Balance económico, laboral y sindical del cuatrienio 2010-2013
RESUMEN EJECUTIVO
El Plan Nacional de Desarrollo “Prosperidad para Todos”, tenía como metas el crecimiento de la economía a 6,2%, el crecimiento de los ingresos y la disminución de la tasa de desempleo a un digito:8,9%, además de la creación de 2,4 millones de empleos nuevos hasta 2014 y la formalización de 500.000 puestos que son informales.
Luego de cuatro años de gobierno el panorama es desalentador: Perdura, y en algunos casos se agudiza, la desigualdad, la informalidad, la tercerización, la precariedad laboral, la desprotección social, las prácticas antisindicales, la violencia antisindical y la impunidad de los crímenes cometidos contra sindicalistas.
El empleo que se está generando es un empleo en condiciones precarias, en donde a los trabajadores no se les garantiza sus mínimos derechos laborales acentuando los problemas de informalidad y tercerización laboral.
En Colombia persiste la desigualdad, la pobreza y la indigencia
Colombia continúa como uno de los países más desigual de la región, y así lo reconoce el premio nobel de Economía Joseph Stiglitz al afirmar que “Colombia tiene uno de los niveles de desigualdad social más grandes en Latinoamérica…”[1].
Ester gobierno focalizó sus esfuerzos en el crecimiento económico más no en políticas eficientes que impulsaran la distribución de la riqueza y tuvieran un impacto en el mejoramiento de la calidad de vida de los habitantes y en un mayor progreso social[2].
Y no sólo es desigual la distribución de la riqueza en el país sino que ha sido agravada por un sistema tributario que acolita que los más ricos paguen muy pocos impuestos. Según datos de la DIAN, el 1% más rico, se queda con una quinta parte (20%) de la riqueza producida en Colombia[3]. Lo anterior evidencia la falta y pertinencia de una política social redistributiva que atenúe el problema.
La tasa de indigencia o de pobreza extrema nacional para inicios de periodo era de 12,3% y en 2013 se ubicó en 9,1%, mientras que en la zona rural pasó de 25,0% a 19,1%.[4]
Pocos avances en la remuneración de la mano de obra
Para el 2010, el 50,5% de los ocupados ganaban menos de un salario mínimo mensual legal vigente (smmlv), para 2011 y 2012 eran el 49,2% y 55,1% respectivamente. En 2013 el 45,33% de los ocupados recibía hasta un smmlv, mientras que el ingreso promedio del país era de $816.646. Este ingreso apenas representa el 97% de la línea de pobreza por hogar[5].
Las locomotoras del crecimiento no arrancaron
El crecimiento de la economía para el promedio de los cuatro años fue de 4,7% y para el 2013 de 4,3%, casi dos puntos porcentuales por debajo de la meta. Para este último año, la economía estuvo jalonada por otros sectores como la Construcción (9,8%), los servicios (5,3%), la Agricultura, ganadería, caza, silvicultura y pesca (5,2%), la Explotación de minas y canteras y el Suministro de electricidad, gas y agua (ambas con el 4.9%)
La generación de empleo se desacelera, el desempleo disminuye pero, ¿a qué precio?
La creación de empleos viene desacelerándose, es decir, en 2010 el empleo creció en 4,3%, representando 793.000 nuevos empleados, pero en 2012 el empleo creció 3,4%, aportando 677.000 nuevos empleos y en 2013 el empleo sólo creció en 1,7%, con un incremento absoluto de sólo 352.000 nuevos empleos, menos de la mitad de los empleos que se generaban en años anteriores.
Para 2013 el 79,2% de los ocupados se concentraba en dos posiciones ocupacionales: empleado particular y los trabajadores por cuenta propia, estos últimos participaban con el 42,8% en el total de ocupados, representando a 9 millones de trabajadores. Cabe recordar que esta categoría hace parte de lo que la OIT considera como empleo vulnerable.
Un indicador de especial importancia es la tasa de inactividad[6], la cual se ha mantenido por encima de 35% en el cuatrienio.
La metamorfosis de la tercerización laboral
El país ha sufrido una transformación en materia de contratación laboral, debido al incremento de formas “atípicas” de contratación. A medida que el número de Cooperativas de Trabajo Asociado (CTA) y de personal “asociado” comienza a disminuir de 2010 a 2012, se observa el crecimiento análogo y proporcional de trabajadores vinculados a través de Empresas de Servicios Temporales (EST) y de contratos sindicales. En términos absolutos: si para 2010 el total de vinculados mediantes estas tres figuras era de 1.136.016 persona, en 2012 el acumulado global fue de 1.140.606, lo que supone un aumento, en lugar de disminución, de la intermediación laboral (haciendo abstracción de su legalidad y/o ilegalidad).
La situación laboral de las mujeres y los jóvenes: cuentas pendientes y desafíos
Las mujeres permanecen como una de las poblaciones a las que más se le vulneran sus derechos laborales. Si bien se ha presentado un avance en materia de participación y ocupación, se siguen presentando diferencias sustanciales con respecto a los hombres, al punto de ser ellas las que más alta tasa de desempleo tienen. Para 2013, la tasa de desempleo de las mujeres se ubicó en 12,7%, esto es 5,3 puntos porcentuales de la tasa registrada por los hombres que fue de 7,4%.
En el caso de los jóvenes, la tasa de desempleo juvenil sigue siendo superior al promedio de América Latina, ubicándose en 15,5%. En este cuatrienio sólo 194.000 jóvenes han salido del desempleo. Para el último año el 31,6% de los jóvenes eran cuenta propistas y se ubicaban en sectores como el comercio y los servicios, que lejos se encontraban de ser sectores claves para la intervención e inversión estatal.
Protección social: una deuda con los trabajadores y trabajadoras
En salud, la población ocupada cotizante al régimen contributivo ha representado el 47,4% del total de ocupados en 2013, tan sólo 1,2 puntos porcentuales por encima a lo representado en 2012, cuando los afiliados cotizantes eran el 46,2% del total de ocupados.
En materia de afiliación a pensiones los avances no han sido significativos, ya que menos de la tercera parte de la población ocupada cuenta con esta protección. Para el 2013, el 32,7% (6.880.000) de los ocupados se encontraba afiliado como cotizante a pensiones, 1,7 puntos porcentuales más de lo representado en 2012.
En cuanto a la afiliación en riesgos laborales los hallazgos son aún más preocupantes, ya que durante el periodo de análisis, más del 60% de la población ocupada se encontraba excluida de esta protección.
Por otro lado, las estadísticas sobre afiliación a las cesantías reiteran una vez más la precarización que está sufriendo la mano de obra. Durante el período 2010-2013, menos del 30% del total de ocupados del país se encontraba afiliado a cesantías, representando en promedio para los cuatro años a tan sólo 5.850.584 trabajadores y trabajadoras. La preocupación latente es por ese 70% de ocupados que se encuentran excluidos de esta prestación.
Dinámica de la negociación colectiva: el incremento de los contratos sindicales
Es evidente la utilización antisindical de los pactos colectivos y de los tribunales de arbitramento, y el incremento de la tercerización ilegal, principalmente en el sector de la salud, sector en el que para eludir la prohibición de subcontratar a través de falsas cooperativas de trabajo asociado, se promovió la conformación de falsos sindicatos con los que luego se negociaron el 97,4% (939) del total de contratos sindicales en el país.
Violencia e impunidad: Violaciones a la vida, libertad e integridad cometidas contra las y los sindicalistas en Colombia
En este periodo se registraron, por lo menos, 2.291 violaciones a la vida, la libertad y la integridad cometidas contra sindicalistas, 627 contra mujeres y 1664 contra hombres. Entre otras, fueron asesinados 139 sindicalistas, se presentaron 57 atentados de muerte, 18 desapariciones forzadas, y alrededor de 1.634 amenazas, sin que existan avances significativos en las investigaciones, sin que inicien juicios y sin que se logren condenas y capturas. Persiste la impunidad.
Dinámica de la movilización sindical y laboral
La protesta sindical y laboral aumenta, pero las condiciones de las trabajadoras y los trabajadores no mejoran. De acuerdo al seguimiento realizado por la ENS, entre 1991 y 2013, se han registrado al menos 2. 277 acciones colectivas sindicales y laborales en el país, de las cuales 1.061 ocurrieron en los últimos cuatro años; es decir, el 46,5% de las protestas, lo cual indica un avance sustancial donde el promedio histórico de acciones por año pasa de 103 a 265.
[1] Castro, Cristián. Stiglitz: “Si yo fuera Santos…”. Disponible en https://www.semana.com/nacion/articulo/el-premio-nobel-de-economia-joseph-stiglitz-le-da-consejos-santos/383153-3
[2] El progreso social tiene en cuenta el acceso a las necesidades humanas básicas, a las oportunidades, a la educación superior y a la seguridad personal.
[3] Kalmanovitz, Salomón. “La inequidad de Colombia”. Disponible en: https://www.elespectador.com/opinion/inequidad-de-colombia-columna-487823
[4] DANE. Gran Encuesta Integrada de Hogares, 2013.
[5] DANE, Pobreza monetaria y multidimensional 2013. Boletín de prensa, pág. 5.
[6] La población económicamente inactiva comprende a todas las personas en edad de trabajar que no participan de la producción de bienes y servicios porno no necesitan, no pueden o no están interesadas en tener actividad remunerada. A este grupo pertenecen estudiantes, amas de casa, pensionados, jubilados, etc. La tasa de inactividad puede incrementarse cuando la duración del desempleo es tal que las personas se cansan en la búsqueda de empleo y deciden dejar de hacer presión en el mercado de trabajo, o puede disminuir, cuando los llamados “miembros secundarios” del hogar, amas de casa y estudiantes, deben salir al mercado a buscar empleo como consecuencia del incremento en la tasa de desempleo de los jefes de hogar, todo con la intención de no ver afectados los ingresos del hogar.