La reciente reunión de los países del G-20 celebrada Cannes, Francia, fue el escenario para que las organizaciones sindicales de los países que lo conforman (L20) y las organizaciones empresariales (B20), promovieran un diálogo social tendiente a construir consensos para enfrentar el tema del empleo en el contexto de la crisis económica mundial.
El Grupo de los 20, o G-20, es el foro de cooperación y consultas más importante en los temas relacionados con el sistema financiero internacional. Se viene reuniendo desde 1999 y convoca a jefes de Estado, gobernadores de bancos centrales y ministros de finanzas. Está constituido por 7 de los países más industrializados (G-7), Rusia, 11 países recientemente industrializados de todas las regiones del mundo, y la Unión Europea como bloque económico.
En la reunión celebrada en Cannes, las organizaciones empresariales y sindicales que hacen parte del G20 manifestaron su preocupación frente a la gravedad de la situación económica mundial, y reclamaron que los temas sociales tengan prevalencia en la agenda del G20.
Al respecto manifestaron: “La crisis económica, social y financiera ha creado de hecho un espacio para la discusión de los retos que configuran el mercado de trabajo y la protección social en una perspectiva comparativa entre los países del G20 (…) y también ayudar a los países no pertenecientes al G20 a desarrollar políticas encaminadas a abordar la situación del empleo en todas sus dimensiones. (…) Con ello, hacemos eco de la contribución que la Organización Internacional de Empleadores y la Confederación Sindical Internacional han hecho al debate que actualmente tiene lugar sobre estos mismos temas en la Organización Internacional del Trabajo (OIT)”.
En particular, las organizaciones empresariales y sindicales plantearon que es de vital importancia que el G20 ponga en prioridad el empleo juvenil, pues es una población vulnerable a los cambios que sufre el mercado laboral mundial. Asimismo, plantearon que es fundamental la creación o el fortalecimiento de pisos para la protección social, tema en torno del cual se han desarrollado importantes acuerdos por parte de los diferentes interlocutores sociales que conforman la OIT.
Igualmente consideraron que es responsabilidad de los gobiernos la aplicación de los principios y derechos fundamentales en el trabajo, frente a lo cual existen varios instrumentos de la OIT para conseguir mejoras concretas, incluida la Declaración de 1998 sobre Principios y Derechos Fundamentales en el Trabajo y su seguimiento.
Se anexa la declaración conjunta de empleadores y sindicatos del G-20: