Palabras breves para las juventudes

Imagen de referencia tomada de Clarin.com

El autor también lanza algunas propuestas para las juventudes que son susceptibles de ser enriquecidas

Por: Hildebrando Vélez Galeano

¿Uno qué les diría hoy a las juventudes? Yo, como un hombre que está en esa edad donde se prefiere decir que se han acumulado juventudes y que otros llaman con desprecio envejecidos, le diría a los de la primera juventud que respeten y cuiden a los viejos pues ellos y ellas son memoria y fueron su semilla.

Les diría que elijan bien sus luchas y que no gasten tiempo en peleas inútiles. Dicen que uno crece cuando elige bien a sus contendores, de ahí que vale preguntarse contra qué político, filósofo, sociólogo o adversario de paradigma me enfrentaré, y esas preguntas son tan importantes como preguntarse contra qué fuerza destructiva de la vida, de la ecología, del territorio o de la tranquilidad me planto y elegir bien para no gastar energías inútilmente, pues ellas, las energías libres, se agotan, son siempre extinguibles por la inexorable entropía del universo.

También les diría que sean generosos con las otras especies pues esta sociedad patriarcalista, capitalista y arrogante lo olvidó. 

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Diría que tomen más tiempo en su formación y autoformación pues esa riqueza la lleva cada quien y puede albergarse en el arcano de la cultura de la sociedad; eso exige que exijan que esos tiempos y condiciones para aprovecharlos les sean garantizados.

Les invitaría a que gocen con lo simple y no se dejen abarrotar e invadir de cosas inútiles que le cuestan mucho a la pacha mamá; que usen y exijan más espacios para las bicicletas y para los usuarios de las bicicletas pues la revolución, como decía Ilich, llegará en bicicletas y ellos las montarán;  que asuman trabajos que sean satisfactorios y de servicio antes que de lucro y acumulación, porque siempre la acumulación inútil es putrefactible del cuerpo, del alma y destructiva de la naturaleza.

No está mal rabiar, rabiar contra el tirano, contra el abusador, contra el explotador; la rabia también sana y protege si es bien encausada. La rabia es como dolerse del dolor ajeno y eso es la verdadera empatía y la empatía es un principio curativo de la homeopatía.

También hay que saber perder, pues perder es un camino al aprendizaje. No me anima la exitología, me gustan también las gentes derrotadas… que otra cosa sino gentes derrotadas hemos sido nosotros, digo la mayoría de nosotros… Algunos aprendieron temprano y otros menos temprano que la vida no consiste en tener éxito y tampoco en tener, y de eso está hecha la sabiduría.

Ahora bien, siempre se ha invitado a amar, a amarse unos a otros, a amar con eficacia, añadió un cura. Amar es la base de la convivencia pues así siempre minimizaremos los defectos de los nuestros y hasta veremos cualidades en los adversarios. Tal vez, añadiría que, amar y amarse entre sí para que todas las formas de justicia sean posibles, la justicia de género, la racial, la ambiental, la económica y social, pues el amor es ciego como la justicia.

¡¡Ah!!, y bailar, pues bailar es con música y la música es con silencios y juntos baile, música y silencio son indispensables para hacer y construir amor.

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Algunas propuestas para las juventudes

Se trata de algunas ideas que podemos enriquecer:

  1. Formación gratuita a todos los niveles y sin exclusión.
  2. Que nadie que quiera educarse encuentre las puertas de las instituciones educativas cerradas o le discriminen para acceder.
  3. Que la educación y la investigación tengan más presupuesto que la guerra.
  4.   Que se invierta más en ferrovías y en ciclovías y facilidades para los ciclistas, que en vías para el trasporte de petróleo que ya hay que abandonar.
  5. Que no haya un solo niño o niña que en este país se acueste sin haber recibido las comidas necesarias para que su cuerpo y su espíritu crezcan fértiles y sanos.
  6. Que el deporte no sea para que unos pocos con mucho sacrificio se suban a los podios sino para que las juventudes formen su espíritu y puedan todos disfrutarlo y que los deportistas de alto rendimiento no tengan que esperar una medalla para poder pagar el arriendo o la cuota de su casa familiar.
  7. Que los artistas no sean perseguidos por sus expresiones murales, corporales, dancísticas.
  8. Que los gobiernos, como el de Cali, en lugar de clausurar las bibliotecas que los jóvenes quieren en esos centros de ocio y castigo policial llamados CAIS, sean amplificadas y enriquecidas y presupuestadas y que sean también aprovechadas por la policía para formarse y así tendremos la policía que queremos para que nos proteja y cuide.

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