En Colpensiones, entidad adscrita al Min-Trabajo, rige un pacto colectivo diseñado para bloquear al sindicato

“En casa de herrero, azadón de palo”, es el refrán que perfectamente retrata lo que pasa en Colpensiones en materia de garantías para el ejercicio de la actividad sindical.
Colpensiones es una empresa industrial y comercial del Estado encargada de administrar el régimen pensional de Prima Media, vinculada administrativamente al Ministerio de Trabajo, por lo que —sería de esperar— que las personas que en ella trabajan no tuvieran trabas para ejercer su derecho de asociación sindical.
Pero no es así, afirma Carolina Manjarrez, presidenta de Sintracolpen, sindicato de base de la entidad que este 23 de julio cumple un año de constituido. Y no es así porque, inexplicablemente, casi desde su misma constitución rige en Colpensiones un Pacto Colectivo, el cual hoy cobija a 1.100 funcionarios (el 90% de su planta de personal) y parece expresamente diseñado para bloquear la actividad sindical en esta empresa estatal.
En efecto, el primer punto del Pacto Colectivo establece que quien se afilie al sindicato pierde por ello los beneficios del Pacto. “A la persona que ingresa la ponen a firmar primero el pacto colectivo y luego el contrato de trabajo, o sino Colpensiones no la contrata”, afirma la señora Manjarrez, lo cual va en total contravía de la campaña publicitaria que actualmente lidera el Ministerio de Trabajo para promover los derechos laborales y la afiliación sindical.
La negociación de la convención colectiva también se convirtió en otro revés para el sindicato, toda vez que Colpensiones pretende imponer como techo de la Convención lo establecido en el Pacto Colectivo. Tanto así que en la etapa de arreglo directo (que se prolongó 3 meses) el sindicato apenas logró mínimos avances en beneficios sociales y garantías sindicales, pero nada en beneficios económicos y estabilidad laboral.
Además la empresa pretendía que la convención fuera a tres años, posterior a fecha de vencimiento del Pacto. De ahí que el sindicato no aceptara tales condiciones y decidió llevar el conflicto a tribunal de arbitramento, que está a la etapa de convocatoria en Ministerio de Trabajo.

Tutela para igualar beneficios del Pacto

Uno de los beneficios que tiene el Pacto, y que no está incluido en la Convención, es el pago de una prima de mitad de año, que este año no recibieron los 112 trabajadores afiliados al sindicato, razón por la cual éste, con la orientación del departamento jurídico de la CUT, entabló un tutela en defensa del derecho a la igualdad, libertad y asociación sindical; tutela que el juez 17 laboral del circuito de Bogotá falló a favor de los trabajadores sindicalizados, que así pudieron cobrar la prima que se les negaba, más una bonificación del 10% del salario, también incluida en el Pacto.
Además, con la asesoría de la ENS, hace dos meses el sindicato interpuso querella ante el Ministerio de Trabajo denunciando el Pacto Colectivo, ya que atenta contra la integridad del sindicato y la libertad de asociación. Además, solicitó información para saber si el procedimiento que se surtió para instaurar el Pacto cumplió las condiciones que ordena la ley, algo que el sindicato pone en duda. Pero hasta ahora el Ministerio no se ha pronunciado al respecto.

Sobreaguando las dificultades

Para la presidenta de Sintracolpen, éste ya superó la “cuesta” más dura y hoy se puede decir que sobrevivió y tiene mejores perspectivas de crecimiento, pese a las trabas que desde el principio le puso la empresa.
Gracias a sus denuncias logró un cambio significativo en el trato que reciben los funcionarios por parte de sus jefes. Precisamente el mal trato verbal, la imposición de carga laboral y horarios extendidos, incluso los días sábado, fueron las razones que hace un año llevaron a un grupo de trabajadores y trabajadoras a conformar el sindicato.
“Gracias a la presión del sindicato el trato de los jefes ha mejorado mucho, ya no tenemos que ir a trabajar los sábados, a menos que nos paguen las horas extras”, dijo al respecto la presidenta de Sintracolpen, que espera que ello se traduzca en un nuevo posicionamiento de la organización y el grueso de trabajadores de Colpensiones deponga el temor y las prevenciones y se afilie, más considerando que el fuero circunstancial que hoy cobija a los afiliados al sindicato por cuenta del tribunal de arbitramento, garantiza estabilidad laboral. “Y cuando seamos mayoritarios podremos derrotar el pacto colectivo”, agregó.

De hecho, dijo, Sintracolpen viene ampliado su presencia en ciudades como Cúcuta, Bucaramanga, Ibagué y Cartagena, donde en próximos días se establecerán seccionales sindicales, señaló la señora Manjarrez.

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