Fondo de Cultura Económica despidió a 6 trabajadores que quisieron sindicalizarse

La cultura antisindical parece que no tiene fronteras y se da hasta en las mejores familias. Así puede interpretarse lo ocurrido en la prestigiosa editorial mexicana Fondo de Cultura Económica (FCE) en su sede de Bogotá, de donde 6 empleados fueron despedidos un día después de que se afiliaran al sindicato Sintaongs.

Pierkey Herrera, presidente nacional de Sintraongs, sindicato que agremia trabajadores de ONG, organizaciones defensoras de derechos, sindicatos y cooperativas, entre otras, denunció que los 6 empleados solicitaron afiliación con el fin de proteger sus condiciones de trabajo y sus derechos laborales, los cuales se les vienen vulnerando desde el año pasado. Y por eso fueron despedidos.

Según la denuncia, los trabajadores del FCE empezaron a sentir acoso laboral tras la llegada del nuevo gerente enviado desde México, quien impuso cambios de funcionamiento e implementó una política laboral que se traduce en mayor presión a los trabajadores para que aumenten su rendimiento y las ventas, lo que ha generado zozobra y un mal clima laboral. Además, eliminó la bonificación de fin de año establecida de tiempo atrás.

En vista de ello, y de que su situación tendía a desmejorar, un grupo de empleados se acercó a la Central Unitaria de Trabajadores para averiguar qué es un sindicato y cómo los podía favorecer. Les aconsejaron que se afiliaran a Sintraongs, sindicato afín a la actividad que desarrolla el FCE. Y eso hicieron 6 de ellos el pasado 15 de febrero.

“Nos llenamos de valor y nos afiliamos, ejerciendo el libre derecho de asociación que brinda la ley. Pensando que íbamos a tener garantías por parte de la empresa, pero no fue así”, señaló Oscar Iván, uno de los despedidos.

Al día siguiente él y los otros 5 sindicalizados recibieron sendas cartas de la gerencia en las que se los notificó la terminación de su contrato, debido a una supuesta reorganización de la empresa. Ni les dieron tiempo de presentar pliego de peticiones y así protegerse con fuero circunstancial.

“Mi sentimiento es de indignación porque no esperaba la reacción tan arbitraria de la empresa”, anotó al respecto Oscar Iván, quien llevaba 6 años trabajando en el FCE de Bogotá.

“Esa decisión no concuerda con el discurso que con anterioridad nos dijeron, que estaban conformes con el trabajo que estábamos haciendo. Pero esa idea cambió cuando supieron que estaban sindicalizados”, agregó Oscar Moreno, otro de los trabajadores despedidos por sindicalizarse.

Para Sintraongs no hay duda de que se trató de una acción claramente antisindical, pues los únicos despedidos en la supuesta reorganización de la empresa fueron los 6 que se sindicalizaron. Además, esas 6 bacantes quedaron disponibles para ser ocupadas por otras personas.

Sintraongs es un sindicato sui géneris, toda vez que afilia trabajadores de empresas y asociaciones que por lo general defienden derechos. Agremia, por ejemplo, a las y los trabajadores de la USO, la CUT, la ENS, Viva la Ciudadanía, Fenalco, cooperativas de educadores, sindicatos del magisterio, entre otros.

“No nos queda claro cuál es la cultura que promueve el Fondo de Cultura Económica: si promueve la lectura o la cultura antisindical, que en Colombia ha traído como consecuencias la violación de derechos humanos”, agregó Pierkey Herrera, al tiempo que exigió el reintegro de los trabajadores despedidos por querer ejercer la libertad sindical, un derecho consagrado en la constitución colombiana.

El FCE es una institución editorial del Estado mexicano que edita, produce, comercializa y promueve obras de la cultura nacional, iberoamericana y universal a través de redes de distribución propias y ajenas, dentro y fuera de México. Tiene filiales en varios países de Suramérica y Centroamérica, donde también se ocupa de la promoción cultural a través de eventos, talleres y seminarios. En Colombia tiene sus oficinas en el Centro Cultural Gabriel García Márquez, en el centro de Bogotá, donde funciona desde el año 2008 y laboran unas 30 personas.

Lo irónico es que el código de conducta y ética del FCE obliga a sus funcionarios a respetar y promover los derechos humanos. En un aparte dice: “No realizaré ni promoveré conductas de hostigamiento sexual, violencia y/o acoso laboral y sexual, las cuales no son permitidas entre el personal del Fondo de Cultura Económica”.

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