Todo indica que el debate de la reforma tributaria hizo postergar –y tal vez archivar– el supuesto informe.
Por Jorge Coronel López
El 30 de julio del año pasado, el gobierno puso en marcha la Misión de Empleo con el objetivo de ‘diseñar políticas y estrategias que permitieran hacerle frente al deterioro del mercado laboral’. Dijo el ministro de Trabajo que la Misión duraría un año y que entregaría escalonadamente productos.
Faltando mes y medio para terminar, no hay producido ningún informe parcial ni ha entregado informes oficiales, pese a que el ministro anunció entre febrero y marzo que habría una publicación. Todo indica que el debate de la reforma tributaria hizo postergar –y tal vez archivar– el supuesto informe.
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Las críticas sobre la Misión van más allá de su silencio. El nombramiento de un economista mexicano como Coordinador significó desconocer la trayectoria de reconocidos expertos colombianos; aunque lo más preocupante está en su enfoque y la manera como analizaría los problemas del mundo del trabajo, según lo que se pudo ver en una serie de conversatorios temáticos organizados el año pasado y por la entrevista al Coordinador de la Misión, donde cuestionó la baja productividad del país, asunto que es cierto; pero proponía seguir erosionando lo poco que queda de seguridad social, dejando por fuera los verdaderos temas sustantivos de este debate.
Ante esta situación y la ‘aparente desconexión’ sobre la realidad, un grupo de organizaciones y de profesionales motivados por Cecilia López, nos reunimos alrededor de una Misión Alternativa de Empleo buscando aportar propuestas.
Habiendo empezado después de la Misión oficial y sin financiamiento alguno, realizamos un Foro Internacional en mayo y acabamos de entregar el conjunto de propuestas que se inscriben alrededor de cuatro componentes: i) macroeconomía; ii) mercado laboral para el trabajo decente, iii) parafiscalidad y seguridad social y iv) poblaciones objeto de atención prioritaria.
Las propuestas son producto de un análisis sobre el modelo económico, el cual gira sobre una canasta muy estrecha de productos: petróleo, café y carbón. La persistencia sobre estos productos ha impedido diversificar la producción, agregar valor, generar riqueza y crear empleo.
Desde antes de la pandemia este modelo mostraba síntomas de agotamiento, además de que a la luz del cambio climático y de la revolución tecnológica luce impertinente.
Este punto de partida es vital, pues no todos los análisis sobre la reactivación concluyen la necesidad de revisar el modelo.
Otro aspecto clave tiene que ver con la idea de ampliar los objetivos de la política económica, especialmente la monetaria, en el sentido de aprovechar el control de la inflación para buscar mejores resultados en empleo.
Finalmente, los indicadores laborales de las últimas tres décadas muestran que no han sido impactados por las reformas ni por las reducciones de impuestos para crear empleo, en cambio la relación asalariados/cuenta propia sí, en favor de los segundos.
Estos análisis derivaron en propuestas y es aquí donde valdría la pena conocer qué dice la Misión oficial sobre estos temas. Informe disponible: www.ens.org.co/mesa-alternativa-de-empleo-e-ingresos
Esta columna fue publicada originalmente en Portafolio y la puedes leer aquí
Patricia Arboleda:
09/08/2021,Me parecen excelente los proyectos que radicaron ya que estos abarcan las necesidades prioritaria del pais.