Corteros de caña afiliados a Sintrainagro entran en paro en el ingenio La Cabaña

 

 

Cerca de 400 trabajadores afiliados a Sintrainagro se declararon hoy en cese de actividades en el ingenio La Cabaña, ubicado al norte del departamento del Cauca.

Y lo hacen tras más de 70 días de sufrir por parte de la empresa toda clase de violaciones al libre derecho de asociación sindical, incluido el despido de cerca de 100 trabajadores, entre ellos toda la junta directiva de Sintrainagro Seccional La Cabaña; y el asesinato de Juan Carlos Pérez, uno de sus líderes más caracterizados, ocurrido el 28 de enero a manos de sicarios en el municipio de Corinto.

También se produce este paro después de que Sintrainagro agotara todas las instancias legales de diálogo y posibles acuerdos, y ante el fracaso de la intermediación del Ministerio de Trabajo. La última reunión para buscar un acuerdo tuvo lugar el lunes pasado, pero la empresa volvió a mostrar su falta de voluntad para atender las demandas de los trabajadores, que se resumen en 4 puntos: respeto y garantías para la libre organización sindical; eliminación de la contratación mediante terceros y que ésta sea estable y justamente remunerada; la negociación de pliego de peticiones que Sintrainagro presentó desde el 7 de diciembre; y el reintegro de los trabajadores despedidos.

La Cabaña se considera un ingenio de mediano tamaño en el Valle del Cauca. Diario muele 7 mil toneladas de caña y da empleo a 2.500 personas, 1.500 con contrato directo y el resto con empresas contratistas. Precisamente éste es el argumento que esgrime para negarse a negociar con Sintrainagro: no tener ninguna relación laboral con los corteros, pues éstos los vincula mediante las tres empresas contratistas que le prestan servicios laborales; intermediación que la Ley 1439 y el Decreto 2025 prohíben para las labores misionales de las empresas, y no cabe duda de que el corte de caña es labor misional dentro del proceso de producción de azúcar.

Lo que ocurre es que La Cabaña es una especie de rueda suelta en el engranaje de la industria azucarera. Sus condiciones laborales son distintas a las de los otros ingenios porque no aceptó integrarse al proceso de formalización y contratación directa que se dio en esta industria tras los acuerdos del Plan de Acción Obama-Santos para la aprobación del TLC con Estados Unidos.

Mientras la mayoría de los ingenios acogió la política de contratar directamente a los corteros, garantizarles estabilidad, jornadas no más allá de las 4 de la tarde, derecho de asociación y negociación colectiva y algunos beneficios extralegales, en La Cabaña esas mejoras no se dieron. Sigue vinculando mediante contratos de solo tres meses de duración, sin garantía de estabilidad, con jornadas hasta de 12 o más horas, sin pago de vacaciones, horas extras ni dominicales, sin la dotación laboral completa y a merced de la empresa en cuanto al peso de la caña, lo que hace que sus salarios sean más bajos que en los otros ingenios.

También denuncia Sintrainagro que el ingenio se ha convertido casi en un campo de concentración, donde nadie puede chistar, las reuniones de más de tres son prohibidas, quienes promuevan el sindicato son despedidos.

Hoy hacemos uso de la protesta como la única medida capaz de hacer respetar los derechos que nos otorga la ley. La incapacidad del Gobierno para hacer cumplir la ley y la actitud represora y violenta de la empresa contra los trabajadores, nos obligan a iniciar el paro. Nuestras familias no merecen estar aguantando hambre. Somos hombres de bien y el único delito que hemos cometido es asociarnos sindicalmente para exigirle a la empresa que respete nuestros derechos”, se lee en el comunicado expedido hoy por Sintrainagro seccional La Cabaña.

El sindicato igualmente exige que se identifiquen y castiguen a los actores intelectuales y materiales del crimen de Juan Carlos Pérez. Frente a este tema Mauricio Ramos, presidente de la seccional de Sintrainagro en La Cabaña, señaló que el caso ya está en manos de un Fiscal y que la investigación al parecer va por buen camino.

Informó además que el paro se desarrolla en forma pacífica, pues los corteros han evitado toda confrontación con la fuerza pública y los piquetes de soldados del ejército que prestan servicio de vigilancia al interior del ingenio. En la mañana sí hubo una escaramuza con gases lacrimógenos, que no pasaron a mayores.

Por su parte, la Central Unitaria de Trabajadores, CUT, expresó su preocupación por la situación en La Cabaña y rechazó la política antisindical de esta empresa, que pretende desconocer la afiliación a Sintrainagro de más de 600 de sus corteros y se niega a negociar el pliego petitorio que éstos le presentaron, “mientras que a los empresarios les han inundado los ingenios con Policía y Ejército para intimidar  la libre movilización de los trabajadores y su protesta sindical”, señala esta central en un comunicado.

 

 

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