Fue expulsado por participar en plantones de apoyo a trabajadores de Cencosud
Profundo malestar ha causado en los medios sindicales del Perú –y de América Latina–, la decisión del gobierno de este país de expulsar al sindicalista alemán Orhan Akman, por participar en un acto de solidaridad internacional con el sindicato de trabajadores de la cadena de súper-tiendas Wong y Metro, de la empresa multilatina chilena Cencosud.
El ciudadano Orhan Akman es afiliado al sindicato Verdi, de Alemania, y asesora a UNI Global Union, federación que en todo el mundo agremia a 20 millones de trabajadores del sector de los servicios. Se encontraba en Perú desde junio 2014 en una labor de asesoría a UNI Américas en un proyecto en el sector comercio, especialmente con multilatinas chilenas, apoyando a los sindicatos en negociación colectiva, campañas sindicales y formación de líderes.
Orhan Akman
El argumento del gobierno peruano para expulsarlo del país fue su participación en dos plantones pacíficos con los trabajadores de Cencosud, en apoyo a la negociación del pliego de peticiones que éstos presentaron a la multilatina para mejorar sus condiciones laborales y salariales. Por ello le montaron el absurdo cargo de “alterar el orden público, la tranquilidad y la paz social”.
La Confederación General de Trabajadores del Perú (CGTP) denunció al Gobierno peruano por este hecho, que muestra a las claras “la persecución contra los defensores de los derechos de los trabajadores, y prueba que el Gobierno cede a la presión de las empresas para limitar el libre ejercicio a la manifestación, la solidaridad internacional, la sindicalización y el reclamo de derechos laborales, que son también derechos humanos”, señaló en un comunicado.
El hecho, además, “pone en peligro la libertad sindical, la libre expresión y la integridad de todos nuestros compañeros de la cooperación internacional que se encuentran en territorio nacional”, concluye la CGTP.
La reacción de UNI América
UNI Américas, y sus filiales en el continente, también manifestaron su disgusto y preocupación por la expulsión de Akman de territorio peruano, pues es una decisión que atenta contra la democracia y los derechos humanos en Perú. Consideran que es un hecho de enorme gravedad, que puede afectar el trabajo de solidaridad internacional, y constituye un pésimo precedente para la labor sindical y de derechos humanos.
El Comité Ejecutivo de UNI Américas, reunido en Montevideo, Uruguay, aprobó una declaración de apoyo y solidaridad con Orhan Akman, y en un comunicado rechazó su expulsión sin fundamento probatorio alguno. “Desde UNI Américas seguiremos reclamando la intervención inmediata del gobierno peruano para lograr que las libertades democráticas y los derechos humanos primen en su país, y para que el dossier del compañero Orhan Akman se limpie por completo”, señala el comunicado.
Por su parte Adriana Rosenzvaig, Secretaria Regional de UNI Américas, envió sendas cartas al Presidente de Perú, Ollanta Humala, al Presidente del Congreso, a la Ministra de Relaciones Exteriores y al Presidente del Consejo de Ministros, en las que señala que la resolución de expulsión por parte de la Gerencia de Servicios Migratorios, se hizo sin previa imputación ni notificación de las supuestas infracciones a la Ley de Extranjería, y sin documento probatorio. Y exigió su intervención inmediata para que se levante la medida contra Akman, y éste pueda reingresar y transitar libremente en el país.
“UNI no puede aceptar que el compañero Akman, que es además activista de grandes sindicatos y persona experta en el sector del comercio, sea expulsado de esta manera por el solo hecho de contribuir a la consolidación y fornecimiento de la organización de los trabajadores. Su único delito es ser solidario e internacionalmente comprometido con la causa sindical”, anotó la señora Rosenzvaig, al tiempo que advirtió sobre el riesgo que corre la integridad física de Akman, quien meses atrás fue amenazado por el jefe de una empresa que presta servicios de seguridad a Cencosud.
Por su parte el sindicato alemán Verdi, del cual es miembro Akman, realizó una movilización el pasado sábado en protesta por su expulsión, liderada por su presidente Frank Bsirske.
Asimismo, el domingo, en el marco de las elecciones presidenciales en Perú, realizó un mitin frente a la embajada peruana en Munich, Alemania.
Antecedentes de la expulsión
Ya en junio 2015, durante un plantón pacífico de los trabajadores de Cencosud Perú, Akman había tenido inconvenientes. El jefe de la empresa que presta servicio de seguridad a Cencosud, le mostró su arma descaradamente, al tiempo que le dijo: “Tenga cuidado”. Además, ese día la policía le pidió documentos.
4 meses después, el 15 de octubre 2015, en otro plantón de trabajadores de Cencosud, la Policía de Extranjería le exigió a Akman su pasaporte, obligándolo a ir a su casa por él. Luego lo llevaron a una comisaría donde le dijeron que un extranjero no puede participar en plantones.
En enero 2016, cuando se disponía a realizar un viaje a Uruguay, la policía le advierte que tiene una alerta migratoria, la cual le permite salir, pero no regresar al Perú. Ante tal requerimiento, envía cartas para levantar la alerta de la oficina de Migraciones, pero no recibe respuesta alguna. Lo que sí recibe es la notificación de que tiene una denuncia en la Comisaría de San Antonio de Miraflores, en Lima, por participar en plantones. Pero al ir a dicha comisaría no se encuentra constancia ni registro de tal denuncia.
Y el 31 de marzo, nuevamente Migraciones le informa que le fue enviada una resolución –que nunca recibió– por la cual se la cancelaba su permanencia en el territorio nacional, con impedimento de reingreso; resolución motivada por “su participación en una marcha realizada por trabajadores del sindicado Cencosud, alterando el orden público, la tranquilidad y la paz social”.
En el mismo episodio el señor Gustavo Triani, Director UNI Américas Comercio, también fue retenido en el aeropuerto limeño, supuestamente por provocar un “código rojo de seguridad”. Fue liberado una hora después tras presentarle excusas.