De nada valió la reunión que el pasado martes se realizó en la gobernación de Santander, en la que en principio todas las partes (empresarios palmeros, gobierno, la CUT y Sintrainagro) llegaron a un acuerdo para levantar el paro que desde hace 38 días sostienen unos 4 mil trabajadores, en su mayoría vinculados a cooperativas de trabajo asociado en la región de Puerto Wilches, Magdalena Medio.
Y no valió porque los representantes de Bucarelia, una de las 6 empresas que se encuentran paralizadas, a última hora desconocieron tal acuerdo, por lo que las otras 5 empresas también se abstuvieron de firmarlo, según lo explicó a esta agencia Luis Alejandro Pedraza, directivo nacional de la CUT, quien estuvo presente en la mencionada reunión, en la que participaron directivos de las empresas palmicultoras, el Gobernador de Santander, el Alcalde de Puerto Wilches, el Viceministro de Relaciones Laborales, el comandante de la Policía Santander, una delegada de la Procuraduría, y por el movimiento sindical el presidente de la CUT, Tarcisio Mora, y el presidente nacional de Sintrainagro, Guillermo Rivera.
“Ahí lo que hubo fue, o una estrategia de los empresarios para burlar el acuerdo, o simplemente una posición irresponsable de los empresarios de Bucarelia, que después de participar en todas las conversaciones y la redacción del texto del acuerdo, finalmente no lo firmaron. Mientras no haya unidad de cuerpo entre los empresarios, no es posible tener un interlocutor serio en la mesa”, señaló Pedraza.
El acuerdo que no se firmó garantizaba que no habría represalias contra los trabajadores que han participado en el cese de actividades, y fijaba pautas y una metodología para solucionar la huelga en Bucarelia y empezar a negociar el desmonte de las cooperativas.
Como se ha informado, el conflicto laboral en Puerto Wilches tiene dos frentes. Uno es la huelga que desde el 23 de agosto (hace más de dos meses) sostienen los trabajadores de Bucarelia, quienes tras agotar la etapa de negociaciones se negaron a firmar la convención colectiva en los términos en que lo quiere la empresa, que pretende desmontarles 25 puntos de la convención.
Y el otro frente es el de los trabajadores vinculados a cooperativas de trabajo asociado, más de 3 mil, quienes hace 38 días decidieron paralizar labores en las empresas Monterrey, Las Brisas, Palmeras de Puerto Wilches, Agropalmas y Agrícola del Norte, para presionar su contratación directa en virtud del Decreto 2025 que prohíbe contratar con cooperativas labores misionales, y para exigir el derecho a la asociación sindical.
El paro continua sólido
Según cálculos de los empresarios, el prolongado paro ya deja pérdidas por $100 mil millones, con el agravante de que, rotas las negociaciones, no se vislumbra una solución en el corto plazo.
Al respecto Víctor Ovallos, Presidente de Sintrainagro seccional Puerto Wilches, señaló que a pesar del desgaste de tantos días de paro y la crítica situación que agobia una región cuya única fuente de empleo es la palma de aceite, el paro se mantiene sólido y continuará indefinidamente hasta lograr lo que se han propuesto los trabajadores.
Incluso esta semana se sumaron al paro trabajadores de otras fincas (2 mil hectáreas más), y la ciudadanía de Puerto Wilches mantiene su apoyo irrestricto. Así lo ratificó una asamblea amplia que ayer realizaron comerciantes, acciones comunales, algunas ONG y la comunidad de la localidad. “La gente está totalmente unida en torno a los trabajadores, porque tienen claro que en la medida en que la condición económica de éstos mejore, también mejora el desarrollo de la región”, explicó el directivo sindical.
“Aquí todo el mundo está reventado, el comercio de Puerto Wilches está muy afectado. Nos ha ayudado mucho la solidaridad que nos ha llegado de diferentes partes del país, que es poca, pero estamos haciendo un esfuerzo para poder resistir. Ayer en Puerto Sogamoso hicimos una reunión con los dirigentes del movimiento de los cooperados, y todos manifestaron que para atrás nos se van a echar, porque en el momento en que flaqueemos, nos acaban”, puntualizó Víctor Ovallos.
Incluso es posible que el paro se extienda a la región palmicultora del Cesar (San Alberto, Minas, Sabana de Torres, Ciénaga), donde los trabajadores tercerizados padecen exactamente la misma explotación laboral que sus pares de Puerto Wilches. A la asamblea ampliada de ayer asistieron delegados de los trabajadores del Cesar, quienes anunciaron que, bajo la orientación de Sintrainagro, empezarán a impulsar un movimiento de protesta en esta región.
“En la medida que el paro en Puerto Wilches se prolongue, también su área de influencia en el sector agroindustrial se va a ampliar. Por eso los empresarios tienen que pensar muy seriamente en buscarle una salda a este conflicto”, señaló Luis Alejandro Pedraza, quien agregó que, a diferencia del conflicto laboral de los trabajadores petroleros contratistas de Campo Rubiales, que ha tenido amplia difusión en la prensa nacional, éste de Puerto Wilches no ha tenido tanta porque no ha habido disturbios, la fuerza pública no ha tenido pretextos para atacarlos, toda vez que no han bloqueado vías y todo el tiempo su actitud ha sido pacífica.
Empresarios tergiversan circular del Ministerio
Víctor Ovallos, de Sintrainagro, llamó la atención sobre el “olímpico” desconocimiento que los empresarios palmeros han hecho de la Circular 55 del Ministerio de la Protección Social, fechada el 4 de octubre, en la cual se recuerda la prohibición de la intermediación laboral consagrada en el artículo 63 de la Ley 1429 de 2010, y en el Decreto 2025 de 2011.
En su circular, dirigida a las entidades públicas y privadas, cooperativas y precooperativas de trabajo asociado, SAS, empresas de servicios temporales o outsourcing, empresas asociativas de trabajo, corporaciones, asociaciones, fundaciones, ONG, entre otras, el Ministerio les reitera “la prohibición de realizar cualquier forma de intermediación laboral que afecte los derechos constitucionales, legales y prestacionales de los trabajadores consagrados en las normas vigentes, sopena de incurrir en las sanciones establecidas en el orden normativo sobre la materia”.
Pero, según Ovallos, la semana pasada se conoció un oficio firmado por todos los empresarios en el que éstos sostienen todo lo contrario de la circular: que las cooperativas de trabajo asociado no las va a acabar y que en ese punto tienen todo el respaldo del gobierno.