En enero de 2014 Coca Cola España cerró en Madrid su fábrica Fuenlabrada, la planta tecnológicamente más avanzada de la multinacional en Europa. Como la cerró sin ninguna justificación, los trabajadores y trabajadoras en respuesta iniciaron una huelga indefinida, la cual ha tenido unas características diferenciales con respecto al ejercicio tradicional de la huelga.
Los trabajadores y trabajadoras no solo se limitaron al cese de actividades, sino que desplegaron una serie de acciones complementarias, como manifestaciones callejeras, un “Campamento de la Dignidad”, boicots exitosos, una estrategia judicial eficaz, manifestaciones culturales inéditas, como el libro Somos Coca Cola en Lucha, documentales, una aplastante presencia en las redes sociales, videos que se volvieron virales, etc. Acciones que han logrado romper el silencio de los medios de comunicación y el aislamiento y desgaste que Coca Cola quería conseguir.
El artículo que hoy compartimos, escrito por el sindicalista español Eddy Sánchez en el periódico Publico.es, da cuenta de esta experiencia y las enseñanzas que deja. Es un prototipo del conflicto laboral y social contemporáneo.
Ver también el video de «Las Espartanas», grupo de mujeres que ha llevado la batuta de la protesta.