El no a la renta básica envía el mensaje, “sálvese quien pueda”

Imagen de referencia tomada de El Espectador

El proyecto de Renta Básica presentado por el Senador Iván Marulanda, se hundió en el primer debate en el Congreso, sin embargo, con la nueva legislatura fue puesto en consideración otra vez.

Por equipo de prensa del SUTEV

En el marco de la pandemia el gobierno de Iván Duque les ha entregado a los bancos 21 billones de pesos, una cifra semejante es la que se requiere para garantizar una renta básica de emergencia de un salario mínimo a 9 millones de hogares colombianos durante tres meses. Sin embargo, las prioridades son otras.

Según el Banco Mundial, Colombia es el quinto país más desigual del planeta. Y con las medidas adoptadas por el gobierno de Iván Duque para enfrentar la pandemia, pareciera ser que se está disputando el primer puesto.

La decisión del gobierno de no subsidiar, desde el mes de marzo, las nóminas de las micro, pequeñas y medianas empresas, no solo las ha condenado a la quiebra, sino que además ha aumentado las cifras de desempleo en el país. A lo que se suma la caída de los ingresos de más del 60% de la población que trabaja de manera informal.

Y aunque el gobierno creó el programa Ingreso Solidario para atender a las familias más necesitadas durante la pandemia, lo cierto es que esos 160 mil pesos no cubren las necesidades mínimas y tampoco llega a la totalidad de la población pobre y vulnerable.

Para Sneyder Rivera, subdirector administrativo de Cedetrabajo, el actual subsidio de 160 mil pesos es insuficiente para las familias. “Apenas alcanza para cubrir la línea de indigencia de las personas, que está aproximadamente en 117 mil pesos”, dice. Agrega Rivera que se necesitarían 257 mil pesos mensuales para cubrir la línea de pobreza lo que significa que el actual auxilio del gobierno, “no sirve para nada”.

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Una renta Básica de emergencia de un salario mínimo durante tres meses para treinta millones de personas en condición de pobreza y vulnerabilidad no solo permitiría garantizar condiciones básicas de subsistencia para esta población, sino que además reactivaría la economía del país.

El investigador de Cedetrabajo dice que en varios países se ha implementado la renta básica y menciona los casos de España, Inglaterra y Canadá. En esos países “han planteado que las rentas básicas universales son un medio efectivo para que las economías se puedan mantener en la situación que tenemos actualmente”, dice Rivera.

La iniciativa que se cayó en el Congreso de la República, tiene un costo de 23 billones de pesos, aproximadamente lo que el gobierno le ha entregado a los bancos en los últimos tres meses.

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La pobreza, el hambre y el desempleo siguen creciendo en el país, y aunque el ministro de hacienda Alberto Carrasquilla insiste en que no hay recursos para garantizar la renta básica de emergencia, las propuestas para financiarla sobran. Eliminar los beneficios tributarios que existen para muchas empresas, sería una alternativa.

Por otro lado, un impuesto progresivo al patrimonio de las personas naturales más ricas del país, es otra propuesta para financiar la renta básica de emergencia, pues al igual que las grandes empresas son quienes menos impuestos pagan en el país. Hoy los impuestos indirectos, los que recaen sobre toda la población, son los que más concentran el recaudo.

La negativa del gobierno de garantizar una renta básica de emergencia para 30 millones de personas en condición de pobreza y vulnerabilidad y más aún cuando las cifras de contagio por el Covid 19 siguen aumentando, es un claro mensaje para el país, sálvese quien pueda.

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