Maestros: otra vez al paro y a la calle este 1º de junio

Esta vez por la mala atención en salud e incumplimiento de otros acuerdos
El paro afecta a 250 mil maestros y maestras y unos 10 millones de estudiantes


En mayo del año pasado el Gobierno Nacional firmó un acta de acuerdos con la Federación Colombiana de Educadores, Fecode, acta que en aquel momento posibilitó el levantamiento de un paro del magisterio del sector público que se extendió durante dos semanas.

Hoy, un año después de la firma de esos acuerdos, el balance de su cumplimiento, según Fecode, deja mucho que desear. Aún están en veremos aspectos y reivindicaciones sentidas por lo maestros, especialmente lo relativo a la atención en salud, que sigue de mal en peor, tanto para ellos como para su núcleo familiar.

Por tal razón la Junta Directiva Nacional de Fecode, por unanimidad, decidió convocar a un paro de 24 horas y a una movilización nacional para este miércoles 1° de junio. Lo que determina que 250 mil maestros y maestras del país pararán sus labores y unos 10 millones de estudiantes no tendrán clases.

Según Óver Dorado, miembro del Comité Ejecutivo de Fecode, aparte de presionar la solución del problema de la salud, el paro de este miércoles tiene otras motivaciones igualmente prioritarias. Señaló la política neoliberal del Gobierno Nacional, que se materializa en el recorte de los recursos para la educación y en proyectos de privatización que convierten a ésta en una oportunidad de negocio, tales como la Jornada Única sin condiciones y un programa de alimentación que propicia la corrupción. Asimismo, en una serie de decretos adoptadas unilateralmente por el Gobierno, que van en contravía de una educación de calidad.

Un asunto que tiene particularmente molestos a los educadores son los obstáculos y el trámite tortuoso que el Ministerio de Hacienda antepone al pago de la deuda que el Estado acumula con el magisterio, por concepto de ascensos en el escalafón, primas extraordinarias, horas extras, homologaciones y el reconocimiento de las distintas prestaciones económicas, cesantías y pensiones, entre otras.

También hay dificultades en el proceso de evaluación diagnóstico formativa de los educadores que fue acordado hace un año. Hay fallas en la plataforma tecnológica que se utiliza, y no están claras las funciones de los pares académicos. “El Icfes es el que está concentrando toda la fuerza en la calificación sin tener en cuenta a los pares académicos, y eso no está dentro de lo acordado”, señaló Dorado.

El paro de este miércoles se desarrollará con marchas y movilizaciones en las capitales de departamentos y en los municipios, casi todas en horas de la mañana. En Bogotá la Asociación Distrital de Educadores (ADE) y el sindicato de maestros de Cundinamarca citaron a las 9 de la mañana a una concentración en la sede de la Fiduprevisora (calle 72 Nº 10-03), desde donde saldrá una marcha hasta la Secretaría de Educación Distrital.

Este paro y movilización del magisterio coincide con el Paro Nacional Agrario que arrancó el lunes pasado. “Estamos llamando a los maestros y maestras a manifestar su solidaridad con la gente del Paro Agrario, la cual vaya de la mano con acciones políticas de apoyo concretas”, dijo al respecto Óver Dorado.

 

La salud, servicio cada vez más deficiente


Una encuesta realizada recientemente a los maestros por el Ministerio de Trabajo sobre la calidad del servicio de salud que reciben, revela una opinión bastante desfavorable a este servicio. El 52.8% de los encuestados dijo que nunca hay facilidad para conseguir una cita con un médico especialista, el 40.4% respondió que algunas veces, y solo el 6.8% contestó que siempre. Y el 69.5% asegura que el suministro de los medicamentos no se entrega de manera oportuna.

Según Fecode, la crisis de la atención en salud a los maestros se da por la falta de garantías por parte del Ministerio de Educación como fideicomitente del contrato de prestación del servicio, por la nula acción de la Fiduprevisora para hacer cumplir los compromisos a los operadores del servicio, y por la reiterada violación del Pliego de Condiciones por parte de estos operadores.

La Fiduprevisora, que es la entidad que administra los dineros del fondo de prestaciones sociales y autoriza los pagos a los contratistas que prestan el servicio de salud, les exige a éstos que cumplan con un protocolo para el pago de las cuentas. Los contratistas por su parte dicen que han cumplido con estos protocolos y que es la Fiduprevisora las que no les paga. Y mientras unos y otros “se tiran la pelota”, los maestros y su núcleo familiar, supuestamente cubiertos por un régimen especial de salud, siguen recibiendo un servicio de pésima calidad.

Se calcula que la Fiduprevisora tiene una deuda de $470.000 millones con las entidades operadores de los servicios de salud, deuda que tiene a éstas en una situación apremiante. De tal suerte que no está lejano el día en que los educadores no puedan recibir atención ni el suministro de medicamentos por falta de disponibilidad financiera para atenderlos. Con el agravante de que la mitad de esa enorme deuda está en discusión, no ha sido reconocida por la Previsora, lo que podría terminar en un tribunal de arbitramento.

Ante esto Fecode propone que haya un manual de contratación diferente, que permita sancionar a la entidad que falle en la prestación del servicio, porque el manual que existe actualmente no contempla sanciones administrativas, ni fiscales ni disciplinarias. Fecode quiere, en suma, que sin más dilaciones se abra una nueva licitación en los términos establecidos en la Ley 91 de 1989.

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