es un viejo reclamo que las organizaciones sindicales le han hecho al Gobierno, en vista de la recurrente violación de los derechos laborales y sindicales que el sistema de contratación a través de cooperativas ha institucionalizado en Colombia, porque más que entidades regidas por principios y valores cooperativos, las CTA, en su inmensa mayoría, no son más que meras bolsas de empleo que operan bajo condiciones laborales y salariales precarias.
Es también de anotar que esta propuesta que ahora formula el actual gobierno, contrasta visiblemente con la política de fomento a las CTA que se implementó masivamente durante los 8 años de gobierno del presidente Álvaro Uribe, la que permitió el crecimiento acelerado de las CTA en todo el país.
Significaría entonces, de aprobarse y hacerse efectiva dicha ley, que en un plazo máximo de tres años 1´400.000 trabajadores(as) tendrían que incorporarse a las plantas de personal de las empresas que hoy los contratan a través de CTA, tanto en el sector público como en el privado.
Posición de las Centrales Sindicales
La Confederación General del Trabajo, CGT, por boca de su Secretario General, Julio Roberto Gómez, calificó como un gran logro para el movimiento sindical esta propuesta del Gobierno, y expresó un categórico respaldo a la misma.
“En la CGT consideramos que frente a esta propuesta no podemos ser dubitativos. Es un viejo anhelo del movimiento sindical que ahora se puede concretar. Estando de por medio la voluntad y el beneplácito del Presidente de la República y del Vicepresidente, y teniendo el apoyo del Ministerio de la Protección Social, no es como para ponerse uno a pensarlo dos veces”.
Agregó que de lograrse que en los próximos dos años desaparezca la intermediación laboral de las cooperativas, y con esto un millón 400 mil trabajadores se vinculen directamente a las empresas, “estaremos al otro lado”. Porque además —agregó— serán trabajadores que ya podrán afiliarse a los sindicatos, gente que va a tener acceso a una seguridad social integral, que va a tener mejores posibilidades.
“Ponerse uno ahora en la política del todo o nada, nos parece que no es inteligente, ni mucho menos”, puntualizó, y agregó que lo ideal sería que el desmonte de las CTA se hiciera en menos de dos años, que es el plazo mínimo que se plantea en la propuesta del Gobierno.
Por su parte Tarsicio Mora, presidente de la Central Unitaria de Trabajadores, CUT, dijo que el desmonte de las CTA es una política coherente con la promesa que Juan Manuel Santos hizo en su campaña a la presidencia, y que ahora puede cumplir aprovechando que tiene mayorías en el Congreso de la República. Recordó que la derogatoria de las CTA, y demás formas de tercerización laboral que están precarizando el trabajo en Colombia, es un tema que el movimiento sindical ha venido reivindicando desde hace mucho tiempo, y así lo han manifestado en las dos reuniones que las centrales sindicales han tenido con el primer mandatario.
Pero se mostró en desacuerdo con que la propuesta se incluida en el proyecto de ley de formalización laboral y generación de empleo que cursa en el Congreso. Señaló que al parecer se trata de una “habilidad” del gobierno para tratar de arropar y darle una mejor presentación a dicho proyecto de ley, frente al cual la CUT tiene serios reparos y no comparte algunos temas. Señaló que es preferible que un tema de tanta envergadura, como lo es el referido a cooperativas de trabajo asociado, sea tramitado en una ley única. “Por qué mejor —anotó—, de la misma forma como se aprobaron las leyes que crearon y desarrollaron las cooperativas de trabajo asociado, no se aprueba ahora una ley de un solo artículo, que ordene derogar las CTA de manera inmediata”.
Agregó que tres años para desmontar las cooperativas le parece un plazo largo, más en un país donde las medidas que se toman se van diluyendo con el tiempo, y donde el Ministerio de la Protección Social no tiene garra para controlar y lograr la efectividad de la norma. Se refirió asimismo Tarsicio Mora a la reacción adversa a la propuesta del desmonte de las CTA que, en la reunión de la Comisión Nacional de Concertación de esta semana, tuvieron los representantes de los gremios empresariales, con el argumento de que este tema no ha sido concertado con ellos. “A lo que nosotros respondimos que tampoco las leyes que dieron vida y avalan las cooperativas fueron concertadas con el movimiento sindical, sino que fueron producto de acuerdos y consensos sólo entre el gobierno y los empresarios; leyes que han sido nefastas para los trabajadores, las convenciones colectivas y para los derechos sindicales”, señaló.
Por su parte Miguel Morantes, presidente de la Confederación de Trabajadores de Colombia, CTC, se mostró favorable a la propuesta del desmonte de la intermediación laboral de las cooperativas que presentó el Gobierno, así sea en un plazo de dos o tres años, el cual de todas maneras consideró largo. Como tampoco le ve reparo a que se incluya como un artículo en el proyecto de ley de formalización y generación de empleo que cursa en el Congreso. “No importa el método ni el instrumento si se logra el objetivo de acabar con las cooperativas, y todos los males que éstas han tenido para los trabajadores”, puntualizó.