De aprobarse los impuestos que pretende implementar el gobierno, traerán una crisis más profunda que la actual.
Por Víctor Hugo Ramírez
Una de las promesas de campaña con las cuales el gobierno de Iván Duque llegó al poder fue con la frase “menos impuestos, más salarios”. El fin era la búsqueda optima de hacer más eficiente el estado y así mejorar el poder adquisitivo de la población colombiana. Pero lo que hemos visto en estos eternos dos años y ocho meses, es un gobierno que utiliza eufemismos, incapaz de dar solución a las necesidades básicas del pueblo colombiano, con los índices de desempleo más altos de los últimos diez años, cerrando el año 2020 con 15,9%, una primera reforma tributaria “ley de financiamiento” que puso en jaque a la clase media y ahora con su segunda reforma tributaria “Por medio de la cual se consolida una infraestructura de equidad fiscalmente sostenible para fortalecer la política de erradicación de la pobreza, a través de la redefinición de la regla fiscal, el fortalecimiento y focalización del gasto social y la redistribución de cargas tributarias y ambientales con criterios de solidaridad y que permitan atender los efectos generados por la pandemia y se dictan otras disposiciones” . Este último proyecto no es otra cosa que el jaque-mate para la clase media colombiana con más impuestos y menos salarios.
Esta nueva reforma que se pasó con carácter de urgencia se debe mirar con pinzas, puesto que al mejor estilo Francis Underwood, icónico personaje de la serie “House of Cards”, este gobierno pretende a través de un juego de palabras técnicas insultar la inteligencia del pueblo colombiano con una medida tributaria, fiscal y pensional que ampliará las brechas entre ricos y pobres, además de castigar la ya maltrecha y aporreada clase media. Veamos cómo nos afecta esta reforma.
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Impuestos
Una de las medidas más lesivas es la del IVA. Este impuesto pasará en productos que estaban gravados con 0% y 5% en la canasta familiar al 19%. El gobierno incluirá en esta reforma el impuesto para los insumos, como los insecticidas, abonos, esto aumentará el precio y se verá reflejado en reducción, o de la utilidad de los productores o aumento en el precio del producto, muy probablemente será la segunda, y siendo sugestivo se gravará hasta las toallas higiénicas, las copas menstruales y los dispositivos anticonceptivos, impuesto injusto para las mujeres. Otro impuesto que traerá grandes efectos es la sobretasa a la gasolina, recordemos que Colombia tiene uno de los precios más altos del mundo, esto afectará no solo el bolsillo de aquellos que se movilizan en automóvil y moto, sino que afectará la logística en Colombia del productor colombiano aquí vuelve y juega, o se afecta las utilidades de las empresas o se aumenta el precio final al consumidor, de nuevo, muy probablemente sucederá lo segundo, teniendo en cuenta que hoy los productores han manifestado lo difícil que es competir con los productos que vienen del exterior resultados de los diferentes TLC´s que tiene Colombia.
Y ni hablar de los servicios públicos, los cuales también tendrán IVA en los estratos 4, 5 y 6. Lo preocupante de esto es el pírrico aumento del salario mínimo para el año 2021 que llego al 3,5%. Esta medida solo desestimula la compra de bienes y servicios en un momento donde la economía necesita estímulos para el intercambio comercial y la recuperación económica.
Otra medida regresiva en materia de impuestos es la declaración de renta, la cual pretende gravar con este impuesto a aquellos colombianos que a corte 31 de diciembre de 2021 devenguen dos millones quinientos mil pesos mensuales y para el 2022 se reduce a los trabajadores y trabajadoras con ingresos de millón seiscientos mil pesos y un nuevo impuesto para pensionados con ingresos de más de cuatro millones seiscientos mil pesos.
Lo más inconveniente de todo esto ha sido la incapacidad de generar políticas anticorrupción, la pésima política de salud, los incumplimientos de los acuerdos con el movimiento estudiantil, la desprotección a la vejez y los incumplimientos de los acuerdos de paz, por lo que se tiene cero confianza por parte del pueblo colombiano a la utilización correcta de los recursos frescos recaudados.
Empleo
En materia de empleo la reforma busca aumentar los indicadores. En sus artículos 25 y 26 el proyecto busca recortar el pago a las Cajas de Compensación, estimulando de manera central el primer empleo y aquellas personas que llevan años desempleadas. Lo macabro de esta reforma es la condena a los bajos ingresos por parte de jóvenes y mayores de cuarenta años, ya que según la reforma las excepciones solo estarán para salarios máximos de hasta 3 SMMLV generando dos efectos: El primero es la insistencia de la vieja fórmula de bajar la carga prestacional a los empleadores en la que la historia ha demostrado ser solo una medida para mejorar los rendimientos financieros y la segunda, que en mi concepto es la más preocupante, es el techo estándar al que se están condenando los trabajadores recién egresados y los adultos mayores de 40 años, en el que su esperanza de ingreso estará sujeta a vivir con bajos ingresos, es decir, se está configurando un techo salarial para una gran población en edad económicamente activa, consolidando a Colombia como un país de mano de obra barata.
Política social
Una de las medidas banderas con la cual el gobierno justifica esta reforma es con un subsidio llamado ingreso solidario, que intenta mostrar como renta básica universal para verse bien ante la comunidad internacional, pero que no funciona bajo ningún principio de esta aspiración humana. La propuesta del gobierno se tasa bajo la siguiente tabla
| Número de personas por hogar | Hogares en pobreza extrema | Hogares en pobreza |
| 1 | $ 80.000 | $ 80.000 |
| 2 | $ 122.034 | $ 84.047 |
| 3 | $ 183.050 | $ 126.071 |
| 4 | $ 244.067 | $ 168.095 |
| 5 | $ 305.084 | $ 210.118 |
| 6 | $ 366.101 | $ 252.142 |
Lo particular de la tabla anterior es la cifra de miseria que pretende entregar. Recordemos que los ingresos per-cápita de la línea de indigencia en Colombia está un poco más por encima de los cien mil pesos mensuales, mientras que esta propuesta sigue condenando a los más desprotegidos, con el agravante de que este tipo de ingresos lastimosamente son utilizados como dispositivos de control social y así el uribismo mantiene su maltrecha base social.
Surgen entonces algunas inquietudes: ¿Porque no le cobramos los 8,3 billones de pesos no constitutivos de renta al sector financiero? ¿Por qué no les cobramos los 5 billones de pesos a los más poderosos por rentas exentas? ¿Por qué no les cobramos a las grandes empresas los 766 mil millones de pesos por descuentos tributarios? ¿Por qué la gente más pobre y la clase media tiene que pagar los platos rotos de este nefasto gobierno?
Con esos cuestionamientos concluyó y agrego que solo la movilización social, con todas las medidas de bioseguridad, y la presión del pueblo colombiano, tumbará esta nefasta reforma que dejará en una crisis peor las pequeñas y medianas empresas por efectos de impuestos, no resolverá el problema estructural de creación de empleos, estimulará la economía informal e ilícita generando el escenario perfecto para la venta de seguridad por quienes hoy ostentan el poder.
¡A las calles este 28 de abril y el 1 de mayo!
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