Reafirmamos nuestro compromiso con el proceso de paz y seguiremos con la movilización social y política

Declaración del Comando Nacional Unitario y la Coordinación de Organizaciones Sociales tras el triunfo del NO en el plebiscito


Horas después del estrecho triunfo del No en el plebiscito del domingo 2 de octubre, se comienzan a conocer las posiciones y reacciones de los diferentes actores político y de las diferentes fuerzas sociales del país.

En lo que respecta al movimiento sindical, hoy se conoció la declaración suscrita por el Comando Nacional Unitario (CNU), organización de unidad de acción que integra a las tres centrales sindicales (CUT, CGT y CTC) y a las dos organizaciones de pensionados; esta vez en conjunto con la COS: Coordinadora de las Organizaciones Sociales, 46 en total, que en la actual coyuntura del país también hacen parte Comando Nacional Unitario.

En su declaración de 5 puntos, el CNU-COS ratifica su compromiso con el proceso de paz y la solución negociada del conflicto, anuncia que seguirá con la movilización social y política para lograr este objetivo, al tiempo que considera positivo que se mantenga el cese al juego bilateral y que continúen las negociaciones que confluyan en una solución negociada. Además, solicita que de estas negociaciones haga parte el movimiento social y ciudadano, y anuncia una reunión el próximo lunes 10 de octubre para tomar decisiones.

Este es el texto completo de la Declaración del CNU-COS:

Frente al inesperado resultado en el plebiscito del día de ayer 2 de octubre, en el cual ganó el No a la refrendación de los acuerdos con la guerrilla de la FARC por un estrecho margen, nos permitimos declarar:

  1. Reafirmamos nuestro compromiso con que el proceso de paz y la solución política negociada del conflicto armado, tanto con la FARC, el ELN y el EPL se desarrollen en el sentido de poderse resolver satisfactoriamente.
  1. Seguiremos desarrollando acciones y actividades y movilización social y política para reclamar el cese del conflicto armado en Colombia y a eso seguiremos dedicando nuestros esfuerzos.
  1. Consideramos muy positivo que se continúe el cese bilateral del fuego y la Mesa de negociación en La Habana y en esa medida, se desarrollen negociaciones que confluyan en la solución política negociada al conflicto armado. Reclamamos para el movimiento social y ciudadano un diálogo con el gobierno nacional.
  1. Seguimos demandando que de esas negociaciones no se tomen medidas regresivas contra la ciudadanía en general.
  1. Este escenario reactivará todas las acciones encaminadas a respaldar los conflictos sociales y laborales y una respuesta nacional a las medidas regresivas que el gobierno plantee, situaciones que definirá en la próxima reunión del lunes 10 de octubre.            

¡Sí a la paz, paremos esta guerra ya! CNU-COS                                                   

Bogotá, 3 de octubre de 2016.

Por otra parte, damos cuenta de algunas declaraciones y testimonios que, vía correo electrónico y redes sociales, no han llegado de parte de organizaciones y dirigentes sindicales, tanto del país como del exterior. Comentan sobre el resultado del plebiscito y el papel que ahora corresponde al movimiento sindical y al conjunto de las organizaciones sociales en general.

Las siguientes son apartes de esas declaraciones:

Unión General de Trabajadores (UGT) de España

La Unión General de Trabajadores acoge con pesar el resultado de la consulta celebrada ayer en Colombia, con el que se pretendía respaldar el Acuerdo de la Habana para la Paz.

La politización del plebiscito por parte de los detractores del presidente Santos, unida a la baja participación electoral, ha tenido como consecuencia el rechazo a un plan de paz que pondría en marcha los mecanismos para acabar con más de cincuenta años de guerra. Los trabajadores y trabajadoras colombianos tenían numerosas razones por votar sí a la paz, desde la posibilidad de exigir una política de trabajo decente con beneficios concretos para 5 millones de trabajadores rurales, que en su inmensa mayoría se encuentran en la pobreza, sin voz, sin representación, sin derechos laborales y protección social.

La apuesta por la paz era la oportunidad para responder a los desafíos en el logro de la justicia social, del regreso de los refugiados y exiliados, del trabajo decente, de la democratización de las relaciones laborales, del reconocimiento de los derechos sindicales, de la negociación colectiva, de la reparación colectiva del sindicalismo y en la construcción de una paz positiva para los 24 millones de trabajadores y trabajadoras y el pueblo colombiano, y hubiera requerido de profundas reformas en educación, salud, políticas, justicia, etc.

La victoria del NO rechaza los mecanismos de justicia previstos en el Plan, que hubieran dado un impulso importante a la verdad y a la superación de la impunidad de los crímenes cometidos contra personas afiliadas a los sindicatos.

La UGT espera y confía que el resultado del referendo en Colombia no suponga un freno a la ansiada mejora de vida de los y las colombianas, y con sus organizaciones sindicales hermanas en aquel país seguirá trabajando por la consecución de una paz efectiva, duradera y sostenible.


 Adriana Rosenzvaig

Secretaria Regional de la Confederación Internacional UNI Américas:

 Un profundo dolor por la oportunidad que la Paz perdió en Colombia. Una profunda solidaridad con mis queridas y queridos compañeros que trabajaron sin descanso para que la pesadilla de la guerra se acabe. Colombia duele. Todo nuestro apoyo para quienes soñaron y siguen soñando con un país distinto. No aflojen, no aflojemos.


 Esteban Barboza Palencia

Presidente del Sindicato Nacional de Trabajadores del Transporte (SNTT):

 Frente a la adversidad nos queda defender la tenacidad y esperanza de la vida. Frente al odio seguiremos sembrando amor, frente a la guerra persistiremos en la paz como única opción.

La movilización ciudadana a favor de la paz no puede parar y cada territorio y sector social victimizado debe exigir y hacer respetar su derecho constitucional a la paz. Una victoria pírrica arrancada sobre la base de la campaña del miedo y el engaño, no es legítima porque se ha viciado la voluntad popular, se ha constreñido el libre albedrío y así lo deberían reconocer los jueces constitucionales.

Construir un gran acuerdo de reconciliación nacional sería lo ideal y en ello debemos persistir y llamar a los promotores del No para encontrar una salida a esta encrucijada histórica, esperando que actúen con la responsabilidad que la coyuntura impone. El llamado del Gobierno y lo expresado por las FARC luego del resultado adverso del día de ayer, facilita ese camino de entendimiento. Entretanto el Congreso debe implementar lo pactado porque el resultado no lo inhabilita para asegurar la paz de Colombia y desde hoy debe darse el trámite legislativo previsto.

Que el Gobierno y el ELN comiencen la negociación de la agenda pactada y que la participación social allí prevista contribuya al clima de reconciliación y transformación que requiere Colombia.

Por los millones de víctimas, por los que votaron No, por nuestros niños y niñas, por nuestros pueblos indígenas y afrodescendientes, porque la paz se construye desde los territorios, no seamos inferiores a la gran responsabilidad que tenemos sobre los hombros. Adelante compatriotas que la paz nada ni nadie nos la puede arrebatar.


José Luciano Sanín Vásquez

Asesor de la Escuela Nacional Sindical

Los resultados de ayer en la votación del plebiscito, aparte del duro golpe que en el corto plazo representa para el sueño de paz, nos pone de nuevo ante el reto de mantener nuestra movilización por la paz. Es el momento de insistir y persistir, sin negar el análisis de lo sucedido.

Consideramos que los sentimientos fundamentales sobre los cuales cabalgó el NO, tiene que ver con el miedo y el odio. El miedo a la diversidad, a los derechos de las mujeres, a la población LGTBI, a nuevos actores en la vida política y social; el odio a las FARC, a los comunistas, etc. Por tanto, tenemos un desafío mayúsculo en nuestro trabajo sobre cultura política y tolerancia.

El mayor riesgo que afrontamos a partir del triunfo del NO, es un Acuerdo o Pacto Nacional que sea una reedición del Frente Nacional, un ¨pacto de elites¨, donde tengan un lugar preponderante los gremios y los partidos, sin los sectores subordinados de la sociedad. Por tanto, tenemos el reto de resistir esa pretensión, que por lo demás niega los acuerdos mismos que buscan profundizar la democracia participativa.

Lo anterior nos permite identificar la necesidad de avanzar en propuestas que identifiquen ese Acuerdo o Pacto Nacional, como un pacto de sociedad, que contempla a los partidos de la Unidad Nacional, el PDA, los Verdes, el Centro Democrático, también a las FARC y al ELN, pero con protagonismo de la sociedad civil y las organizaciones sociales.

Para lograrlo se requiere mantener la movilización social por la paz y el entusiasmo que concitamos en las últimas semanas. En tal sentido, deberíamos realizar a la mayor brevedad una reunión de los liderazgos de las diversas campañas por el SI para adoptar, sin renunciar a nuestras particularidades, una estrategia común para esa movilización social, que probablemente pueda ser la realización de un Gran Encuentro Nacional por la Paz.


Javier Correa

Secretario Asuntos Políticos Sindicato Nacional de Trabajadores de la Industria de Alimentos (Sinaltrainal)

Colombia dijo no al acuerdo de finalización del conflicto y la construcción de una paz estable y duradera. Una posibilidad de lo que sigue es la apertura de una renegociación del Acuerdo como lo propone el sector liderado por Álvaro Uribe Vélez, como lo dejó entrever el Presidente Santos en su alocución al país. Es decir, que se sentará con todos los sectores a acordar los puntos de encuentro y unidad, para seguir en la búsqueda de la paz.

Con el triunfo del NO, el Estado puede terminar el cese bilateral del fuego y aunque el Presidente Santos ha dicho que lo mantiene vigente, que suponemos será mientras intenta convencer a las Farc para que acepten lo resultante de las conversaciones de la cumbre política que convocó con todos los sectores políticos, incluido el Centro Democrático, que fue el triunfador en el plebiscito.

Nuestra propuesta en caso de abrirse la renegociación del Acuerdo, es que se debe garantizar la participación de los sectores sociales y políticos del pueblo, las propuestas que permitan negociar el modelo económico, la apertura democrática para la firma de un nuevo acuerdo y convocar una constituyente Popular y Democrática.

Hicimos todo lo posible a nuestro alcance para que en el plebiscito el pueblo validará el Acuerdo, que es un avance de mucho valor y crea un escenario de posibilidades. Pero al mismo tiempo somos conscientes que no significa la paz, ni resuelve la falta de democracia, ni modifica el modelo económico y por tanto no soluciona los grandes problemas de falta de soberanía nacional, concentración de la tierra, desempleo, hambre, miseria, pobreza, informalidad y precarización del trabajo, salud, educación, privatizaciones, servicios públicos, desplazamiento, entre otros.

Por ello, con acuerdo o sin acuerdo, somos conscientes de que solo con la organización y movilización del pueblo se lograrán la soluciones a esos grandes problemas y en ese sentido continuamos.


Edwin Palma Egea

Vicepresidente la Unión Sindical Obrera (USO)

 Hoy con la cabeza más fría debemos reconocer la derrota y evaluar nuestros desaciertos. Subestimamos, es cierto, nos confiamos, es cierto, todos no hicimos el trabajo, es cierto y fracasamos, es cierto. Ahora, ojalá que Uribe, Santos y las Farc se pongan de acuerdo, porque igual ya no habrá otro plebiscito. A Uribe los del NO le dieron ese poder en las urnas y hay que respetar los resultados. A partir de hoy los invito a todos a repensarnos la Paz.

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